Katu Arkonada (Barakaldo, 1978) es diplomado en Políticas Públicas. Militante de la Izquierda Abertzale en Euskal Herria y del proceso de cambio en Bolivia, ha sido asesor del Viceministerio de Planificación Estratégica del Estado Plurinacional de Bolivia, encontrándose actualmente en La Paz trabajando con la Cancillería (Ministerio de Relaciones Exteriores). Colabora habitualmente en medios de comunicación como Gara, Le Monde Diplomatique o Rebelión, además de escribir el blog «Trinchera de Ideas» en Naiz.info.
¿Crees que la Literatura juega un papel importante a la hora de remover conciencias?
Sin ninguna duda. La cultura en general, y la literatura en particular, deben servir para remover conciencias, y diría que también corazones. Por otro lado no podemos olvidar que la cultura juega un papel fundamental en la construcción de ideología, y por lo tanto también tiene su rol clave a la hora de desmontar la ideología dominante del sistema capitalista.
¿Por qué crees que hay que leer?
En «Pasajes de la guerra revolucionara» escribe el Che Guevara: «Tendido, disparé un tiro hacia el monte siguiendo el mismo oscuro impulso del herido. Inmediatamente, me puse a pensar en la mejor manera de morir en ese minuto en que parecía todo perdido. Recordé un viejo cuento de Jack London, donde el protagonista, apoyado en un tronco de árbol, se dispone a acabar con dignidad su vida, al saberse condenado a muerte, por congelación, en las zonas heladas de Alaska».
Yo creo que leer nos aporta una formación como personas, una forma de ver el mundo, y nos ayuda a construir una ética con la que enfrentarnos a la realidad. Esa debería ser la mayor cualidad de la literatura. Asimismo, tampoco hay que menospreciar las posibilidades de evasión, la oportunidad de desconectar que nos ofrece el sumergirnos en la lectura de un buen libro.
¿Cómo empezaste a leer libros con peso político?
Supongo que comencé a leer libros con contenido político como una extensión natural del resto de mis lecturas. Mi adolescencia transcurre durante los convulsos años 90 en Euskal Herria, años retratados magníficamente por el bertsolari Xabier Silbeira en su libro «A las ocho en el Bule», editado en 2007 por Txalaparta, editorial que en esos años 90 nos proveía de muchísimos libros que nos servían como material de formación política para los y las que comenzábamos a militar. Recuerdo con especial cariño «La red Galindo» o «El Jesuita», del gran Pepe Rei y también «La orquesta roja» de Guilles Perrault y ya un poco después terminando la década «Argala» de Iker Casanova, amigo y compañero de militancia.
Pero si bien con los libros de Txalaparta fuimos moldeándonos como militantes, creo que fue «1984» de George Orwell el primer libro «político» que dejó una huella importante en mí. Pensar que la sociedad orwelliana de la neolengua y la policía del pensamiento descrita en un libro publicado en 1949 se asemeja tanto a la sociedad postmoderna capitalista actual me hace estremecer incluso hoy en día.
¿Tienes algún primer libro o autor que te conmoviera entonces especialmente?
1984 fue el primer libro político pero si ha habido un libro de contenido político que realmente me conmoviera en esos años 90 de mi adolescencia fue «Operación Ogro», el libro en el que la organización armada Euskadi Ta Askatasuna contaba, por medio de la brillante pluma de Eva Forest, cómo se planificó y realizó la ejecución del comandante Carrero Blanco. Todavía hoy en día conservo dos ediciones de ese libro, una primera impresa en Hendaia con el logo de ETA en la portada y firmada bajo el seudónimo de Julen Agirre, y una segunda edición de la editorial Hiru sacada en una colección de Egin en 1995 ya firmada por la propia Eva, prologado por Antxon Etxebeste y dedicado a Argala. El libro contiene el relato de los hechos en boca de los integrantes del Comando Txikia, los cuatro comunicados realizados por ETA después de la acción, mapas, transcripciones de conversaciones policiales y otros documentos políticos de análisis, siendo clave para entender la historia y trayectoria política de todo un movimiento de liberación nacional.
A los jóvenes que comienzan a despertar, ¿qué lecturas les recomendarías? ¿Por dónde empezar?
Es muy complicado recomendar un libro para comenzar con la lectura pues creo que lo más importante no es lo que lees sino comenzar a leer y por eso debe ser algo que te atraiga. En mi caso de pequeño devoraba los libros de Julio Verne, después me aficioné a Stephen King y un poco más tarde a las novelas históricas del estilo de «Los pilares de la Tierra», pero cada persona, al igual que los libros, es un mundo.
Tengo una sobrina de 2 años y en la última feria del libro, estando en Barcelona por Sant Jordi, le compré una edición ilustrada de «El Principito». Quizás otro libro para recomendar y reivindicar que leer nos ayuda a pensar y ser felices sea «Farenheit 451» de Ray Bradbury.
¿Qué autores y obras te parecen imprescindibles?
En la literatura en general hay clásicos que deben ser leídos como «Los miserables» de Victor Hugo, «Crimen y castigo» de Dostoievski o «Anna Karenina» (Tolstoi). De la literatura de hoy en día me gustan mucho y voy leyendo lo que sale de Paul Auster, Michel Houllebecq, Haruki Murakami o Irvine Welsh. A un nivel más político y tratando de pensar en autores contemporáneos me quedo con Fidel Castro en el plano político, Slavoj Zizek en un plano más filosófico, y Samir Amin en el económico. Todos ellos autores con una sólida base marxista-leninista.
¿Podrías hacerme un breve recorrido por tu estantería de contenido político o filosófico?
Tengo libros desperdigados por Ecuador y Bolivia, pero en Euskal Herria, donde tengo agrupada la mayor parte de mi colección, tengo una gran sección sobre América Latina, ordenados por procesos políticos, con mayor número de textos sobre Cuba y también el conflicto en Colombia, especialmente referentes al ELN y las FARC. También algunos sobre los procesos en El Salvador y Nicaragua y también he podido ir reuniendo una bonita bibliografía sobre los debates que se están dando en el Estado Plurinacional de Bolivia en concreto y en la región andina en general, Estado Plurinacional, Buen Vivir, Descolonización, Despatriarcalización y también una de mis áreas de trabajo que ha sido el de desarrollo constitucional. Otra temática que se repite es Euskal Herria, el nacionalismo vasco y ETA, y finalmente otra gran sección es la de marxismo y filosofía política, con clásicos como Marx, Lenin o Gramsci, pasando por Louis Althusser o Nikos Poulantzas y terminando con autores más contemporáneos como Pierre Bourdieu, Jacques Ranciere, Fredric Jameson, Perry Anderson, Giovanni Arrighi, Immanuel Wallerstein, David Harvey o Alain Badiou, sin olvidarnos de algunos marxistas latinoamericanos como Bolívar Echeverría, Atilio Borón, o Néstor Kohan. No he leído todos ni mucho menos, muchas lecturas están ahí pendientes esperando el momento adecuado o sirven como consulta.
¿Qué libros tienes ahora mismo en tu mesilla de noche?
En unas horas viajo a Perú y después Bolivia por lo que en mi mesilla de noche ahora mismo se encuentra «Defensa del marxismo. Polémica revolucionaria» del primer marxista latinoamericano, el peruano José Carlos Mariátegui, y el atlas geopolítico que acaba de sacar Le Monde Diplomatique, que es un regalo para el Vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera (que espero no lea esta entrevista). También tengo dos libros que me estoy llevando conmigo, «La razón populista» de Ernesto Laclau y «44 cartas desde el mundo líquido» de Zygmunt Bauman, que tengo pendiente de leer.
¿Me recomendarías tres libros?
De literatura en general, «El amante lesbiano» de José Luis Sampedro, «Trilogía de Nueva York» de Auster, y «Plataforma» de Houllebecq. En un plano mas político, «Las venas abiertas de América Latina» de Galeano, imprescindible para conocer la historia de la conquista y colonización del Abya Yala, lo que conocemos por América Latina, y para comprender por extensión algo tan actual como la construcción de los estados del bienestar europeos, es en definitiva, la historia del colonialismo, imperialismo, y construcción del capitalismo. También el libro-entrevista que Ignacio Ramonet le hizo a Fidel Castro «Biografía a dos voces», lo más lúcido y a la vez sencillo que alguien interesado en la política pueda leer, la combinación perfecta entre teoría y praxis revolucionaria. Por ultimo pero no menos importante «Otras inapropiables. Feminismos desde las fronteras», una colección de ensayos de Bell Hooks y otras compañeras feministas, un dialogo entre el feminismo, marxismo o los movimientos de liberación negra, una serie de ensayos que trabajan las relaciones de género y de clase, el racismo, colonialismo, imperialismo y nacionalismo. Este último libro es un bonito ejemplo de lo que necesitamos hoy día, la construcción de conocimiento, saberes y conciencia revolucionaria desde abajo y a la izquierda, partiendo de las luchas y actores concretos, de la praxis cotidiana.
Fuente: http://amqr.blogspot.com.es/2012/10/las-lecturas-politicas-de-katu-arkonada.html