Las elecciones catalanas han supuesto un rechazo a las políticas de recortes de CiU, pero sobretodo la entrada de la CUP-AE al hemiciclo por primera vez. Este artículo analiza los resultados y los retos de la izquierda anticapitalista. Las elecciones en el Parlament de Catalunya del pasado 25N no han seguido el guión que Mas […]
Las elecciones catalanas han supuesto un rechazo a las políticas de recortes de CiU, pero sobretodo la entrada de la CUP-AE al hemiciclo por primera vez. Este artículo analiza los resultados y los retos de la izquierda anticapitalista.
Las elecciones en el Parlament de Catalunya del pasado 25N no han seguido el guión que Mas y CiU intentaban imponer. CiU ha querido capitalizar la inmensa marea por la independencia de la última diada y, a pesar de esto, pierde doce escaños. La bajada de CiU responde a los recortes y a la ambigua posición sobre la independencia, que hace que dejen de recibir buena parte del voto soberanista que esperaban. A pesar de que CiU sale debilitada, gana las elecciones y se convierte en el primer gobierno de la austeridad del sur de la UE que gana las elecciones después de recortar.
Con poco más de 126.000 votos, la Candidatura de Unitat Popular-Alternativa d’Esquerres (CUP-AE), en la cual En lluita ha participado junto con otras organizaciones, irrumpe con tres escaños en el Parlamento. La campaña de la CUP-AE ha conseguido animar a mucha gente: activistas de movimientos sociales, candidaturas municipalistas, organizaciones políticas anticapitalistas, etc. Es así como la CUP-AE ha roto los límites de la izquierda independentista y anticapitalista. Y esta es la línea que hay que reforzar.
En Girona la CUP-AE con más de 12.000 votos, por encima del 4%, se queda a las puertas de obtener un escaño. Los resultados más flojos vienen de ciudades de la costa de Girona con escasa implantación de la CUP-AE. En Tarragona y Lleida, la CUP-AE saca buenos resultados si tenemos en cuenta que se trata de las zonas donde menos fuerza tiene. Los tres escaños se han ganado en la circunscripción de Barcelona. En general, los mejores resultados se obtienen en las ciudades medianas y los barrios populares. En las ciudades y barrios «obreros» donde tradicionalmente la reivindicación nacional tiene menos peso, la CUP-AE obtiene buenos resultados allá donde la campaña ha sido más intensa. En lugares como Hospitalet de Llobregat el crecimiento del voto de la CUP-AE quintuplica los resultados de las últimas elecciones municipales. En las ciudades del resto del cinturón rojo en el Vallès, con presencia de las Candidaturas Alternatives, algunas de las cuales ha apoyado explícitamente la CUP-AE, el voto se sitúa por encima del 3% y en Cerdanyola o Ripollet supera el 4%.
Tejer alianzas
El reto para la CUP-AE, y en general para toda la izquierda combativa, estará en la capacidad para tejer alianzas basadas en las luchas para forjar un gran bloque contra los recortes. Al mismo tiempo que se construye un polo anticapitalista capaz de defender un programa efectivo de salida de la crisis. Se trata de expandir el concepto de unidad popular, huyendo del sectarismo, y entendiendo la centralidad que, en este gran bloque social, tiene la clase trabajadora. Pero también habrá que apoyar a todas las iniciativas que caminen en la dirección del ejercicio efectivo del derecho a la independencia.
Por su parte, ICV-EUiA ha obtenido los mejores resultados de su historia. Aún así a ICV-EUiA le ha costado presentarse como «alternativa» de las luchas y sus resultados vienen de un voto desencantado con el PSC. La deriva social-liberal del PSC, ha seguido debilitando la posición del partido, que pierde ocho escaños y la centralidad política. A la vez deja de ser, a pesar de que sólo por un escaño, el principal partido progresista de Catalunya. Tampoco en el campo nacional, la inmensa desorientación federalista, impuesta por el PSOE, los ha ayudado. ERC, con 21 escaños, es quien recoge en buena parte los votos independentistas y progresistas movilizados desde el 11S.
La percepción de un proceso soberanista dominado por la derecha catalana explica en parte el crecimiento de un voto españolista que beneficia al PP y, especialmente, a Ciutadans. La pérdida de 15.000 votos de la fascista Plataforma per Catalunya, es una gran noticia que deriva del buen trabajo que Unitat Contra el Feixisme i el Racisme ha hecho (ver «Los fascistas no pasaron»).
CiU ya avisa que sin un gobierno estable (CiU + ERC), el derecho a decidir quedará en la nevera. Un posible gobierno con ERC dentro, le supondría a esta formación tener que gestionar los recortes que ya ha amenazado con hacer CiU, con un paquete para el 2013 que equivaldrá a la suma de los recortes del 2011 y 2012.
Que la defensa de los derechos sociales y nacionales son dos caras de la misma moneda, en estas elecciones se ha mostrado como una realidad social e histórica. Disputar la hegemonía de la derecha en el proceso soberanista está más cerca después del 25N.
El gobierno surgido de estas elecciones será débil y tendrá que soportar las presiones de la clase dirigente local y de las instituciones españolas y europeas, para desplegar un programa de recortes. Deberá soportar también una presión en las calles que tarde o temprano responderá a los intentos de aplicar las políticas de austeridad. Además, quienes durante años han hecho políticas a espaldas de la gente, tendrán que aguantar un caballo de Troya que, no sin dificultades, tratará de llevar los intereses de las clases populares al Parlament.
Guillem Boix (@guillemics) es militante de En lluita / En lucha