Concluyó este 9 de abril el Foro Social Urbano Alternativo y Popular en la ciudad de Medellín y en él convergieron, nuevamente, voces de muchos de los sectores marginados que claman con mayores razones que siempre, las transformaciones estructurales que den paso a un país diferente, sin las injusticias que en el presente marginan de […]
Concluyó este 9 de abril el Foro Social Urbano Alternativo y Popular en la ciudad de Medellín y en él convergieron, nuevamente, voces de muchos de los sectores marginados que claman con mayores razones que siempre, las transformaciones estructurales que den paso a un país diferente, sin las injusticias que en el presente marginan de la vida política y económica a millones de compatriotas, a los que el neoliberalismo y la mezquinadad de las oligarquías, sumerjen en la miseria y la desigualdad.
El Foro Urbano surgió con el mismo espíritu bravío de la Cumbre Agraria, pero ahora con voces que nacen desde las selvas de cemento y de los suburbios, que como cinturones de miseria rodean las grandes ciudades, acumulando inmensas necesidades en servicios básicos, salud, vivienda, educación, recreación y empleo entre otros males.
Es en estos lugares donde más se concentran los problemas de orden social, que como una bomba de tiempo amenazan con detonar y hacer saltar en mil pedazos los derruidos cimientos de un sistema antidemocrático, en el que reina la tiranía de un puñado de ladrones que durante décadas se han dedicado a saquear el país y a entregarlo por pedazos a las trasnacionales.
Este Foro ha sido una caja de resonancia de las inconformidades, que comienzan a romper los estrechos linderos impuestos por el bloque de poder dominante, los ricos de nuestro país, a la participación ciudadana de las pobrerías, frente a las decisiones que se deben tomar para enrumbar al país hacia un nuevo estadio de justicia social y paz.
Como en la Cumbre Agraria, en el Foro Urbano resaltaron las inquietudes, iniciativas y propuestas de los de abajo, de las gentes humildes que sufren las mismas y más profundas iniquidades, que hace más de medio siglo denunció desde la tribuna pública el inmolado Jorge Eliécer Gaitán, señalando con su verbo ardido a los plutócratas del bipartidismo liberal-conservador, como los causantes de la tragedia de violencia y ruina que aún nos persigue con su carga de penas, muerte y horrrores.
Sin duda los ecos de los Foros, eventos diversos y movilizaciones multitudinarias de los sojuzgados y ofendidos, resuenan cada día con más vigor, haciendo el anuncio de una fuerza que crece y se cohesiona en un cauce caudaloso, con movimiento real, que cuando dice ¡PARO!, expresa acción de cambio que no da más espera y que se traduce en el anhelo inconmensurable por ver al fin, abrirse anchas las puertas de la verdadera democracia que con el concurso de todos y todas las colombianas del común, definan la reestructuración y la restauración moral del Estado.
Nos dice el Foro que ya es hora de los cambios que generen hábitat, vivienda y servicios públicos domiciliaros decentes y eficientes; hora de cambiar las asimetrías en el desarrollo y el relacionamiento entre los territorios urbanos y rurales, en un ambiente en que impere el poder de los desposeidos; hora de hacer surgir un nuevo modelo económico que tire por tierra al neoliberalismo, otorgando trabajo bien remunerado y mandando al carajo el desempleo; hora de brindar al pueblo un transporte público y condiciones de movilidad, que eleven el nivel de vida en ciudades sustentables con bienestar para el común y condciones ambientales que garanticen el porvenir de las generaciones futuras. Es hora de imponer un nuevo reordenamiento territorial, en función no de la mezquina espacialidad capitalista, sino en función del buen vivir de las mayorías, desmilitarizando el Estado, el conjunto de la sociedad y cada rincón de la patria, tirando a la basura las represivas normas de seguridad ciudadana con esa manada de criminales que es el ESMAD. Es hora de un presente humanamente humano, con respeto por la diversidad étnica, religiosa, sexual y de género.
Por la resistencia artística, por una nueva configuración y por la complementación de los mundos urbano y rural, por la unidad del pueblo, por un nuevo país donde reine la paz con justicia social, dejamos nuestro saludo de optimismo al Foro Social Urbano Alternativo y a cada iniciativa que en favorecimiento de la patria brote del alma popular.
DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP.