En entrevista exclusiva para la página http://pazfarc-ep.org, desde las montañas de Colombia, el comandante Timoleón Jiménez habla de la relación que ha existido entre las FARC-EP y el narcotráfico y sobre los acuerdos parciales alcanzados frente al tema de drogas ilícitas, recientemente concluido en La Habana. En una mesa rústica de madera, amarrada con bejucos, […]
En entrevista exclusiva para la página http://pazfarc-ep.org, desde las montañas de Colombia, el comandante Timoleón Jiménez habla de la relación que ha existido entre las FARC-EP y el narcotráfico y sobre los acuerdos parciales alcanzados frente al tema de drogas ilícitas, recientemente concluido en La Habana.
En una mesa rústica de madera, amarrada con bejucos, expone su punto de vista, afirmando que la relación guerrilla-narcotraficantes nunca ha sido buena, contrario a lo que pregonan muchos medios de comunicación y fuentes oficiales.
Apartes de la respuesta del Comandante Timoleón Jiménez:
«A propósito del tema del narcotráfico, ya hubo un acuerdo en La Habana sobre el tema de drogas ilícitas y todo este fenómeno, quisiera aprovechar para reiterar nuestra posición frente a un fenómeno que es de origen netamente capitalista. Si uno quiere conocer en su esencia los valores, los principios del capitalismo están ahí, reflejados en la actividad del narcotráfico, la concepción del mundo que tienen es completamente incompatible con la concepción de los revolucionarios.
Nos hemos encontrado, porque hemos vivido en las mismas áreas, donde se produce la coca, donde están narcotraficantes, donde hacen sus negocios, pero la relación nunca ha sido la mejor.
Para nosotros está claro que ellos son enemigos nuestros, ellos no creen por lo que nosotros estamos luchando, porque los principales afectados en caso de lograr construir una sociedad como nosotros la concebimos, como nosotros la planteamos, los principales afectados son ellos.
Lo conocimos porque nos mataron varios cuadros nuestros, el camarada Franklin del primer Frente, un cuadro muy importante para la organización, el camarada Miguel Suarez Piragua, cuando se vino para la guerrilla era miembro del Comité Central de la Juventud Comunista… donde nos hemos encontrado y ellos han tenido una actitud menos agresiva es por la fuerza, por el interés en el negocio de ellos, no de nosotros.
Es más, yo personalmente soy de la tesis que el narcotráfico nos ha atrasado el desarrollo de nuestro proceso, porque hace mucho daño, cantidad de jóvenes que se han dedicado a esa vida, que podían estar aquí.
Es que aquí, ¿qué se le ofrece a cualquier joven?, un puesto en la lucha que requiere sacrificio, que requiere esfuerzo y por el cual no se le paga, no se le retribuye con riqueza, con bienes materiales, aquí el pago por el esfuerzo es la satisfacción por el esfuerzo que hacemos todos los días, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, en función por construir una sociedad mejor, más igualitaria, que se encamine a acabar con la miseria, que se reparta la riqueza en forma mucho más equitativa, en que los problemas fundamentales del hombre, del ser humano, que debe estar en el centro de esa sociedad se resuelvan, la salud, la educación, la vivienda, la recreación, el enriquecimiento cultural. La visión del narcotraficante es completamente distinta
Claro, esos jóvenes que les ofrecían en aquellas famosas épocas, en Medellín, un millón de pesos por matar un policía, aquí nunca se le ha ofrecido a nadie un peso por participar en una actividad militar, nunca, entonces es incompatible y eso entraba, el que se nos quiera igualar a los narcotraficantes, entraba el desarrollo de cualquier acuerdo.
La lucha interna que nosotros tenemos que librar en las zonas de narcotráfico, la lucha interna, desde el punto de vista ideológico, para que nuestros guerrilleros no se vayan a dejar absorber por los valores que promueven, que promociona el narcotráfico es muy grande y con algunos cuadros nuestros, con algunos guerrilleros la perdemos y son guerrilleros que se pierden para la lucha, por eso digo es incompatible, lo he dicho varias veces, es mucho más fácil que un revolucionario se vuelva narcotraficante a que un narcotraficante se vuelva revolucionario.
Si nosotros fuéramos una organización así como tratan de mostrarnos, hace rato hubiéramos desaparecido, porque nosotros nos mantenemos es gracias a los valores revolucionarios que se inculcan en cada uno de nosotros, es eso lo que nos mantiene, lo que nos da fortaleza, lo que nos garantiza asumir las distintas dificultades que se presentan y mantener siempre optimistas.
Eso partiendo que es un tema que está al orden del día».