El 12 de agosto pasado, una banda robó $6.000 millones de pesos en el aeropuerto de Santiago a la empresa de seguridad BRINKS que debía transportarlos al norte del país. El robo más cuantioso llevado a cabo en Chile. Fue un asalto «limpio», sin disparos, y perfectamente planeado, en el que los delincuentes pasaron por […]
El 12 de agosto pasado, una banda robó $6.000 millones de pesos en el aeropuerto de Santiago a la empresa de seguridad BRINKS que debía transportarlos al norte del país. El robo más cuantioso llevado a cabo en Chile. Fue un asalto «limpio», sin disparos, y perfectamente planeado, en el que los delincuentes pasaron por sobre todos los anillos y medidas de seguridad del aeropuerto. Después del asalto fue destituido el Jefe de Seguridad Aeroportuaria. Se dispuso un sumario administrativo, a raíz del cual el ministro de defensa Jorge Bustos anunció el 25 de agosto, la suspensión del Director de Aeropuertos, del Jefe de Aeropuerto y del Jefe de Seguridad Aeroportuaria a nivel nacional.
El escritor y ensayista político Felipe Portales, en comunicación por correo electrónico informó que «Uno de los altos cargos de la Dirección General de Aeronáutica Civil que acaba de ser cesado por el robo de Pudahuel, es nada más y nada menos que el oficial de Aviación (R) Héctor Barrientos; a quien el funcionario de la Cancillería, y posterior embajador (PS), Carlos Parker reconoció como su torturador en Dawson. Esto fue en 1997, cuando Barrientos se desempeñaba como Agregado Aéreo en la embajada de Chile en España, y que continuó en ese cargo hasta el fin de su destinación.»
Esto refuerza el rumor que un robo tan bien ejecutado y cuantioso, debe haber sido obra de «profesionales» con muy buenas fuentes de información dentro del aeropuerto, probablemente agentes de inteligencia de la dictadura, o gente que podía chantajear a Héctor Barrientos, con información de su oscuro pasado. [1]
Ola de robos y Disminución de los cajeros automáticos.
Durante los últimos años se ha producido una cantidad creciente de robos a cajeros automáticos, en los últimos años esto es una verdadera ola de atracos. Los delincuentes son cada vez más osados, y en la misma medida que aumentan las medidas de seguridad de los cajeros, ellos modifican sus métodos, pasando de los golpes iníciales, al lazo, y a la bomba por saturación de gas.
El domingo a primeras horas de la madrugada, un fuerte bombazo, con el objeto de robar los cajeros automáticos, destruyó la sucursal del BBVA de calles Estado con Moneda, incluso el segundo piso. En esta sucursal situada apenas a dos cuadras de La Moneda, en un perímetro de alta vigilancia policial y de cámaras de seguridad, los ladrones consiguieron un botín de 60 millones de dos cajeros automáticos.
En la lógica de privatizar la seguridad, el gobierno dictó el decreto 222 que regula y aumenta las medidas de seguridad mínimas para los dispensadores automáticos, que desde el año 2015 serán revisadas por carabineros.
Esto significa que tras el robo de un cajero el banco debe reponerlo por otro con mejores medidas anti robo, en la maquina y el entorno. «Jorge Awad, presidente de la Asociación de Bancos, señaló que las entidades que representa han invertido más de US$ 100 millones en resguardar y reconvertir la seguridad en los cajeros automáticos. « [2]
Sin embargo, de acuerdo con las cifras de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), los bancos están eliminando dispensadores, el Gerente de Banco Santander Mauricio Melandri, en declaraciones el 26 de agosto a PULSO TV, reconoció que los bancos no están reponiendo los cajeros automáticos robados, y que ellos han eliminado 500. En junio de 2013 había 9.182 aparatos en servicio, un año después en julio de 2014 son 8.195. En otras palabras en un año se han reducido en 987 unidades. [3] Los bancos prefieren sacrificar la calidad del servicio, para no aumentar el gasto.
[1] El Proyecto Internacional de Derechos Humanos basado en Londres, informó sobre la relación entre los ex torturadores que se desempeñaron como oficiales de la FACH, y la seguridad en los aeropuertos: «Juan de Dios Peralta actuó como comandante del centro de detención y torturador del Estadio Fiscal en Punta Arenas en 1973. Posteriormente forma parte del Comando Conjunto. Pasó a retiro con el rango de comandante de grupo. Peralta, durante 2002 era propietario de la empresa Pegasus, encargada de la seguridad externa de varias dependencias de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), tanto en el aeropuerto Arturo Merino Benítez como en otras áreas. En el terminal de Pudahuel Pegasus controla la seguridad de los accesos de plataforma desde la calle, del puente 10, de la torre de control y cerca del Grupo 10 de la FACH. Esta empresa también se encargaba de la seguridad externa de la Dirección de Aeropuertos y Servicios Aeronáuticos (DASA), también dependiente de la DGAC y bajo el mando del coronel (R) Héctor Barrientos -«Chiporro»-, ex jefe del Departamento Comunicacional de la FACH y ex agregado aéreo en Madrid. «Casualmente, Peralta era compañero de ‘Chiporro’, quien también estuvo en el Comando Conjunto y aparece vinculado a torturas en Punta Arenas»
[2] Radio BioBio. Martes 26 agosto 2014. Decreto del Gobierno estaría detrás de la disminución de cajeros automáticos disponibles
[3] Datos SBIF
http://revistasocialismorevolucionario.blogspot.com/2014/08/chile-el-nuevo-robo-del-siglo-y-la.html