Pese a sus históricas diferencias en el mundo universitario, los colectivos Izquierda Autónoma (IA), Frente de Estudiantes Libertarios (FEL) y Unión Nacional Estudiantil (UNE) hoy apuestan por la unidad para enfrentar la administración de la Nueva Mayoría y ampliar «radicalmente» la democracia existente en Chile. Durante años, los militantes de Izquierda Autónoma, Fel y Une […]
Pese a sus históricas diferencias en el mundo universitario, los colectivos Izquierda Autónoma (IA), Frente de Estudiantes Libertarios (FEL) y Unión Nacional Estudiantil (UNE) hoy apuestan por la unidad para enfrentar la administración de la Nueva Mayoría y ampliar «radicalmente» la democracia existente en Chile.
Durante años, los militantes de Izquierda Autónoma, Fel y Une se enfrentaron en las elecciones de diversos espacios universitarios. Sin embargo, las diferencias políticas existentes hasta el momento debieron pulirse tras el arribo de la Nueva Mayoría al poder y la configuración de un escenario distinto.
Bachelet retornó a La Moneda con una serie de promesa. La mayoría de sus compromisos de campaña pretendían hacerse cargo de las demandas de los movimientos sociales y el afán de transformación que sacudió a las calles durante el 2011, esencialmente. Sin embargo, a pocos meses de su llegada, las dudas e incertidumbres son numerosas y la reforma educacional, emblema de la nueva administración, parece estar lejos de satisfacer a los estudiantes y colectivos.
Ante el nuevo contexto político, la izquierda, históricamente fragmentada, se planteó el desafío de aglutinar fuerzas y buscar unidad. Así comenzó el coqueteo entre tres colectivos que ya han explicitado su convergencia en un reciente comunicado.
«El programa de gobierno que acabaría con el modelo neoliberal ha terminado convirtiéndose en un amplio telón de fondo para reformas que favorecen a los intereses empresariales y elitistas que hoy tienen secuestrada la política en nuestro país», sentenciaron en la declaración pública.
Sin embargo, hoy muchos se preguntan cuáles son los objetivos de la reciente alianza política y los puntos en común entre los tres colectivos, hoy posicionados dentro del bloque de conducción de la Confech.
¿Qué es lo que une a libertarios, autónomos y militantes de UNE?
Para Sebastián Aylwin, vicepresidente de la FECh y militante de Izquierda Autónoma, las razones de la unión entre IA, Fel y Une apuntan a construir una postura común desde el movimiento social, que se plantea con disposición de avanzar y obtener logros concretos.
«Creemos que hay una dimensión programática que tiene que ver con los derechos sociales, pero también política, en el sentido de ampliar los límites de esta democracia. En el trabajo concreto con Une y Fel nos hemos encontrado con estas visiones», argumentó.
En opinión de Aylwin, la alianza no busca sólo tener una mayor cantidad de votos al interior del Confech, sino avanzar hasta construir una alternativa política «real» para el país.
«Para nosotros, lo relevante es reconstruir una referencia política de izquierda, que sea una alternativa para un país que está tremendamente derechizado por la práctica de los políticos, como colonizado por el mundo empresarial. Tenemos que tener vocación de mayoría, de construcción en el mundo social, pero también de construcción política», agregó.
Desde la perspectiva de Francisco Sainz, encargado político del Frente de Estudiantes Libertarios, los tres colectivos coinciden en la misma caracterización de la realidad chilena y la evaluación sobre cómo hay que enfrentar el gobierno de la Nueva Mayoría y los nuevos desafíos.
«Los objetivos apuntan a la ampliación radical de la democracia que existe hoy día y el desmantelamiento del modelo neoliberal», precisa Sainz y agrega: «esta alianza no es una idea en términos coyunturales y electorales».
En opinión del dirigente de FEL, las alianzas políticas se hacen «con amplitud y generosidad». Por ello, dice, los acentos se ponen en las diferencias o en los acuerdos. «En el encuentro a diario en los espacios sociales nos hemos dado cuenta que más allá de las diferencias, concordamos en la lectura y desafíos en común», apuntó.
Además, asegura, pretenden hacerse cargo de las eternas críticas realizadas a la izquierda y a su poca capacidad de convergencia. «Entendimos que eso había que solucionarlo. No es unidad por unidad o unidad en términos estéticos, significa unidad en términos políticos, que es una alianza más fuerte y que está a la altura de los desafíos de la realidad».
Desde la Unión Nacional Estudiantil, en tanto, aseguran que ya están intentando levantar trabajo en conjunto en los espacios donde confluyen y que los resultados han sido exitosos.
«Nos hemos dado cuenta que tenemos más similitudes que diferencias y las diferencias que teníamos eran absolutamente subsanables en el trabajo cotidiano y así lo pudimos hacer durante el año», explicó Marjorie Cuello, militante y miembro de la mesa nacional de UNE.
La pelea por la FECh y ¿qué más?
Diversos colectivos políticos han coincidido, durante los últimos años, en el diagnóstico de la importancia estratégica que tiene para el movimiento estudiantil, la conducción de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Sobre todo, en medio de un complejo escenario de relaciones con las Juventudes Comunistas (JJCC) y Revolución Democrática (RD), que representan a los sectores más cercanos al oficialismo del estudiantado.
En opinión del historiador Sergio Grez, ambas organizaciones políticas responden hoy a la visión hegemónica y se han constituido como elementos que han dificultado, de una u otra forma, la unidad estratégica y de acción del movimiento estudiantil durante el 2014.
«Los otros referentes políticos de izquierda habrían querido avanzar más en el terreno de la movilización social durante el 2014, pero se han visto impedidos por la reticencia y el freno que ponen estas fuerzas políticas de la Nueva Mayoría o articuladas con ellas«, sentenció.
Por ello, el debate hoy no se cierra en la elección de los candidatos y apuesta por transparentar las intenciones de la alianza entre IA, FEL y Une, y su capacidad de proyección más allá de lo universitario, incluso.
Para Marjorie Cuello, militante UNE, existen posibilidades de que la alianza pueda extenderse. «Lo vamos a ir viendo en la medida en que esta alianza vaya funcionando en lo estudiantil. Estamos tanteando terreno», aseguró.
Hoy, UNE se encuentra en proceso de reconstrucción de su programa, tácticas y estrategias. Durante las elecciones pasadas, sostuvieron la candidatura de Sebastián Farfán, ex dirigente estudiantil, al Congreso, pero fallaron.
«Hemos aprendido mucho respecto de la candidatura de Sebastián en Valparaíso, pero tenemos que evaluar cómo quedan las elecciones después de las reformas legales. Apoyar candidaturas de izquierda o transversales es una opción que no podemos desechar después de las elecciones», se adelanta Cuello.
Izquierda Autónoma, en tanto, con un diputado al interior del Congreso, hoy invierte gran parte de sus energías en ampliar las alternativas políticas existentes.
«Creemos que hay que disputar este modelo y no hay que entregárselo a la Nueva Mayoría y a los empresarios. También, con la humildad de no hacer esto solos, creemos que tenemos que confluir con diversos alternativas que hayan puesto la representación de los verdaderos intereses del pueblo de Chile por delante», recalcó Sebastián Aylwin.
Hasta el momento, no existe claridad sobre los candidatos que serán definidos para integrar la lista de postulación a la FECh, pero las cartas están sobre la mesa: Izquierda Autónoma, UNE y FEL se enfrentarán, principalmente, contra el gremialismo y a la visión próxima al oficialismo que hoy caracteriza a las Juventudes Comunistas por las definiciones políticas de su partido a nivel nacional.
Sergio Grez: los desafíos pendientes del movimiento estudiantil
El historiador y académico de la Universidad de Chile coincide, en su diagnóstico, sobre el cambio de escenario que significó para el movimiento estudiantil la llegada de la Nueva Mayoría al poder.
En su opinión, el nuevo gobierno «engendró, sin duda alguna, ciertas ilusiones en algunos sectores de la ciudadanía y también en algunos espacios del estudiantado, respecto de las ofertas que hicieron al electorado y la promesa de la educación gratuita».
La cerrada negativa de la administración Piñera hizo, de algún modo, más fáciles las cosas para el movimiento social: hasta el momento, existía una línea divisora clara «entre ellos y nosotros», que permitía, además, aglutinar apoyo ciudadano en contra de la política de gobierno.
La astuta jugada de la Nueva Mayoría al apoderarse de algunas demandas de los estudiantes ha complicado la movilización. «La reforma educacional parece estar estancada, vamos a llegar a marzo de 2015 en las mismas condiciones en que fue la matrícula el año 2014. No ha habido ningún logro completo para el estudiantado y sus familias. Hasta cierto punto, el movimiento estudiantil se ha visto entrampado por esta astuta política del gobierno», explicó Grez.
Es este el contexto que enfrentan Izquierda Autónoma, UNE y FEL. La baja en las movilizaciones se ha hecho cada año más evidente y la formulación de propuestas desde el movimiento no puede, por ende, llegar a presionar al poder.
«De poco serviría tener propuestas muy acabadas. El movimiento tiene propuestas, ha ido formulándolas, pero es necesaria una movilización social que las apoye, que las empuje hacia adelante y obligue al poder a negociar y hacer realidad estas propuestas«, argumentó el historiador.
Por ello, las próximas elecciones por la FECh, serían un buen barómetro a la hora de observar la articulación de fuerzas de oposición y la manera en que se planteará el escenario político para el 2015. Lo mismo ocurrirá con el resto de elecciones universitarias que se celebrarán a fines de año.
Los desafíos de las nuevas conducciones son numerosos. El movimiento estudiantil necesita reactivarse desde la base y recuperar el poder de movilización que lo caracterizó y convirtió sus demandas en una preocupación del poder.
Así lo apunta Sergio Grez: «si no hay movilización social, no va a haber reforma educacional de acuerdo con los programas y las intenciones del movimiento estudiantil. Van a haber reformas pero que no significarán la superación del modelo de mercado, sino su regulación, que es finalmente el proyecto de la Nueva Mayoría».
http://eldesconcierto.cl/fel-une-e-izquierda-autonoma-las-claves-de-su-alianza-politica/