Con el interés de profundizar nuestro conocimiento sobre la situación de injusticia que vive el pueblo palestino y coordinar la lucha por la liberación de este pueblo, sometido a las mayores atrocidades por parte del régimen sionista de Israel, el Comité Comarcal en Solidaridad por Palestina decidió viajar a la ciudad de Temuco, Chile, donde […]
Con el interés de profundizar nuestro conocimiento sobre la situación de injusticia que vive el pueblo palestino y coordinar la lucha por la liberación de este pueblo, sometido a las mayores atrocidades por parte del régimen sionista de Israel, el Comité Comarcal en Solidaridad por Palestina decidió viajar a la ciudad de Temuco, Chile, donde el día 7 de noviembre se realizó la conferencia titulada «Diálogos sobre Palestina en la Araucanía» en el auditorio del Centro de Innovación Profesional de la Universidad de la Frontera. En el evento estuvieron presentes el moderador Alonso Azócar (Centro de Estudios y Promoción de los Derechos Humanos), el expositor Frank Barat (Coordinador del Tribunal Russell para Palestina), la intérprete Marcia Monsalvez Ramírez y el invitado especial de la comunidad mapuche, el Lonko Juan Pichún.
En palabras de Alonso Azócar, el Tribunal Russell fue «inicialmente denominado Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra, creado en 1966 por Bertrand Russell -Premio Nobel de Literatura en 1950- y el objetivo de este Tribunal era investigar y juzgar de acuerdo con el derecho internacional los crímenes de guerra cometidos en Vietnam. Ha sido apoyado por eminentes intelectuales como Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Judith Butler, Noam Chomsky, Naomi Klein y Ken Loach entre otros artistas e intelectuales. Se trata de un Tribunal que no posee estatus legal sino que actúa como una corte ciudadana, un tribunal de conciencia preocupado por las injusticias y violaciones al derecho internacional». Se constituyeron varios tribunales a lo largo del siglo XX por las diversas violaciones al derecho internacional en diferentes partes del mundo y en el 2010 el tribunal vuelve a constituirse para examinar las violaciones al derecho internacional de las que el pueblo palestino es víctima. No obstante, en esta conferencia también se invitó a un miembro de la comunidad mapuche, el Lonko Juan Pichún, hijo del Lonko Pascual Pichún de la comunidad Temulemu, quien murió en la cárcel después de ser condenado a 5 años de prisión por la aplicación de la Ley Antiterrorista, y cuyo hijo junto a otros miembros de la comunidad mapuche demandaron al Estado chileno ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por esta causa consiguiendo un dictamen condenatorio contra el estado. Dicha invitación se fundamentó en el hecho de que ambos pueblos están sufriendo la opresión y el despojo de su territorio, por tanto Alonso Azócar señaló que se quería analizar «lo que estaba pasando en Palestina en relación al estado sionista de Israel con lo que ocurría en Chile, y particularmente en esta región, en el conflicto que se vive entre el estado chileno y el pueblo mapuche».
El coordinador general del Tribunal Russell para Palestina, Frank Barat -quien además es un conocido activista por los derechos humanos y coordinador internacional de la campaña por la liberación de todos los presos palestinos- expuso las conclusiones a las que llegó este tribunal. Entre ellas señaló que «las violaciones a los derechos humanos que tuvieron lugar en Chile bajo la dictadura de Pinochet son muy similares a las que hoy tienen lugar en Palestina; violación del derecho a la vida, violación del derecho a la integridad personal, del derecho a un juicio justo, el derecho a defenderse de detenciones arbitrarias, ejecuciones sumarias, tortura y represión cultural».
Asimismo señaló que los palestinos que habitan en Jerusalén -denominados por el estado de Israel como árabes-israelíes- están sometidos al apartheid israelí. A muchos palestinos se les quita el permiso para residir en la ciudad y los colonos ocupan su lugar en Jerusalén; los palestinos se ven humillados por los arrestos masivos y la demolición de sus casas y, de hecho, los palestinos están amenazados constantemente por los ataques de los colonos. En Gaza la situación es aún peor, «el último ataque durante el verano europeo y palestino y durante el invierno de ustedes fue el más grande y violento de los ataques que Israel ha llevado a cabo hasta ahora en contra de los palestinos» durante el cual se lanzaron más de 700 toneladas de explosivos y fueron asesinados más de 2100 palestinos, un 70% de los cuales eran civiles. Frank Barat también indicó que el Tribunal Russell examinó la complicidad de Estados Unidos y de los Estados europeos respecto de los crímenes cometidos por Israel al mismo tiempo que criticó la absoluta inacción de las organizaciones internacionales como Naciones Unidas y la tergiversación de los medios occidentales respecto de la situación de ocupación que vive el pueblo palestino. En este sentido, afirmó que el Estado de Israel se basa en la superioridad étnica y que es un estado que no tiene las fronteras definidas, lo que responde a su expansionismo sobre el territorio palestino, por lo cual «hay que tener en claro que Israel es una potencia ocupante. Israel continúa ocupando Gaza, pese a que han retirado sus tropas en el año 2005, Israel controla el territorio, el mar, el aire, las fronteras, el registro de la población, la importación y exportación; es decir, que para el derecho internacional Israel sigue ocupando Gaza». Asimismo, dada la brutalidad, la destrucción y el asesinato masivo de civiles por parte del régimen sionista de Israel en la última incursión militar contra Gaza, el Tribunal Russell examinó si Israel cometió el crimen de genocidio. En relación a esto, Frank Barat señaló que un periodista israelí que dio testimonio en el Tribunal Russell sobre Palestina afirmó que hay «una radicalización de la sociedad israelí, donde un 95% de los judíos israelíes apoyó la guerra y no sólo el primer día, sino que dieron su apoyo después de 15 días, 20 días, 50 días, y la apoyan hasta el día de hoy». En su testimonio este periodista israelí también habló del odio racial que hay en la sociedad israelí contra el pueblo palestino, lo cual tiene lugar cada día a todos los niveles de la sociedad, en los medios, en el Parlamento, en las redes sociales, por parte de líderes religiosos judíos, por lo que esta situación conduce a una incitación a cometer el crimen de genocidio y le da al ejército y al Estado de Israel un cheque en blanco para hacer lo que ellos quieran.
La conferencia se tornó aún más interesante cuando Frank Barat afirmó que «si alguien en el Parlamento chileno dijera que el pueblo mapuche es un problema y tenemos que deshacernos de él, seguramente sería arrestado e iría a la cárcel», lo que el público chileno puso en duda y negó rotundamente levantando su voz, dado que seguramente estas personas no serán condenadas; esto expresa la similitud entre la opresión del pueblo palestino y la opresión que sufre el pueblo mapuche por parte del Estado de Chile.
El Lonko Juan Pichún expresó que hay muchas coincidencias en ambos casos, en este sentido afirmó que los medios de comunicación están controlados por los grandes grupos económicos y han demonizado y criminalizado la resistencia del pueblo mapuche. Según el Lonko, los poderes económicos, las forestales, las hidroeléctricas e inclusive los partidos políticos han sido cómplices y se han enfrentado a una «resistencia que es desigual porque ellos tienen todo el aparataje militar, policial, y efectivamente lo que entendemos nosotros es que Chile adquiere estas armas y hace uso de éstas contra la resistencia del pueblo mapuche en las comunidades. Llegan con esos mismos fusiles que uno ve en los medios de comunicación que usan los militares israelíes». Por otro lado, Juan Pichún afirmó que «el estado ha enviado a carabineros a especializarse en los términos del conflicto palestino-israelí», lo que puede ser un indicio de que el estado chileno esté instruyendo a su aparato represivo para aplicar los mismos métodos de tortura, represión y despojo del territorio que el estado de Israel utiliza contra el pueblo palestino. Ambos pueblos tienen en común el conflicto por el territorio -señaló el Lonko- que tiene una larga historia, «la resistencia del pueblo mapuche es una resistencia a largo plazo, no es una cuestión que apareció hoy día. La historia ha sido manipulada, tergiversada, la pacificación de la Araucanía no fue una pacificación más bien fue una masacre».
Finalmente, en el debate surgió entre otras preguntas, la cuestión del turismo militar israelí que afecta tanto a Chile como a la Argentina y ambos ponentes respondieron a la pregunta. Frank Barat explicó que «el servicio militar en Israel es obligatorio para hombres y mujeres y es de tres años de duración. Muy pocas personas se rehúsan a hacerlo – los llamados «refuseniks»- por razones éticas, terminan en la cárcel y son repudiados por sus familias y por la sociedad. Israel como nación fue creada por el ejército en 1948, la gente dice que Israel es un ejército con una nación. La gran mayoría de los ciudadanos israelíes hasta los 50 años de edad son legalmente reservistas del ejército, lo que significa que la gran mayoría de estas personas pueden ser consideradas soldados potenciales. Luego de tres años en el servicio militar, es obligatorio para los israelíes servir por lo menos seis meses en los territorios ocupados palestinos y cuando sirven en los territorios ocupados cometen crímenes. Un grupo de exsoldados israelíes llamado «Breaking the Silence» (http://www.
*Sergio Randi, Licenciado en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, estudiante de Historia del Instituto de Formación Docente Continua de El Bolsón y miembro del Comité Comarcal en Solidaridad por Palestina de El Bolsón, Río Negro, República Argentina.
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