A las 5: 00 de la madrugada de este domingo, la primera bioeléctrica construida en Cuba sincronizó definitivamente con el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) y afianza la estabilidad en la generación.
Tal y como estaba previsto, la caldera uno fue la encargada de iniciar la generación de los 27 megawatts que, de manera continua, serán incorporados al SEN a través de la línea eléctrica de 110 000 voltios entre la planta generadora y la subestación de monitoreo aledaña a la comunidad Santana.
El hecho cobra especial relevancia porque por primera vez el país genera electricidad a partir de la biomasa de marabú, por ahora, única fuente de alimentación de la caldera en funcionamiento, en tanto el central Ciro Redondo, todavía no está en condiciones de entregar bagazo como material combustible.
Según comentó esta madrugada, vía telefónica, el ingeniero Adisney Peña Paz, subdirector de la planta, todo marcha de acuerdo con lo previsto, buen augurio para alcanzar la máxima generación de su potencia nominal de 60 megawatts el próximo día 24, cuando debe entrar en funcionamiento la segunda caldera.
«En esta fase inicial –precisó– mantendremos el chequeo constante y, junto a los especialistas chinos, corregiremos cualquier falla que pueda aparecer».
Carmen Taboada Hernández, vicepresidenta de Biopower S.A., afirmó que a partir del mediodía de este domingo se afianzaba la estabilidad de la planta, que mantendrá la generación hasta el próximo 24, fecha en que harán una parada para conectar la caldera dos al colector de vapor y terminar las interconexiones con el central azucarero.
De acuerdo con precisiones del ingeniero Francisco Lleó Martín, director general de Zerus S.A. adscripta al Grupo Azucarero Azcuba, los especialistas chinos continuarán junto a los cubanos durante dos años, hasta que expire el período de garantía, según reza en el contrato.
Para ganar eficiencia y completar el ciclo, se pretende que el central Ciro Redondo comience a moler a finales de este mes o principio de abril, cuando estará en condiciones de entregar a la bioeléctrica bagazo y agua condensada y esta le entregará vapor y electricidad
La planta trabajará de junio a noviembre con biomasa de marabú y de diciembre a mayo con el empleo del bagazo del central, lo que ahorrará al país unos 100 000 barriles de petróleo al año.