Este 8 de marzo en el mundo entero las voces, las polifonías y los ecos de las que estamos y de quienes nos faltan dejan en claro que no hay mundo sin nosotras; estamos en lucha y lo seguiremos estando.
Frente a las políticas genocidas que dejan a las comunidades sin tierra, sin medios de producción ni de sobrevivencia, el movimiento de mujeres ha sido vanguardia en las luchas por la defensa de la tierra, del agua, de la memoria, contra la guerra y la militarización. “Es porque están en primera línea, que son asesinadas” [1].
Alerta que camina, la lucha feminista por América Latina
Las marchas y movilizaciones de este 8 y 9 de marzo no solo reclaman derechos en favor de las mujeres, sino que además demandan mayor acceso a la justicia social y el cese de la impunidad.
En Argentina el movimiento feminista reclama el derecho al aborto como una manera de proteger la vida y la decisión sobre la reproducción, además fue uno de los movimientos más firmes en la lucha contra las políticas neoliberales de Macri.
En México las cifras de feminicidios son cada vez más alarmantes, diariamente 10 mujeres son asesinadas, es por esto que las mujeres lejos de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, han salido a las calles para expresar la indignación frente a estos hechos.
Bajo el lema “el nueve nadie se mueve” han preparado una huelga productiva y de cuidados, para que la sociedad se dé cuenta de todo lo que se paraliza si paran las mujeres, tanto en los trabajos asalariados, como domésticos, de consumo y de servicios.
En Ecuador las mujeres también se han hecho sentir contra la represión y las políticas anti populares de Lenin Moreno, que ha traicionado y reprimido violentamente el movimiento social y popular.
En Chile el multitudinario movimiento feminista tiene una enorme potencia y se mantiene en la calle luchando por sus derechos y contra la represión de Piñera, además junto al pueblo chileno exige una nueva Constitución.
“El movimiento feminista ha sido siempre un impulsor de la revuelta social”, explica Alia Trabucco en referencia al mayo feminista de 2018, cuando estudiantes paralizaron las clases exigiendo una educación no sexista. Cuando se desataron las movilizaciones de octubre pasado, “el feminismo ya estaba articulado y, de hecho, ha sido uno de sus protagonistas, es importante no separar la revuelta social del movimiento feminista” [2].
En Venezuela el movimiento de mujeres y feminista se dio cita este 8 de marzo para exigir la publicación de cifras oficiales sobre los casos de violencia sexual, feminicidios y mortalidad materna; al igual que el año pasado se han manifestado en contra del bloqueo imperialista y la guerra económica, que asfixia a la mayoría del pueblo venezolano, donde han sido las mujeres, las que han llevado la peor parte.
Situación de las mujeres y la realidad genocida de Colombia
En el país el movimiento de mujeres ha venido participando activamente del Paro Nacional desde el 21 de noviembre del año pasado, y este año con las movilizaciones del 8 y 9 de marzo inauguran un cronograma esperanzador que fortalece la protesta social.
La Corte Constitucional se inhibió ante una demanda que buscaba la penalización total del aborto; sin embargo, el tema sigue estando en la agenda del movimiento feminista porque el delito de aborto, se constituye en una forma de castigo social para las mujeres [3].
La situación para las colombianas no es nada alentadora, la violencia sexual y los feminicidios siguen siendo desgarradores; entre enero y octubre de 2019, fueron asesinadas 799 mujeres [4].
Según el Instituto de Medicina Legal, en 2018 la tasa de violencia sexual fue de 52,3 víctimas por cada cien mil habitantes; esta tasa fue la más alta en los últimos 10 años. Del número total de víctimas, 85,6 por ciento fueron mujeres [5]. Ante estas cifras, el Gobierno se esfuerza en tapar la realidad y desconocer la presión internacional para que cese en el país la impunidad y exista un acceso real a la justicia.
Según el Informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) de la ONU, en 2019 documentó 108 casos de asesinatos de defensores de DDHH, 15 mujeres y 2 integrantes de la población LGBTI; los asesinatos contra defensoras se incrementaron en cerca del 50 por ciento [6].
El régimen amenaza y ataca a las mujeres cada día, el 3 de marzo atentó contra la profesora Sara Fernández, feminista y defensora de los derechos humanos de las mujeres en Medellín; de igual forma el 5 de marzo fue asesinada en Bogotá la ex combatiente Astrid Conde. Todos estos hechos son muestra de la responsabilidad de Duque del incremento de la persecución a las mujeres lideresas.
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[1] Silvia Federici: Acabar con la violencia contra las mujeres es acabar con el capitalismo que la promueve. Portal Traficantes de sueños, 05-09-2017.
[2-3-4] El feminismo marca el paso de la política de América Latina. El País, 04-03-202.
[5-6] Informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos e informes de la Oficina del Alto Comisionado y del Secretario General. 26-02-2020.