Según un informe de Asempleo publicado ayer, en el tercer trimestre del año, la probabilidad de las personas menores de 25 años de encontrar su primer trabajo se encuentra en el 14,2%, es decir, solo 14 de cada 100 jóvenes. Aunque la cifra ha aumentado ligeramente desde 2019, antes de la pandemia, la precariedad también aumenta. De los 33.200 jóvenes que encontraron su primer empleo en verano, el 92% firmó un contrato temporal y solo el 3% consiguió uno indefinido.
Esto no se debe solo a que se trate del primer empleo. Aunque es de sobra conocida la elevada tasa de temporalidad en nuestro país durante los meses estivales, no es exclusiva de ese periodo. Entre enero y septiembre de este año, el 90% de los contratos que firmaron menores de 35 años han sido temporales, según el análisis Tiempo de precariedad, de Oxfam Intermón.
Contratos de cinco días
Si además se mira la letra pequeña de esa temporalidad, es alarmante que uno de cada cuatro contratos temporales dura menos de una semana. Esto muestra que muchas empresas rotan constantemente a su plantilla, ofreciendo contratos de lunes a viernes para ahorrarse las cotizaciones sociales durante los fines de semana. Así, aunque el pasado mes de agosto el paro bajó más que nunca en ese mes, el espejismo desapareció a finales: el 31 de agosto España batió su récord histórico cuando se destruyeron 290.000 empleos solo en un día.
El director de Oxfam Intermón, Franc Cortada, advierte que «la temporalidad en España no es solo excesiva, sino que es hoy peor que hace más de una década. Vemos como la duración media de un contrato temporal es de 54 días, mientras que en 2011 era de 69 días. Más de la mitad de los contratos de menos de 7 días de duración firmados este año corresponden a menores de 35 años». Aunque el coronavirus empeoró la situación, el problema no es un fenómeno temporal, sino un fallo del sistema, como afirman desde la dirección de la ONG: «No todo lo podemos justificar por la pandemia, ya que antes de esta más de uno de cada cuatro contratos firmados no sobrepasaba la semana de duración».
Brecha de género
Como ocurre en todos los ámbitos, también en la temporalidad y el desempleo juvenil existe una diferencia importante entre hombres y mujeres. El análisis de Oxfam Intermón muestra la desigualdad estructural a la que se enfrentan las mujeres una vez que acceden al mercado laboral. La brecha salarial entre mujeres y hombres de 20 a 29 años con menos de un año de experiencia fue de 140 euros entre 2008 y 2019.
Por lo general, las mujeres obtuvieron tres puntos más de contratos temporales en el porcentaje: 83,2% frente al 80,9%. A esto se añade una mayor prevalencia de contratos a jornada parcial, nada más y nada menos que siete puntos de diferencia: 37,1% frente al 24,7%. En la práctica, todo esto se traduce en menos horas de trabajo, mayor inestabilidad, menor remuneración y, por supuesto, menor cotización para futuras pensiones.
Líderes en desempleo juvenil
A la precariedad casi intrínseca en los contratos para jóvenes se añade la elevada tasa de desempleo. Aunque se ha reducido desde 2020, todavía alcanza el 30,6% en menores de 24 años, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en España. Así, nuestro país no solo ocupa el primer puesto de temporalidad en Europa —11 puntos por encima de la media—, sino también el de desempleo juvenil, seguido por Italia.
Con todas estas cifras en la mano, resulta alarmante que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se plantee siquiera aumentar la edad de jubilación —aunque al final el ministro Escrivá diera marcha atrás en sus declaraciones, no es la primera vez que se propone—. Incluso acabando con el paro juvenil, aun así es normal que la cotización no fuera suficiente para pagar las pensiones de la generación más numerosa. Si no se acaba de raíz con la lacra de la temporalidad y se ofrecen empleos de calidad, con cotizaciones dignas, es imposible que se puedan pagar las pensiones —esto dejando a un lado la impunidad del saqueo de la hucha del que hablábamos en este artículo—.
Fuente: https://contrainformacion.es/la-temporalidad-ahoga-a-la-juventud/