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La empresa estatal debe contribuir a reducir la inflación, no a «inflarla»

Fuentes: Granma

Las medidas antiinflacionarias también se deciden en la empresa o de cómo desde la microeconomía puede contribuirse a disminuir los precios. Diálogo de abril del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con representantes del sector empresarial estatal.

El control y la reducción de los precios, en medio de la compleja situación actual, no pueden ser exclusivamente resultados de medidas antinflacionarias de carácter macroeconómico; también tienen que ser fruto de la actitud consciente, responsable y comprometida de las direcciones de las empresas y sus colectivos laborales que, desde la microeconomía, pueden adoptar disímiles acciones para reducir el costo de los bienes y servicios que ofertan y que, en última instancia, siempre paga la población.

Esta fue, nuevamente, la tesis central que analizó el reciente encuentro del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con representantes de la empresa estatal socialista, en el cual se evaluaron las entidades que en lo que va de año reportan utilidades del 150 % o más, en unos casos por una rentabilidad excesiva, y en otros muchos por diseñar planes más que cómodos, complacientes.

Según reseñó el sitio web de la Presidencia de la República, trascendió que, al cierre de los dos primeros meses de 2022, de las 1 355 empresas estatales captadas (la Oficina Nacional de Estadísticas e Información obtuvo datos de 1 956 organizaciones), 479 reportaron utilidades del 150 % o más por encima de su plan.

¿Será que estas empresas son muy eficientes o es que el plan que hicieron estaba lejos de sus potencialidades?, se preguntó el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación,
Alejandro Gil Fernández, quien condujo el intercambio, y también se detuvo en otras entidades que, en el mismo lapso, alcanzaron una rentabilidad sobre las ventas de 80 centavos y más por peso cubano, cuando el promedio del sistema empresarial nacional está en el entorno de los 18 centavos, y el de las entidades estatales en 15 centavos.

Gil Fernández calificó como un contrasentido que muchas de las que reportan utilidades del 150 % o más incumplieron a la vez sus planes de venta. «Si usted sobrecumple mucho las utilidades, es porque sobrecumplió mucho las ventas; si no es así, la única explicación es que su gasto real fue muy inferior al planificado». Criticó entonces la calidad en la elaboración del plan, del cual dijo, «tiene que ser objetivo, de lo contrario nos estamos engañando».

Sobre entidades que sí cumplieron o sobrepasaron sus planes de venta, pero que tienen utilidades excesivas, el titular del mep señaló que, como parte del control de la inflación, donde haya una rentabilidad muy elevada –debido a la oportunidad, la estacionalidad u otra cuestión favorable– es correcto (si fuera posible hacerlo) rebajar los precios o las tarifas.

«Trabajamos en una economía que es poco competitiva; o sea, hay pocos oferentes y hay restricción de oferta, y eso es algo que beneficia a los prestatarios de servicios o a los oferentes de bienes, que prácticamente pueden imponer el precio, porque el que compra tiene que comprar; pero cuando tenemos altos niveles de rentabilidad, debemos interiorizar que somos empresarios estatales, que estamos representando al Estado, que estamos manejando activos del Estado, por lo tanto, debemos tener un alto grado de conciencia y analizar cómo podemos disminuir tarifas o precios, porque todos los costos, de manera directa o indirecta, van a los precios que, al final de la cadena, quien los paga es la población».

Gil Fernández recordó que el Presupuesto del Estado de 2022 tiene un déficit de casi 76 000 millones de pesos, por tanto, dijo, incrementar la contribución del sistema empresarial (aporta alrededor del 80 % de los ingresos del Presupuesto) también contribuye al control de la inflación, porque parte de ese déficit se cubre con la emisión de dinero, o sea, sin respaldo productivo.

Al resumir su intervención, el Vice primer ministro señaló que, «en medio del actual proceso de autonomía empresarial, de ampliación de las facultades de las empresas, de eliminar la obligatoriedad de cumplir con indicadores directivos para la distribución de utilidades, de eliminar la obligación de la escala salarial y otras medidas, siempre hemos dicho que esa autonomía va acompañada de una preparación y mayor responsabilidad del colectivo laboral y de dirección, para que puedan manejar la empresa con razonabilidad, entendiendo las complejidades del contexto en que nos desenvolvemos, y el papel que debe desempeñar la empresa estatal socialista como principal actor económico de nuestro modelo».

Fuente: https://www.granma.cu/cuba/2022-04-30/la-batalla-contra-la-inflacion-tambien-se-decide-en-la-empresa