Aún bajo la emoción de la jornada con el maestro Roberto Vargas Lee y sus estudiantes de la Escuela Cubana de Wushu, les comparto las imágenes del cumpleaños del Comandante en Jefe Fidel, realizado en esta bella institución educacional del barrio Chino de La Habana.
Fue un intercambio precioso de deporte, de la poesía de nuestra Nancy Morejón Hernández, y de la conferencia enjundiosa del veterano dirigente partidista Jorge Lezcano Pérez. Nos acompaño también el Comandante Víctor Drake Cruz, hombre de leyendas y verdades históricas, héroe del Ejército Rebelde, segundo al mando durante la gesta internacionalista del Che Guevara en el Congo, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en la capital.
Fue esta una actividad de la Cátedra Fidel Castro que impulsa el proyecto de la Gráfica de la Comunidad y la Pyme Cambute en el territorio de Centro Habana.
Alegre y dispuesta, profunda en su plática, convencida de que hay salida para Cuba, llegó hasta la reunión la profesora Mai Lin Alberti Arozarena, primera secretaria del Partido Comunista de Cuba en el municipio, para intercambiar con los presentes, disfrutar de la fiesta y enamorar en la resistencia con su mística comunista y hermosa sonrisa. Haydee, Melba, Celia, Vilma, estarían orgullosas de este relevo. A Fidel lo veo con los ojos brillantes de júbilo, como ha quedado para la historia en sus pláticas con las federadas.
El intercambio fue algo bien lindo con el Comandante en el verbo y en el corazón.
Entre lo precioso que se dijo y los amores desbordados, me llegó muy profunda la aseveración del maestro Vargas Lee:
Con su mirada en el retrato que presidía la fiesta, el destacado profesor del arte marcial aseveró: “¡Fidel es nuestro Confucio!”.
La breve y concisa frase de profesor fue un regalo de cultura, sabiduría y magisterio martiano: Confucio (551 a.C.- 479 a.C.), el maestro y educador social, el filósofo, es considerado uno de los pensadores más importantes de la historia de la humanidad. Su pensamiento y códigos han tenido y tienen un gran impacto tanto en China como en el mundo…
Y nos dio más el maestro en su aula-Escuela:
Estamos urgidos de interrogar la Historia desde el presente, también para re significar nuestros símbolos. Y hacerlo como lo hizo el profesor Vargas Lee: Con cultura, sabiduría y magisterio, sin olvidar que lo que decide es la convicción y la emoción del patriota.
“¡Fidel es nuestro Confucio!”, me comunicó de manera clara e irrebatible, que allí en la Escuela de Wushu del Barrio Chino, Fidel está presente. Que allí sigue resonando en los corazones su Patria o Muerte: ¡¡¡Venceremos!!!, su Socialismo o Muerte: ¡¡¡Venceremos!!!
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