Tenemos grandes desafíos por delante, pero hay una verdad que la historia nos enseña: la clase trabajadora y el pueblo es capaz de levantarse y luchar una y otra vez, y así será hasta la victoria.
Se cumplen 50 años del golpe cívico militar que dejó instalada una actualización del capitalismo, la cual ha sido administrada en la salida pactada a la democracia. También vino a aniquilar los avances de la organización popular y revolucionaria que se venían acumulando con lucha y protagonismo del pueblo por décadas previas al gobierno de la unidad popular.
Rememoramos a las y los miles de trabajadores, campesinos, obreros, estudiantes, pobladores, mujeres y mapuche que dieron su vida por su pueblo. A las y los dirigentes de la clase, y a los héroes y heroínas anónimas que, en cada rincón del país, en tomas de fábricas, corridas de cerco, tomas de terreno y universidades pusieron por delante las necesidades y anhelos de su pueblo. Como AIT, con humildad, nos reconocemos parte de una continuidad histórica y buscamos aprender de aciertos y errores del pasado para luchar por una sociedad libre de explotación y opresión.
Reivindicamos la experiencia de los cordones industriales que son un invaluable ejemplo de anclaje territorial de la organización de las y los trabajadores, que abrió paso a la articulación y toma de fábricas para avanzar hacia una verdadera expropiación frente a la cogestión y colaboracionismo que les ofreció el gobierno. En ese sentido, destacamos la apuesta de construcción de poder popular gestada en el seno del pueblo, un poder antagónico al de la institucionalidad burguesa.
La historia nos enseña que hay que combatir el burocratismo enquistado en el movimiento sindical. La alianza que se gestó entre la CUT y el gobierno de la UP le restó independencia sindical y terminó transformándose en un apéndice de la gestión estatal dejando de lado el rol de representar las reivindicaciones e intereses históricos de la clase trabajadora. Con esto terminó obstaculizando los avances en la conciencia de las bases que identificaron que las contradicciones entre clases terminarían resolviéndose por la vía violenta como lo anunció la carta de los cordones industriales a Allende el 5 de septiembre de 1973.
Para el presente debemos acumular fuerza sindical clasista y combativa desde la independencia de clase. Esto requiere del levantamiento de sindicatos para combatir en todos los rincones del país, romper con la atomización y comenzar a unificarse bajo plataformas de lucha comunes. También generar espacios de educación y formación político sindical y ejercer solidaridad efectiva en conflictos laborales.
La acumulación de fuerza debe ser con métodos organizativos como el protagonismo de las bases, la democracia sindical y la combatividad como herramienta legítima de lucha, cuyo horizonte son la generación de capacidades reales para impulsar la huelga general en determinados momentos de la lucha del pueblo, y a la vez construir el poder que permita al calor de la lucha revolucionaria una verdadera expropiación y control obrero de los medios de producción.
Tenemos grandes desafíos por delante, pero hay una verdad que la historia nos enseña: la clase trabajadora y el pueblo es capaz de levantarse y luchar una y otra vez, y así será hasta la victoria.
Por un sindicalismo contra la explotación ¡A levantar sindicatos para luchar!
Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas AIT
Septiembre 2023
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