La Cumbre de la Paz convocada por la Unión Europea en Bürgenstock, Suiza, para el pasado 15 de junio resultó, como era previsible, en un show inútil porque la Unión Europea no quiso invitar a Rusia y uno se pregunta cómo se puede hablar de paz sin invitar a uno de los contendiente, además de negociar una paz entre Rusia y la OTAN en Ucrania con un presidente ucraniano cuyo mandato ha expirado, en cuyo caso ningún acuerdo tiene validez legal.
El único presidente de un país del Sur global que asistió a la supuesta Cumbre fue el de Argentina, el excéntrico Javier Milei. De los dos supuestos contendientes no estaba presente Rusia y tampoco Ucrania, porque Zelensky ya no la representa, ya que su mandato presidencial ha expirado, ¡Vaya Cumbre de Paz!
El día antes de esa supuesta cumbre Putin dio a conocer una propuesta de paz con tres puntos: retirada inmediata de las tropas ucranianas y de la OTAN del Donbás y reconocimiento de que ese territorio y Crimea son ahora parte de la Federación rusa, el compromiso de Ucrania de no integrarse a la OTAN y autonomía para las demás minorías dentro de Ucrania. Propuesta de paz para un alto el fuego inmediato.
Los pocos países cuyos jefes de Estado asistieron a la cumbre fueron los países de la Unión Europea. La propuesta de la Unión Europea parecía una broma de tan mal gusto que la Vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, que había viajado a Suiza como representante de Estados Unidos, se fue de regreso sin asistir a las reuniones. La propuesta de la Unión Europea consistía en condiciones impuestas como habrían sido si Rusia en lugar de estar ganando la guerra la hubiese perdido: retirada de las tropas rusas de los territorios liberados, pago de una indemnización por daños y reparaciones de guerra, además del enjuiciamiento de Putin como criminal de guerra. Como se ve una reunión sin ningún realismo y puramente para mantener el mito de que Ucrania puede vencer a Rusia, la finalidad es solo propagandista. Sin embargo fue útil para entender el objetivo de la OTAN con esta guerra regada con sangre ucraniana y rusa. El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, pidió el desmembramiento de la Federación rusa en unos 200 pequeños estados débiles.
Creo que fue la única intervención de utilidad porque dejó claro lo que persiguen los viejos imperios que constituyen la OTAN. Objetivo que creían poder obtener cuando la OTAN derrocó al Gobierno legítimo de Ucrania en el 2014. Trataron de borrar el pasado de Ucrania como nación rusa prohibiendo la lengua rusa. La armaron para que atacara a las provincias rebeldes que no reconocía al Gobierno impuesto por la Subsecretaria de Estado de EE.UU. Victoria Nuland. En la OTAN creían que podían usar a Ucrania como un ariete para destruir al ejército ruso, ahorrándose la sangre propia, y apoderarse de los recursos de Rusia en lugar de comprarlos. Creían que usando Ucrania como un ariete se podía demoler al ejército ruso con una guerra de desgaste como antes hicieron con la Unión Soviética en Afganistán.
En Occidente hay muchos políticos que creen sus propias mentiras cuando las ven reproducidas en la prensa. El diario inglés The Telegraph anunció que los bombardeos con misiles occidentales en el interior de Rusia ya habían causado protestas contra el Gobierno de Putin. Es precisamente con esa idea «churchiliana» que Estados Unidos y Gran Bretaña han enviado a Ucrania misiles de largo alcance y se presume que como son armas de operación algo complicada están siendo usadas contra la población civil del interior de Rusia por personal militar estadounidense, inglés o francés. Como el territorio de Ucrania está siendo utilizado para atacar blancos alejados del frente de batalla en Ucrania, Putin, Lavrov y otros miembros del Gobierno ruso advirtieron a la OTAN de que Rusia podía hacer lo mismo como una forma de reciprocidad.
Estados Unidos es vulnerable, porque aseguró su hegemonía poniendo más de 800 bases en los cuatro rincones del mundo, pero estas bases pueden alcanzarse con los misiles hipersónicos modernos de largo alcance que tiene Rusia. Ahora las bases son blancos potenciales para las fuerzas aeroespaciales de Rusia. Vladimir Putin es un hombre de palabra que no fanfarronea, como Emmanuel Macron. Putin es un estadista serio e inteligente
Por lo tanto, una respuesta “simétrica” implica que Rusia proporcionará a las naciones del Sur Global el armamento avanzado del que dispone y es capaz de causar graves daños a los nodos del Imperio de las bases.
Quiero especular sobre los principales candidatos para recibir estas armas, como se especula ampliamente no sólo en los canales de televisión rusos sino también en los pasillos del foro de San Petersburgo.
En Asia Irán y China ya los tienen, Siria los necesita con urgencia para sacar a las tropas estadounidenses que protegen el robo de su petróleo por el Califato Islámico. Yemen e Irak serían de gran ayuda para Hashd al-Shaabi) y en Libia hay varios bandos y ninguno quiere a la OTAN.
En Asia central, nororiental y sudoriental están Afganistán y Myanmar, dos países que estaban presentes en el foro económico de San Petersburgo. Otro fuerte candidato para recibir misiles rusos de largo alcance es Corea del Norte y con ellos puede atacar las bases norteamericanas en Japón y Guam.
En América Latina Cuba, Venezuela y Nicaragua son amigos entre ellos y todos son hostigados por Estados Unidos. Hacia ellos está dirigida la actual incursión rusa en el Caribe, donde ya llegó a La Habana. Hay dos buques de guerra muy modernos en La Habana. El submarino nuclear Kazan, que es casi indetectable, y la fragata misilística Gorshkov. Ambos están dotados de misiles hipersónicos maniobrables muy difíciles de interceptar, aunque solo estén armados con cabezas convencionales, también son letales y de muy largo alcance. Ese tipo de incursión puede realizarse también en África, donde hay países clientes de Rusia como República Centroafricana, Congo, Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y Zimbabue. Basta con mirar los países visitados por Lavrov en su reciente gira africana. Es larga la lista de países a los que interesa tener los medios para mantener a distancia a los socios de la OTAN o la AUKUS.
Los señores Zircon y Kaliber son de ciudadanía rusa y están listos para visitar las ciudades y las tropas de la OTAN en los países de esos vecindarios.
Los barcos de guerra rusos permanecerán por el Caribe en espera de los próximos acontecimientos que probablemente tengan lugar este próximo verano, cuando se prevé que la OTAN celebrará su 70 cumpleaños haciendo escalar la guerra hasta la confrontación directa con Rusia. En ese caso los buques de guerra rusos en el Caribe, que ya están allí y bien equipados con misiles antibuques de largo alcance, paralizarían el tráfico naval entre Estados Unidos y sus vasallos de la OTAN. Espero con impaciencia lo que sucederá este verano, será el fin de la supremacía anglo-sionista que a tanta gente ha robado y asesinado.
La agenda globalista prevista para el 2030 puede resultar en algo muy distinto.
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