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Antimilitaristes-MOC Valencia y la Assemblea contra les guerres presentan El pacifismo en España desde 1808 hasta el “No a la guerra” de Iraq (Akal), de Francisco j. Leira

Contra la violencia de los ejércitos: objetores de conciencia, insumisos y desertores

Fuentes: Rebelión

Antimilitaristes-MOC Valencia y la Assemblea contra les guerres presentan El pacifismo en España desde 1808 hasta el “No a la guerra” de Iraq (Akal), de Francisco j. Leira

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estrechaba la mano al jefe de Gobierno de Alemania, el socialdemócrata Olaf Scholz; a la derecha de los dos mandatarios se situaba el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; la fotografía fue publicada el 10 de julio por la agencia informativa alemana DW, con el siguiente titular: “Estados Unidos desplegará armas de largo alcance en Alemania”.

La información remitía a un comunicado de los dos gobiernos, en el que se detallaba el tipo de armamento –misiles de crucero Tomahawk-; los plazos para el inicio de la implantación, el año 2026; y su objetivo: “reforzar la disuasión militar de la OTAN en Europa”.

Ante la escalada militar global, se desarrollan numerosas iniciativas y asambleas en los territorios; el 4 de julio se presentó –en la librería L’imperi dels llibres de Valencia- el libro El pacifismo en España desde 1808 hasta el “no a la guerra” de Iraq (Ed. Akal, 2023), coordinado por el historiador Francisco J. Leira Castiñeira; el acto fue organizado por Antimilitaristes-MOC València y la Assemblea Popular València contra les Guerres.

El capítulo introductorio de Leira adopta -como punto de partida- el derrumbe del Muro de Berlín y la proclamación del fin de la Historia por intelectuales liberales como Francis Fukuyama; el texto menciona ejemplos que rebaten –a partir de 1990- esta tesis triunfalista: las guerras de Yugoslavia; en Sierra Leona; Congo; Mali; Siria; las dos guerras contra Iraq (1990 y 2003); en Yemen; Afganistán y de Israel contra el pueblo palestino, entre otras.

Los colectivos organizadores del acto en Valencia anunciaron la presencia de Francisco J. Leira, quien escribía en el volumen de Akal acerca de Antibelicistas en las trincheras de la Guerra Civil española en el siguiente contexto:

“El 8 de agosto de 1936 se inició un proceso de reclutamiento forzoso en el bando sublevado, que duró hasta el 7 de enero de 1939. En ese periodo de tiempo se reclutaron 13 reemplazos, comprendidos entre los de 1928 y 1941, un rango generacional muy amplio que incluyó a aquellos jóvenes que habían nacido entre 1907 y 1920”; en el campo democrático, el 15 de octubre de 1936 fue aprobado el Decreto de constitución del Ejército Popular de la República (EPR).

La catedrática de Historia Contemporánea en la Universidad de Málaga, María Dolores Ramos Palomo, y el profesor en la misma universidad, Víctor J. Ortega Muñoz, incluyen en el libro un listado con más de una veintena de asociaciones pacifistas femeninas

La serie comienza en 1854 con la Liga de Mujeres por la Paz de Estocolmo, fundada por Fredrika Bremer; en 1889 Ángeles López de Ayala, Teresa Claramunt y Amalia Domingo Soler promovieron la Sociedad Autónoma de Mujeres (Barcelona); otro hito señalado es la organización, en 1933, en París, del Comité Mundial de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo, a cargo de Gabrielle Duchane; Sylvia Pankhurst y Vera Brittain.

La investigadora y docente Vicenta Verdugo, autora de Franquismo y represión femenina en Valencia, también participó en el acto de presentación; su artículo en el texto de Akal está centrado en la Agrupación de Mujeres Antifascistas (AMA), cuyo primer congreso (fundacional) se celebró en el verano de 1934 en Madrid; la presidencia de honor recayó en Catalina Salmerón, militante en el republicanismo de izquierdas, y como presidenta ejerció Dolores Ibárruri, del PCE; una parte significativa de las afiliadas trabajaban de costureras, en las fábricas, los hogares, como oficinistas o dependientas.

Verdugo Martí subraya la evolución de AMA entre 1933 y el inicio de la guerra de 1936: “Desarrollará lo que se denomina un pacifismo realista, en el que se defendía que la paz y la libertad eran inseparables, término que podemos asimilar con el concepto de “pacifismo”, entendido como el derecho a la defensa en una guerra justa”.

El recorrido del libro colectivo se inicia con las Estrategias de oposición en la Guerra de la Independencia (1808-1814), por Gonzalo Butrón Prida y José Saldaña Fernández; continúa con “¡Abajo las Quintas!”. Protestas contra el modelo de reemplazo decimonónico (Albino Feijóo Gómez); Ni con la reina ni con los pretendientes: desertores, prófugos e indultados (1833-1850), por Manuel Santirso. Ya avanzado el siglo XX, se incluyen artículos como El pacifismo de los españoles bajo el franquismo (Antonio Cazorla Sánchez)

El profesor en el departamento de Sociología en la UNED, Ramón Adell Argilés destaca cómo –en el periodo 2001-2003- se organizaron en Madrid cerca de 70 manifestaciones contra la guerra en Iraq; las movilizaciones sumaron más de 1,7 millones de asistentes; uno de los hitos se produjo el 30 de marzo de 2003: cinco marchas a las bases militares de Madrid, Cádiz, Valencia, Zaragoza y Murcia.

Unos años antes, el 12 de marzo de 1986, se celebró el referéndum sobre la permanencia del estado español en la OTAN, promovido por el gobierno socialista de Felipe González; los votos afirmativos representaron la mayoría (56%).

Entre los referentes de la Campaña OTAN No figura la Quinta marcha a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), con 100.000 participantes según la organización; y, en mayo, la manifestación con motivo de la visita a Madrid del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, con cerca de 200.000 concurrentes (se reivindicó Indios al poder, yanquis a la reserva, entre otras consignas).

Autor de El pacifismo-antimilitarismo en España desde el siglo XIX hasta la guerra civil, el profesor en el departamento de Sociología de la Universitat de València, Juli A. Aguado, ha intervenido en el acto de la Assemblea y Antimilitaristes-MOC.

“Tras el desastre de Cuba de 1898, se incrementa el antimilitarismo y se produce un salto cualitativo en la evolución del pacifismo orgánico strictu senso, sobre todo a partir de la Semana Trágica de Barcelona de 1909, cuando el rechazo de la sociedad hacia la guerra, sin llegar a ser un movimiento de masas per se, adquiere una incidencia real en la vida política”, escribe Aguado Hernández en el texto de Akal.

En otro de los artículos –El movimiento de insumisión y el fin del servicio militar obligatorio en España-, el historiador Pedro Oliver Olmo subraya años de “agitación antimilitarista”, como 1988; por ejemplo, con el rechazo de la prisión militar a objetores sobrevenidos como José Manuel Fierro, de 19 años (fue declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional) y la ocupación pacífica de edificios oficiales.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.