El pasado sábado (25 de enero) Manuel tuvo su cumpleaños 80 en la escuela primaria que lleva su nombre en medio de la calle Monte, entre Ángeles y Águila, ahora en la demarcación de La Habana Vieja, para mí, territorios de Los Sitios y Jesús María, en La Habana Metropolitana y grande de los barrios que nacieron “extramuros”, y se suceden con fronteras imprecisas; fronteras muy peleadas por la muchachada de mi niñez y primera juventud. Me recuerdo cómo con esos belicosos competidores, creamos la primera guarnición -milicia revolucionaria- estudiantil en la William Soler, mi secundaria de finales de los sesenta…
No hay en esta escuela de caserón de tres pisos, paredes y herrería recién pintadas, no hay muebles nuevos… si se ve la mano visible-invisible que repara, retoca y cuida. Hay si por ver: disciplina, organización, niños y niñas hermosos, de uniformes limpios y cuidados, maestras y maestros muy bien compuestos, bellas cubanas de esas que hacen de un trocito de tela el mejor de los atuendos, maestros bellos también unos muy jóvenes otros veteranos…
Y esa primera visualidad que nos impacta, sin dudas crece y se multiplica, cuando nos adentramos en la colmena educativa que allí funciona. Llegamos minutos antes del matutino, y presenciamos la actividad del colectivo, cada quien sabe lo que tiene que hacer, y hacia donde debe ir…. Directora, guía base y jefes de año que mandan con el protagonismo del liderazgo pedagógico.
Presentes estaban varios directivos del municipio de educación, y si no nos los presentan, los hubiéramos asumido como maestros y maestras de la escuela. Quienes llevamos más de medio siglo en la educación, sabemos apreciar esta cualidad de integración. No había “cuadros” en chequeo y ordeno “dando dedo” de mando, percibimos un compartir el acto precioso de crear… Maikel Gabriel Borras Echavarría, nos completó el escenario de lo que deber ser: nos referimos a un presidente de Asamblea Municipal del Poder Popular, que no era “visita”, que conoce y llama por sus nombres a los docentes de la escuela, y se siente y actúa como uno más en aquel conglomerado de maestría educacional.
El matutino bien pensado, acorde a las edades de los estudiantes, sin descargas grandilocuentes de adjetivos y gestualidades: Manuel el muchacho de pueblo, el joven alfabetizador, en su real historia de héroes y mártires, en combinación acertada de arte, y pensamiento…
Fueron convocados y abanderados en el acto los jovencitos de 9no grado del territorio, que han manifestado su interés y compromiso para ingresar en las escuelas pedagógicas. Y me confesó un maestro emocionado que todos había sido sus alumnos en esa misma escuela primaria…
Fue este un cumpleaños de cariños y amores, de patria y educación en resistencia y Revolución. Donde la vida asesinada de Manuel por esbirros del imperio, les revelaba a los escolares el por qué muchos de sus padres y madres, familiares y amigos, andaban con ropa miliciana en estos días de Bastión.
Tuvimos el privilegio de participar con varios brigadistas Conrado Benítez, con delegados del poder popular, personalidades del Consejo y el municipio. Ahí les comparto imagines de esta mañana de ratificación, de que sí se puede, de que si se podrá.
En foto de cierre están mis compañeros del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech: Pedro Pablo, delegado en el barrio y articulador de nuestra presencia en la escuela, del IV Contingente de la Isla de la Juventud y Miguel del II Contingente también de la Isla, Paulino del IV Contingente de Ceiba, y este aprendiz a cronista del I Contingente en la habanera Lenin. Nos acompaña en el recuadro Juan Carlos otro de los delegados participantes…
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