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A propósito de listas

Fuentes: Rebelión

Sucesivas administraciones de EE.UU. han utilizado listas ilegales elaboradas por Washington como instrumento para sancionar y presionar a naciones que defienden su soberanía e independencia, y que por ello las considera adversarias.

La administración del repitente mandatario Donald Trump incluyó recientemente a Cuba, por segunda ocasión, en el listado espurio de la Casa Blanca de países patrocinadores del terrorismo, determinación que tiene como objetivo justificar el bloqueo que impone a la isla desde hace 65 años, y arreciarlo cada vez más.

Como es bien conocido, el mundo ha rechazado en innumerables ocasiones en la ONU y en todos los organismos internacionales el cerco económico, comercial y financiero que EE.UU. mantiene a la mayor de las Antillas, así como el hecho infundado de considerarla promotora del terrorismo.

Sin embargo, Washington no ha dejado de insistir en su política agresiva hacia Cuba con el claro fin de destronar su revolución y el paradigma que ha significado para la humanidad.

La nación caribeña desde el mismo inicio de su proceso revolucionario, el 1 de enero de 1959, lo que sí ha patrocinado es la paz, la solidaridad, la hermandad y la colaboración, a diferencia de su vecino cercano y poderoso del norte.

Ejemplos de esa conducta de Cuba, reconocida por todos los pueblos del mundo, son numerosos e imposibles de relacionar en una nota periodística, tendría que ser en todo caso en un libro de varios tomos.

Y tal postura del decano archipiélago del Caribe la ha materializado siempre a pesar del bloqueo e incontables acciones terroristas que ha sufrido, orquestadas y financiadas desde territorio estadounidense.

Washington planeó más de 600 frustrados atentados para asesinar al Comandante en Jefe, Fidel Castro, organizó la invasión mercenaria de Playa Girón, fue cómplice directo de la voladura de un avión civil cubano en Barbados, que acabó con la vida 73 personas inocentes, y ha sido compinche de ataques castrenses contra embajadas y oficinas diplomáticas de la isla, por citar algunos de otros tantos hechos violentos reprochables.

Entonces es muy fácil responder las interrogantes sobre quién promueve el terrorismo internacional, y el genocidio, con sus guerras imperiales, y quién constituye una real amenaza para la humanidad.

También sería más que justificado que el Sur global y los países que integran los BRICS, encabezados por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y ampliado con el ingreso de nuevos miembros, confeccionen un listado encabezado por EE.UU., con varios de sus aliados como Israel, de estados terroristas y genocidas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.