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Guía completa para idiotas sobre los asuntos mundiales

Fuentes: Rebelión [Imagen: niños de Gaza haciendo sus deberes escolares entre las ruinas de lo que fue su casa]

Traducido por Paco Muñoz de Bustillo

La izquierda y la derecha adoptan la misma perspectiva del mundo basada en la realidad pero responden ante ella según distintos términos morales. Los liberales, por su parte, viven en un universo alternativo, de pura fantasía.

En ocasiones resulta práctico reducir las cosas a lo esencial, especialmente cuando la complejidad no se aprovecha para ilustrar sino para confundir. Así que ahí va mi breve guía para idiotas sobre la actualidad mundial.

Hay dos maneras de entender lo que llamamos “asuntos mundiales”, o a veces “noticias internacionales”, basadas en la realidad.

1. La primera considera a Estados Unidos el corazón palpitante de un imperio global altamente militarizado, el más fuerte de los conocidos, con más de 800 bases militares por todo el mundo. EE.UU. ha dividido el mundo en “democracias” y “Estados moderados” que obedecen sus órdenes, por un lado, y por el otro en “dictaduras” y “regímenes del terror” que no quieren o no pueden someterse a sus dictados.

Los primeros son aliados que aprovechan algunos de los beneficios de pertenecer al imperio, mientras que los segundos son presentados como una amenaza a la paz mundial. Deben por tanto ser constantemente intimidados, contenidos, castigados y, en ocasiones, atacados.

El objetivo de organizar el mundo de esta manera es el control de los recursos mundiales, sobre todo el petróleo. Así los ciudadanos occidentales disfrutan de privilegios limitados a costa de las privaciones que sufren quienes están fuera del imperio. Dichos privilegios pretenden mantener dóciles y leales a los ciudadanos del imperio estadounidense. Al mismo tiempo el imperio permite que los miembros de sus élites amasen una inmensa riqueza basada en la explotación de los recursos mundiales, una riqueza cuya magnitud es difícil de captar por la mayoría de la gente.

Esta visión del mundo es generalmente coherente con lo que se denomina un talante de izquierdas. Ve el sistema existente como algo malo a lo que hay que poner fin.

2. La segunda visión del mundo está de acuerdo con todo lo anterior, salvo que piensa que se trata del mejor sistema posible dadas las circunstancias y que debe preservarse a toda costa. Esta perspectiva suele coincidir con lo que se denomina un talante de derechas o conservador.

En otras palabras, ambos grupos ven las cosas básicamente de la misma manera pero responden de modo diferente ante la misma realidad.

El segundo grupo, los conservadores, quieren mantener el mundo dividido, justificándose por diversos motivos que suelen denominar “pragmatismo”. Esencialmente, creen que el mundo es despiadado y que es importante que sigamos siendo los más fuertes. En cierto modo, este punto de vista se basa en una presunción racista apenas disimulada según la cual la civilización blanca o cristiana es superior a la de los otros pueblos y en que si el mundo se organizara de otro modo se produciría el caos y la barbarie.

El primer grupo, la izquierda, quiere acabar con la división del mundo en dos bandos, “ellos” y “nosotros”, argumentando que es peligrosa. La lógica imperial justifica que se invierta en la industria armamentística un dinero que podría utilizarse para mejorar la calidad de vida de las personas ordinarias y asegurar el futuro del planeta. Refuerza la lógica de la maquinaria de guerra occidental basada en fomentar un clima de miedo permanente. En un clima político tan febril, es fácil manipular a la gente para que apoye las guerras o la opresión de otros pueblos, normalmente de piel oscura. La división del mundo por el imperio racionaliza el racismo, el egoísmo y la violencia, e impide la cooperación. Es intrínsecamente insostenible. Y, en la era de las armas nucleares, corre el riesgo de llevarnos a una confrontación que acabe rápidamente con la vida en el planeta.

Por supuesto, no todos los puntos de vista encajan en estas dos categorías que ven el mundo tal como es. También están los liberales que no entienden mucho de esto. Viven en un mundo de fantasía, una irrealidad fabricada para ellos, tanto por los políticos occidentales dependientes de una clase multimillonaria que les financia como por unos medios de comunicación occidentales propiedad de multimillonarios profundamente comprometidos con la pervivencia de un mundo dividido que los mantiene fabulosamente ricos.

Lo que llamamos “política” es mayormente una pantomima en la que la élite rica de Occidente se esfuerza por mantener la ilusión para los liberales de que el imperio es una fuerza del bien, que el sufrimiento de la gente de piel oscura es un sacrificio necesario a corto plazo para que la historia continúe su progresión hacia una democracia liberal capitalista perfecta que beneficiará a todos, y que en este sentido las guerras de Occidente que producen aún más sufrimiento para la gente de piel oscura son en realidad guerras “humanitarias”.

En términos sencillos, los conservadores apoyan la opresión permanente de la gente de piel oscura porque les temen, entendiendo acertadamente que nunca estarán de acuerdo con su opresión. Los liberales, por su parte, apoyan lo que suponen que es la opresión temporal de los de piel oscura porque piensan que es beneficiosa: acaba purgándoles de sus hábitos ideológicos y culturales defectuosos, llevándoles a ver las cosas a nuestra manera.

Si a usted le parece que muchos de sus amigos y vecinos son indiferentes a un genocidio que se ha retransmitido en directo durante un año y medio, probablemente sea porque, en el fondo lo son, tanto si se identifican como conservadores o como liberales.

Fuente: https://jonathancook.substack.com/p/the-complete-idiots-guide-to-world

El presente artículo puede reproducirse libremente siempre que se respete su integridad y se nombre a su autor, a su traductor y a Rebelión como fuente del mismo