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Crisis de salud

Doctor Ricardo Fábrega: «Lo que hizo el ministro Marcel este año con el sector salud es imperdonable»

Fuentes: Rebelión

«En el país, de acuerdo a la información entregada, en las cifras de diabetes, hipertensión, problemas de salud mental, estamos mal. Y eso sólo se corrige con una planificación de largo plazo en lo preventivo; en la cotidianidad de un equipo profesional que acompañe a las personas para una vida saludable. Eso en Chile no existe.»

Invitado por la Asociación de Trabajadoras y Trabajadores Profesionales del Instituto de Salud Pública (APRUS), el médico, Decano de la Universidad Santo Tomás, Presidente de la Corporación Alma Ata, Ex Subsecretario de Redes Asistenciales, entre otras responsabilidades y cargos, Ricardo Fábrega, realizó una informada y didáctica exposición sobre salud pública en el Salón de Honor del ISP.

Fábrega recordó su paso como director del ISP y «nunca me fui del todo de la entidad, debido a que hago parte del directorio de la Revista Científica».

Respecto de la atención primaria, el profesional señaló que «recién el año 2000 se retomó seriamente por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El 2018 por las Naciones Unidas, y el 2021 el Banco Mundial declaró que la OPS tenía razón y que es preciso enfrentar el desafío de la Cobertura Universal de Salud», y agregó que, apropósito de lo anterior, escribió un artículo titulado ‘El presupuesto de 2025, un retroceso para el sector que debe ser corregido’, donde criticó al Gobierno y al Parlamento «porque me sorprendió lo inconsistente de la ley presupuestaria para el sector. Eso no está bien para Chile».

El especialista dijo que, «el presupuesto de salud de 2025 en el país presenta un freno significativo respecto de compromisos adoptados internacional y nacionalmente. Se identifican insuficiencias en el gasto público, una disminución del aporte fiscal para FONASA y un crecimiento muy limitado en la atención primaria. Además, la migración masiva de afiliados desde las Isapre incrementa el gasto de bolsillo. El presupuesto general no permite avanzar hacia metas clave como alcanzar el 6 % del PIB en gasto público en salud, ni fortalece la atención primaria, ambos fundamentales para el compromiso de salud universal».

«En cuanto al ISP», continuó el médico, «sus funciones son vitales en tanto regulan las inspectorías, fiscalizan, dan certificados, vigilan, realizan investigación. Estas actividades son normales en los sistemas de salud pública. Ahora, sobre la generación de recursos propios, esto no tiene nada que ver con dinero, sino que con la formación de profesionales y técnicos, de medicamentos y dispositivos, de infraestructura. Es importante que la gente sepa que para que las medidas que hoy resultan beneficiosas para la población, se efectuó un estudio y planificación hace muchos años. Los sistemas de salud no son sistemas automáticos».

Ricardo Fábrega explicó que en materia de financiamiento del sistema, sus fuentes son «la cotización del 7 % todos los meses y que va a parar a un fondo público o privado; y el aporte fiscal. Ese presupuesto es poco para el ISP porque se va casi toco a la Central de Abastecimiento (CENABAST). Ahora bien, la teoría económica enseña que mientras más grande es el aporte fiscal, entonces el sistema es más equitativo. ¿Por qué cuento todo esto? Porque al final quien resuelve en el sector público la definición y ejecución presupuestaria, es la comisión de financiamiento del Parlamento».

-¿A qué se comprometió Chile internacionalmente?

«A la prestación, redes intersectoriales, alimentos sanos, lucha contra el tabaco. También nos comprometimos a tener un fondo solidario, pero el de acá es dual (público y privado), y no cumplimos. Tampoco cumplimos con el 6 % del PIB para la salud pública (que es lo mínimo). De hecho, a este ritmo económico no tenemos para cuándo llegar a ese porcentaje. Asimismo, el gasto de bolsillo del usuario no puede ser superior al 20 %, sin embargo, en Chile estamos sobre el 30 % y tenderá a aumentar. Y luego, para que un sistema funcione adecuadamente en el primer nivel de atención, tiene que gastarse entre el 30 y el 40 % de los recursos asistenciales en el área. Si no es así, comienza a gastarse más en lo curativo-tardío, y no en lo preventivo donde se juega el bienestar de la comunidad. En el país, de acuerdo a la información entregada, en las cifras de diabetes, hipertensión, problemas de salud mental, estamos mal. Y eso sólo se corrige con una planificación de largo plazo en lo preventivo; en la cotidianidad de un equipo profesional que acompañe a las personas para una vida saludable. Eso en Chile no existe.»

Fábrega manifestó que el problema del financiamiento y el presupuesto no se encuentra en la cartera de salud, «sino que en Hacienda, donde el señor Mario Marcel pasa por encima de la cabeza de todo el mundo, y así no se puede. Lo que hizo Marcel este año con nuestro sector es imperdonable. El aporte fiscal bajó un 4 %, o sea, 439 mil millones de pesos menos que el año pasado. Con esos recursos habríamos podido tener atención primaria y salud universal para casi todas las comunas de Chile», y añadió que «de este modo, el prepago total del sector salud bajó, porque bajaron las cotizaciones de las más altas rentas que estaban en Isapre».

En relación al gasto real del presupuesto para el sector, el doctor detalló que «estamos estancados hace muchos años en una ejecución de un 27 % y no logro entender el porqué. Además el índice per cápita en salud este 2025 es el peor en 20 años. Actualmente, el gasto de salud promedio por usuario llega a 11 mil pesos al mes».

En promedio, una persona de la tercera edad en Chile puede gastar más de 100 mil pesos al mes sólo en medicamentos.