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Fallece en Italia la combatiente popular Marcela Rodríguez

Fuentes: Rebelión

Marcela Rodríguez sin duda es una compañera de tremenda importancia en nuestra historia reciente de lucha, un ejemplo de la fuerza y convicción con todas las intersecciones que habitan la vida de una mujer, una mujer que decide ir contra la tiranía y que se atrevió a empuñar las armas contra los asesinos que daban origen al nuevo orden del capital en Latinoamérica.

por La Zarzamora

Durante la noche del 3 de octubre falleció en Italia la compañera subversiva Marcela Rodríguez, tras dos semanas de hospitalización por causa de una neumonía. Marcela fue parte de las Fuerzas Rebeldes Populares Lautaro en donde tuvo un papel clave realizando acciones contra la dictadura y la posterior “democracia” de la Concertación.

«Nosotros no creíamos que con la Concertación se iba a resolver los problemas de la pobreza, por lo que seguimos con la lucha armada», señaló Marcela Rodríguez en una entrevista que realizamos con la colaboración de @buscandolakalle.

Entonces consultamos a Marcela sobre el apodo «Mujer Metralleta», el que primeramente surge de los medios fascistas con una finalidad despectiva, pero que finalmente la dejó por siempre en el imaginario colectivo: «Una estupidez… Pero al final, si lo que querían era provocar en el pueblo un rechazo hacia nosotras, hacia las mujeres, se volvió un bumerang y nos pusieron siempre en primeras páginas. Cuando llegábamos a las poblaciones nos aplaudían y gritaban ¡Vivan las mujeres!», afirmó a La Zarzamora.

Marcela nace el 3 de marzo de 1953 en Santiago. Su infancia la vivió en una población obrera del sector sur de Santiago llamada Villa Sur, su educación básica la cursó en la escuela Alfonso Matte ubicada en la población Dávila y la media en la escuela Técnica Femenina Nº 3 ubicada en la comuna de San Miguel, en donde dice haber recibido «las herramientas necesarias para interpretar el mundo», lo que sumado a las enseñanzas de su hogar completaron su formación. «En las tertulias familiares mi padre nos hablaba de la Historia de Chile y del Mundo, especialmente de la historia del movimiento obrero, pues él había sido dirigente sindical en su juventud», nos relató.

En 1982 cuando el MAPU se dividió, se forma el Mapu Lautaro al cual se integró de manera activa. Tras ser parte de las milicias del Lautaro, Marcela comenzó a participar en las FRPL (Fuerzas Rebeldes Populares Lautaro), en donde accionó contra la dictadura y posteriormente contra la concertación que daba continuidad al régimen por medio de la oficina (servicio de inteligencia), la prisión política, el asesinato de combatientes y la impunidad de los milicos y civiles partícipes de la dictadura.

El 14 de noviembre de 1990 participa del rescate al preso político Marco Ariel Antonioletti desde el Hospital Sótero del Río, en Santiago, resultando gravemente herida. Sobre este hecho Marcela nos comentó: «Lo enfrenté con mucho coraje. La verdad es que nunca pensé que me matarían, que estaría presa o que me moriría, siempre pensé que lo que hacía era lo correcto y en el momento que me llegó la bala me dije ‘cagué, pero no me verán llorar’, y así fue.

Supuestamente no debería haber pasado todo lo que pasó, siempre nuestras acciones eran limpias, desgraciadamente al caer yo herida todo cambió. Creo que al compañero rescatado lo llevaron a una casa que no debería ser y luego el dueño de casa llamado Juan Carvajal, que luego sería el Director de Comunicaciones del gobierno de Bachelet, lo delató y allí fue asesinado por pacos, ratis (agentes de investigaciones) y fuerzas especiales. El compañero estaba desarmado».

La memoria activa por esta compañera valiente, de actitud irreductible, de convicción absoluta en el combate contra el enemigo, es imprescindible.

Marcela Rodríguez sin duda es una compañera de tremenda importancia en nuestra historia reciente de lucha, un ejemplo de la fuerza y convicción con todas las intersecciones que habitan la vida de una mujer, una mujer que decide ir contra la tiranía y que se atrevió a empuñar las armas contra los asesinos que daban origen al nuevo orden del capital en Latinoamérica.