A 34 años del triunfo de la contrarrevolución encabezada por el brazo armado de la burguesía, la Tendencia Socialista Revolucionaria declara: 1. la acción contrarrevolucionaria de 1973 expresa la reacción del conjunto de la burguesía nacional y del imperialismo norteamericano para liquidar el ascenso revolucionario protagonizado por obreros, campesinos, pobladores y estudiantes en los cruciales […]
A 34 años del triunfo de la contrarrevolución encabezada por el brazo armado de la burguesía, la Tendencia Socialista Revolucionaria declara:
1. la acción contrarrevolucionaria de 1973 expresa la reacción del conjunto de la burguesía nacional y del imperialismo norteamericano para liquidar el ascenso revolucionario protagonizado por obreros, campesinos, pobladores y estudiantes en los cruciales años 1970 – 1973;
2. los obreros y campesinos sobrepasaron la legalidad y los estrechos marcos impuestos por la lucha puramente sindical construyendo sus propios organismos de poder a largo y ancho del territorio nacional, tales fueron los Cordones Industriales, Comandos Comunales y Comandos Campesinos;
3. la ofensiva revolucionaria de las masas obreras y populares ocupó las fábricas, expropió las tierras y expulso a los imperialistas de las minas. Las masas proletarias demolían las vetustas estructuras de dominación burguesa y avanzaban decididas hacia la toma del poder para construir en Chile la sociedad sin clases, para conquistar el Socialismo.
4. el Partido Socialista y el Partido Comunista, componentes fundamentales de la Unidad Popular, se alzaron como el peor obstáculo para el triunfo revolucionario que las masas anhelaban. El programa de reformas, la politica de conciliación de clases, la desconfianza hacia la acción directa de las masas, las ilusiones sembradas por los reformistas en torno a la «vía pacífica al Socialismo», el respeto a la Constitución Política Burguesa, la negativa a asumir el programa militar de la revolución, desarmaron al movimiento proletario y lo condujeron a la peor de sus derrotas;
5. el proletariado entregó lo mejor de sí en esta gesta heroica, su conducta impecable lo exime históricamente de cualquier responsabilidad ante la derrota. Las generaciones presentes saludamos a los combatientes proletarios que lucharon por la victoria de la revolución socialista en Chile, con lealtad revolucionaria nos disponemos a extraer las sabias lecciones que nos deja su experiencia;
6. el proletariado debe forjar la Dirección Política Revolucionaria que conduzca sus luchas hasta la victoria definitiva sobre el capital y el imperialismo. Esa es la lección fundamental y en esta tarea la Tendencia Socialista Revolucionaria pone todo su empeño;
7. durante 17 años de dictadura militar soportamos represión, humillaciones y miseria. Las Heroicas Jornadas de Protesta Nacional de los años 82 – 83 minaron las bases de dominación de la dictadura. El recambio político burgués comienza a diseñarse. La burguesía golpista agrupada en el Partido Demócrata Cristiano encabeza el programa de recambio y se convierte en el paladín de la «vuelta a la democracia»;
8. la Concertación de partidos por la Democracia, conglomerado burgués que aún gobierna en Chile, se puso a la cabeza del movimiento antidictatorial para acallar el ánimo insurgente que se gestaba en las poblaciones obreras, negoció la salida de la dictadura garantizando la impunidad de los criminales y el respeto a la «obra económica» de la dictadura. En esta salida, la burguesía contó con el vergonzoso apoyo de los ex izquierdistas agrupados en el Partido Socialista.
9. transcurridos 14 años de gobiernos concertacionistas elegidos con votos populares, los proletarios podemos comprobar que la burguesía nacional ha aumento su riqueza y su poder. Las garras sucias de los imperialistas han vuelto saquear nuestras riquezas básicas. Mientras los proletarios nada bueno hemos obtenido de estos gobiernos que se autodenominan democráticos.
10. la Concertación ha arrebatado nuevos derechos a los trabajadores. Han llenado las fábricas, minas y campos del país con empresas subcontratistas fragmentando a la clase obrera . Hoy quieren arrebatarnos la indemnización por años de servicio, y se preparan para flexibilizar aún más la jornada de trabajo. Entretanto los patrones imponen el terror en las empresas.
11. pero todo proceso tiene su inicio, su desarrollo y su fin, el dominio burgués y el aplastamiento del proletariado nunca serán eternos. Grandes huelgas de trabajadores forestales, mineros y de la agroindustria anuncian que un nuevo ciclo de la lucha entre las clases se ha iniciado en Chile; movilizados por acuciantes necesidades económicas aumenta el número de huelgas y protestas. El proletariado nacional, con su acción directa y de masas, en los hechos ha puesto fin el anormal ausentismo de los trabajadores en la escena política nacional. La burguesía defiende furiosa su cuota de ganancia y exige al unísono la vuelta al orden;
12. el gobierno de Bachelet ha lanzado una feroz represión contra el movimiento obrero que comienza a levantar cabeza. Se dice que la Concertación gobernante tiene dos «almas» , y las tiene, una que mira a la derecha y otra que mira a la ultraderecha. Hacia el pueblo miran sólo cuando es necesario acallarlo con represión o con mentiras.
13. ante la reciente presión obrera el gobierno giró a la derecha. El llamado a formar un consejo para la equidad, por la composición de sus personeros y por sus objetivos, así lo confirman. El gobierno -incluídos los socialistas- llaman a un nuevo Pacto Social que garantice el desarrollo del país y que se haga cargo del llamado de la Iglesia para establecer un «sueldo ético» para los trabajadores;
14. el Pacto Social y toda política de clases acarrea sólo derrotas a la clase obrera. De momento la CUT ni el PC se han unido al llamado, pero es cuestión de tiempo, la reforma al sistema binominal de elecciones los traerá de vuelta al alero de la «burguesía progresista y democrática»;
15. en la fase presente las tareas del proletariado están relacionadas con su fortalecimiento orgánico, ideológico y político. Hay que aumentar la sindicalización, fortalecer la unidad por la base e imponer la negociación por rama industrial o por grupo económico. Hay que enarbolar las banderas de la lucha anticapitalista y por el socialismo. La lucha contra el orden neoliberal, caballito de batalle de los reformistas y a la cual se unen hasta los cínicos socialistas que han aplicado este modelo hasta cansarse, es insuficiente. El neoliberalismo no es más que una modalidad del capitalismo. La lucha por mejorar los salarios es una lucha necesaria y justa. Pero nadie puede engañarse: no existe salario justo, no existe salario ético. El sistema asalariado produce y reproduce la esclavitud, la miseria y las deudas. El proletario nacional avanza, acompasando el ritmo de sus luchas con las de los demás pueblos latinoamericanos y forjará sus herramientas de liberación. Los revolucionarios enfrentan hoy el deber de aportar su esfuerzo militante para orientar las luchas de todos los explotados. Trabajar por la construcción del Partido de la Revolución Socialista es la tarea ineludible del presente. En ese camino llamamos a la unidad de la izquierda revolucionaria, de los auténticos luchadores anticapitalistas a construir un Block de Izquierda que acelere la maduración de las posiciones revolucionarias al interior de la vanguardia proletaria.
POR LA UNIDAD DEL PROLETARIADO: NO MAS SUBCONTRATACION, SINDICATOS UNICOS POR RAMA O POR GRUPO DE EMPRESAS
POR LA CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO Y EL BLOQUE DE IZQUIERDA ANTICAPTALISTA EN CHILE