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A alguien le falta un tornillo

Fuentes: Rebelión

«Más de un centenar de palestinos murieron el miércoles en la Franja de Gaza, devastada por los ataques israelíes, en una jornada de pesadilla marcada por las matanzas ocurridas en un mercado y en un centro de refugiados de la ONU», reseñaba una agencia de noticias la información sobre la masacre del día en Palestina. […]

«Más de un centenar de palestinos murieron el miércoles en la Franja de Gaza, devastada por los ataques israelíes, en una jornada de pesadilla marcada por las matanzas ocurridas en un mercado y en un centro de refugiados de la ONU», reseñaba una agencia de noticias la información sobre la masacre del día en Palestina.

Las imágenes eran devastadoras. Israel deja Gaza sin luz, dice otra nota. Van ya más de 1.400 muertos entre la población de Gaza, muchos de ellos niños, consecuencia de ataques a escuelas, hospitales y, en realidad, a todo el territorio de la angosta franja de 360 km2 y cerca de 1,8 millones de habitantes, una de las zonas de mayor densidad poblacional del mundo.

Las noticias del día indicaban también que «el Pentágono envió munición adicional a Israel por petición del Estado judío, que mantiene su ofensiva contra la milicia de Hamás en Gaza».

Para el primer ministro israelí, «no hay guerra más justificada que esta». Uno de los ejércitos mejor equipados del mundo contra un grupo armado con cohetes incapaces de dar en un blanco elegido. Y una vasta población civil sitiada desde hace años y sometida a todo tipo de humillaciones.

¿Qué sigue después de la devastación? Hay que ser muy ingenuo para no pensar en los efectos a más largo plazo de esta masacre.

Pero no es el único lugar del mundo donde a algunos parece habérseles perdido un tornillo. El día anterior, en Washington, el presidente Barack Obama anunciaba nuevas y dramáticas sanciones a Rusia, que buscan afectar los sectores de finanzas, defensa y energía.

A esas sanciones se sumó la Unión Europea. El objetivo es multiplicar su costo para Moscú. El pretexto es la política rusa en Ucrania.

Parece que «occidente» llegó a la conclusión de que es la hora del asalto final. Avanzaron sobre Ucrania, dejando a un lado las promesas de no hacerlo del período del fin de la Guerra Fría. Entonces, cuando la Unión Soviética se desmembraba, actuaron con más prudencia. Ahora, que «occidente» ve crujir sus estructuras, en medio de la crisis que no afloja, decide «huir hacia delante», cercar Rusia y…. ¿Qué pretenden?

Digamos que lo logren. ¿Es tan difícil imaginar las consecuencias de una Rusia desestabilizada, sumergida en un previsible conflicto interno? ¿No basta ver las consecuencias (mucho menos graves y aun así desastrosas) de esa política en Ucrania?

¡Alguien ha perdido un tornillo en ese devastador (y miope) escenario internacional! ¡Va a ser difícil encontrarlo en medio de este caos!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.