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¿A cuál derecha hay que creerle?

Fuentes: Kaos en la Red

La Derecha latinoamericana (y chilena) no es una sola. En ella encontramos sectores seudo- democráticos y cuasi republicanos (que hoy se autodefinen como ‘progresistas’)…pero también existen otros: sediciosos, golpistas, discípulos  del fascismo y de los gobiernos totalitarios. ¿Cuál de esos dos grupos representa cabalmente a la Derecha? ¿Y cuál de ellos es el que en […]

La Derecha latinoamericana (y chilena) no es una sola. En ella encontramos sectores seudo- democráticos y cuasi republicanos (que hoy se autodefinen como ‘progresistas’)…pero también existen otros: sediciosos, golpistas, discípulos  del fascismo y de los gobiernos totalitarios. ¿Cuál de esos dos grupos representa cabalmente a la Derecha? ¿Y cuál de ellos es el que en realidad la manda y dirige? 

LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS acaecidos en la República de Honduras han revivido aprensiones que se pensaba estaban superadas, y América Latina, una vez más, cree observar negros presagios cerniéndose sobre sus cielos, amenazando la paz y la débil constitucionalidad democrática conseguidas luego de largos años de dictaduras militares derechistas, y de la aplicación de políticas de «seguridad nacional».

Los últimos gobiernos pro-neoliberalismo que el establishment instaló en nuestras naciones se han caracterizado por una pusilanimidad rayana en el entreguismo, y quizá esa característica -la de haber sido administraciones timoratas ante las imposiciones de la gran metrópolis (EEUU) y de las empresas transnacionales- constituyó el cebo que atrae a los espíritus dictatoriales, mostrándoles cuán fácil puede ser el camino a recorrer en orden a agenciarse el poder total, sin discusión ni veredas opuestas. 

El golpe fascista en Honduras ha debido contar con el necesario visto bueno del Pentágono y de las empresas transnacionales y sus ejecutivos locales, pues de otra manera por ningún motivo los sediciosos en Tegucigalpa hubiesen osado siquiera lanzar un solo batallón militar a las calles. A medida que transcurren los días desde aquella trágica jornada en que el presidente Zelaya fue sacado a tirones y golpes desde su dormitorio, va quedando más clara la posibilidad de que Barack Obama se encuentre ‘prisionero’ del sistema ultrista que impera en Washington y sea él, en la práctica concreta, el primer ‘secuestrado’.

Hasta ahora, el de Honduras es principalmente un golpe preventivo para detener el creciente proceso de participación democrática que se estaba viviendo en ese país, y digámoslo sin ambages, fue también un golpe realizado con un ‘libreto a la chilena’, usado y probado en nuestro país el año 1973 , el cual copió y replicó las argucias ilegales, inconstitucionales, sediciosas, antipatriotas y violentamente clasistas aplicadas en Chile por la derecha de la época con el apoyo de Washington y de las fuerzas armadas corruptas.

El investigador político Juan Pablo Moreno, afirma: «»El Presidente Zelaya sólo pretendía hacer una consulta popular no vinculante -basada en la Ley de Participación Popular de 2006 y en las 400.000 firmas que le solicitaron esa consulta este año-, para promover una Ley que posibilitara colocar una cuarta urna en las elecciones de noviembre de 2009, en la que se consultaría por la convocatoria a una Asamblea Constituyente para modificar la Constitución de 1982, tan autoritaria, neoliberal, pétrea y tramposa como la binominal-fascista chilena de 1980, maquillada y recauchada por la Concertación, la Derecha pinochetista y el señor Lagos Escobar en 1989 y 2005.

«Toda la prensa del sistema en Chile y la internacional neoliberal como la CNN, The Wall Street Journal, el Mundo, los diarios incorporados a la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), y los propagandistas derechistas (y notorias ‘fichas’ CIA),  Mario y Alfredo  Vargas Llosa, han mentido goebbelianamente sobre esa consulta, presentándola como un intento del Presidente Mel Zelaya para reelegirse ilegalmente. Eso era imposible, ya que de instalarse la 4a urna lo iba a ser simultáneamente con las presidenciales de noviembre de 2009 en las que Zelaya, obviamente, no se podía presentar como candidato.»

La unanimidad de los organismos internacionales ha declarado su repulsa al golpe propinado por un grupúsculo de empresarios y militares al gobierno constitucional de esa nación centroamericana. No cabe duda que la mayoría de los países de nuestro continente estima que el golpe mismo ha sido ejecutado no solamente contra Honduras, sino contra toda la América Latina.  Esa es la impresión que resta en los espíritus de quienes siguen día a día los acontecimientos  hondureños a través de los medios informativos.

Nadie en el mundo occidental (ni siquiera los Estados Unidos de Norteamérica) ha alzado oficialmente la voz para salir en defensa del usurpador senador Micheletti, o para ‘justificar’ el accionar golpista y criminal de los generales del ejército hondureño. Aunque USA tampoco se ha referido al asunto como ‘golpe de estado’, ya que el sistema político yanqui  le impide a Obama y a sus asesores ser tan asertivos.

Por otra parte, tanto la comunidad europea como la mayoría de los mandatarios americanos, mantienen una sola la posición: aislar al gobierno de facto instalado por las armas en Tegucigalpa. A ello se han sumado también la OEA y la propia o­nU, lo que por cierto es mucho decir…afortunadamente. Solamente países como Israel (cuyo gobierno sionista es responsable del asesinato de cientos de palestinos indefensos), la corrupta administración que dirige hoy a la República Checa, y el siempre inefable Taiwán, reconocieron oficialmente al gobierno usurpador y golpista encabezado por Micheletti.

Pero, hay que abrir bien ojos y mente, porque como bien he pregonado en otras situaciones similares, conviene recordar que en estos delicados asuntos no todo lo que suena puede ser bailado, por lo tanto hay que dejar un cacho de duda respecto de las declaraciones formuladas -el menos en Chile- por conocidos dirigentes derechistas, como Jovino Novoa, Alberto Espina, Joaquín Lavín  y el propio Sebastián Piñera, quienes manifestaron a nombre de sus respectivas tiendas partidistas el más «férreo y decidido rechazo» al golpe de estado de Micheletti y los militares.

No piensan ni declaran lo mismo otros grupos y ‘dignatarios’ de la ultrista derecha latinoamericana (la chilena incluida), ya que es posible enterarse de sus verdaderas posiciones leyendo las ‘cartas al director’ enviadas por ellos a distintos medios de prensa y, también, sus comentarios desalados y totalitarios (plagados de ira y odio de clase) publicados por propia mano en múltiples medios virtuales, en los cuales aplauden el golpe de estado, llaman a «derribar gobiernos chavistas como el de Correa, el de Morales, el de Ortega, etc.» (¿?), apostando por el definitivo regreso de una ‘manu militari conservadora’ , vale decir, una administración durísima, salvaje, clasista, totalitaria, llegando al exceso -algunos de estos ultraderechistas- de calificar al actual mandatario norteamericano, Barack Obama, de ser un político ‘pro izquierdista’. 

Es    bueno señalar que en Honduras -la nueva tierra prometida según el fascismo local- el actual Canciller de facto, de apellido Ortez,  calificó al Presidente Obama de «negrito que no sabe nada de nada» (sic), provocando el regocijo de los  racistas que aún perviven en nuestro continente, y aprovechó también de burlarse del presidente español José Luis Rodríguez Zapatero al recomendarle: «Zapatero a tus zapatos».

En Venezuela, la Derecha traspasó incluso los límites de la normalidad mental,  ya que «»La Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela a (así está escrito por estos ‘estudiantes universitarios’, sin hache, en el original) estado siguiendo con detenimiento los hechos que han estado aconteciendo en los últimos días y que han creado la crisis socio-política que vive actualmente la hermana República de Honduras y en vista de la posición que ha asumido la Organización de Estados Americanos…»», ellos, los universitarios de extrema derecha venezolana, atacan directamente a la OEA como una forma bastante burda mediante la cual pretenden esconder (¿o dar a conocer?) sus febles argumentos en orden a apoyar a los golpistas hondureños, como intentando conseguir un asunto similar dentro de su propio país para desbancar por la vía armada al presidente Hugo Chávez.

En el seno republicano de EEUU, donde el sistema capitalista se asienta con garras y dientes, también surgieron  variadas opiniones en orden a «justificar» el golpe de estado hondureño, y mediante ese subterfugio plantear que un regreso latinoamericano al orden militar derechista sería  asunto más que conveniente para los intereses de las grandes transnacionales gringas y europeas.  «Antes, con los militares administrando los distintos gobiernos latinoamericanos, Estados Unidos podía dormir tranquilo», aseveró en la televisión de Kentucky un ex dirigente del Partido Republicano, y que años atrás formara parte del quipo que trabajó junto al recientemente fallecido Robert McNamara (uno de los principales ‘halcones’ que se jugaron el todo por el todo para que EEUU se mantuviese invadiendo Vietnam).

Regresando a nuestra realidad local, se hace muy cuesta arriba aceptar de buenas a primera las opiniones de los dirigentes de la UDI y RN en defensa de la democracia, pues la historia reciente señala que esos representantes de la derecha chilena -la mayoría de ellos- estuvieron firmes y convencidos durante 17 años al lado de la dictadura, con la dictadura y dentro de la dictadura. Hasta hace una década seguían siendo férreos defensores del tirano y asesino más despreciable que haya conocido la historia de Sudamérica, Augusto Pinochet, llevándolo como senador designado al Congreso Nacional y yendo en caravana a Londres, a rogar e implorar a las autoridades inglesas por la libertad del genocida.

De pronto, de la noche a la mañana, esos mismos políticos ex pinochetistas, saltan a la opinión pública sorprendiendo a medio mundo con un apoyo irrestricto a la democracia y un rechazo absoluto al golpismo ultraderechista. La explicación es tan simple como la tabla del uno: RN y UDI están a escasos meses de la elección presidencial y de los comicios parlamentarios, por lo que un apoyo de frentón a la dictadura hondureña podría significarle fuerte bajada electoral a su candidato, el empresario Sebastián Piñera. «Mienten con la boca chueca», aseguran algunos amigos en la Región de O’Higgins.

La posición falaz de esos derechistas se comprueba en los hechos concretos, pues ninguno de ellos ha estado dispuesto a legislar en el Parlamento por el término del sistema binominal, o por la redacción de un nuevo texto constitucional. Muy por el contrario, si a la  Presidenta de la República se le ocurriera colocar en diciembre «una cuarta urna» para consultarle al pueblo su opinión respecto de redactar una nueva Constitución Política, de seguro esos mismos energúmenos acudirían con premura a golpear puertas de regimientos solicitando un golpe de estado militar, pues tendrían la certeza de que la inmensa mayoría de los ciudadanos votaría a favor la consulta por un nueva Constitución Política del Estado, así como por el término del sistema binominal. 

Entonces quedaría claro que el mediático 74% de aprobación popular con que cuenta Michelle Bachelet, en opinión derechista serviría para maldita la cosa…como para maldita la cosa sirvió el haber elegido a cuatro gobiernos concertacionistas, ya que con ninguno de ellos se implementaron las políticas que el pueblo electoral impetra, pero en cambio se afianzó el sistema impuesto a sangre y fuego por  Pinochet con el concurso irrestricto de quienes hoy -desde tribunas conservadoras y seudo progresistas- manifiestan (con labios torcidos) su apoyo a la democracia y su repulsa al golpismo.

En suma, dos Derechas…usted ya sabe, al igual que yo, cuál es la yanacona-lacaya y cuál es la que realmente manda en ese inefable sector.  La fotografía que acompaña a este artículo ayuda a definir la respuesta correcta.

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