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A frenar las alzas del Transantiago

Fuentes: Rebelión

Prácticamente cada dos semanas nos están subiendo el precio del pasaje del Transantiago, cada vez tenemos que pagar más caro por un servicio que cada vez es más malo, el Metro ya cuesta $580 pesos y las micros $500 pesos y quieren llegar a los $800 pesos de aquí a fin de año. Todo esta […]

Prácticamente cada dos semanas nos están subiendo el precio del pasaje del Transantiago, cada vez tenemos que pagar más caro por un servicio que cada vez es más malo, el Metro ya cuesta $580 pesos y las micros $500 pesos y quieren llegar a los $800 pesos de aquí a fin de año.

Todo esta subiendo, el precio de la electricidad ya subió un 8,1% como promedio a nivel nacional y Chilectra ya subió sus precios en un 9,4% para los consumidores de Santiago. Los alimentos básicos que más consumen las familias más pobres, han subido un promedio de 20% en el último año y desde la anterior encuesta Casen un 36%. Como resultado final los chilenos más pobres, ahora somos más pobres.

Los trabajadores debemos movilizarnos contra los abusos

 

Si los jóvenes y trabajadores no nos organizamos y movilizamos difícilmente podremos cambiar las cosas bajo un gobierno de los empresarios, es necesario movilizarse contra las alzas del Transantiago y no permitir que nos sigan mintiendo.

 

El problema del Transantiago no es la evasión que supuestamente existe. Si así fuera hubiera bastado subir el pasaje $40 0 $50 pesos. Lo que el gobierno de Piñera hace, es buscar un ‘chivo expiatorio’ para culparlo del desastre y de esta forma dividir a los usuarios para que no podamos defender nuestros derechos.

 

El problema central es el gran margen de ganancia que hoy tienen asegurado las grandes empresas privadas que controlan el sistema. Dicho de otra manera el problema del Transantiago es el gran lucro privado que están haciendo los mismos de siempre.

No existe déficit en el Transantiago.

 

La campaña contra la evasión que lanzo el gobierno es de mala leche porque quiere dividir y poner a pelear entre sí a los usuarios. Culpar a los que no pagan el pasaje por el déficit financiero y el mal servicio del Transantiago no tiene ningún sentido porque el sistema de transporte y específicamente las empresas dueñas de las líneas de buses reciben ingresos estatales, aprobados por ley el año pasado por la derecha y la Concertación, para garantizar las ganancias de los operadores.

Lo que realmente esta ocurriendo es que miles de millones de pesos de los recursos del Estado están pasando directo a los bolsillos y las cuentas bancarias de los empresarios del transporte.

 

Los únicos que no tienen ética son los empresarios y el gobierno.

 

El gobierno obliga y amenaza con multas a los jóvenes y trabajadores que no pagan su pasaje, hablando incluso de un deber moral de las personas que hacen uso del servicio, pero nada dice sobre el necesario aumento de los sueldos o bonos de locomoción que las empresas debieran otorgar a los trabajadores para enfrentar las alzas del pasaje. Nos suben los precios de todas las cosas, pero lo único que no sube son nuestros sueldos.

Esto se explica porque los que dirigen el país son empresarios, encabezados por Piñera, y ellos por supuesto no ven en el transporte público de pasajeros un servicio básico que sirve para garantizar el desplazamiento de las personas, ellos sólo ven en el Transantiago un negocio, que les dé ganancias al menor costo posible, a parte de las que ya obtienen con el subsidio estatal millonario asegurado por ley.

 

El transporte público, debe ser realmente público

 

El transporte público no puede estar entregado a las leyes del mercado como quiere el gobierno porque si así fuera se volvería a la situación caótica y contaminante que existía con las micros amarillas. Es verdad que hay muchas personas que preferirían que volviera el sistema antiguo pero eso sería un suicidio colectivo para una ciudad que en invierno envía al hospital a miles de niños y ancianos a causa de la contaminación causada principalmente por los autos y buses en las calles.

 

Al subir el pasaje, el gobierno y los empresarios del transporte claramente quieren cargar el costo y culpar a los propios trabajadores por un servicio que debiera ir en su directo beneficio. Esto sólo se da porque la propiedad del transporte público esta en manos privadas y no es público como tendría que ser, para que realmente preste un servicio social. Es absurdo que todavía el sistema esté bajo control privado y más absurdo aun saber que el gobierno quiera retroceder en el tiempo incentivando la competencia para que los empresarios manden a los chóferes a hacerse su sueldo por boleto cortado o pasajero ganado en las calles.

 

Debemos luchar por nuestros derechos.

 

No hay respeto por quienes día a día tenemos que levantarnos para ir al trabajo o a estudiar, no hay en el gobierno actual ni hubo en el gobierno que se fue ninguna consideración por la calidad de vida, el tiempo, ni menos del sueldo de millones de personas que hacen uso del sistema de transporte. No les interesa, porque desde una confortable oficina ubicada en un ministerio o de alguna empresa del transporte lo que importa son las ganancias que llegan a sus cuentas bancarias.

 

Son ellos los que realmente meten las manos en los bolsillos de la gente que trabaja todos los días, su campaña contra la evasión es un ataque a nuestros sueldos y una burla para seguir obteniendo ganancias de un servicio público que debe ser de propiedad pública para que beneficie a los que lo utilizan y no a los que nunca se han subido a una micro para ir al trabajo, volver a la casa o ir al colegio.

Para frenar las alzas, sólo tenemos un camino, organizarnos y luchar.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.