* Transcrito por APCrítico
Ver Reportaje de Jorge Enrique Botero : http://youtu.be/
Jorge Enrique Botero realiza esta vez un reportaje sobre el movimiento político de masas Marcha Patriótica; caminando como siempre con los descalzos de la tierra. En el reportaje se ve cómo los campesinos se prepararon para la Marcha Patriótica en diferentes comunidades de Colombia para participar en la gran reunión nacional de abril 2012 en Bogotá, y para continuar en la construcción de un movimiento de masas. La semilla nació para algo nuevo. Para los necesarios cambios estructurales que necesita Colombia, para conseguir la tan ansiada justicia social.
La Marcha camina pese a la estigmatización del estado colombiano y pese al asesinato y desaparición de varios de sus integrantes a manos de las herramientas paramilitares que actúan con plena coordinación con la fuerza pública. La Marcha reclama reforma agraria, justicia social, soberanía alimentaria, cese del terrorismo de estado, cese de la persecución política, cese de la entrega del país a multinacionales, cese de la ocupación militar de EEUU y de la escalada guerrerista… y el estado en su campaña de estigmas y demonización mediática aduce que la prueba de que La Marcha «es de las FARC» es que «nació con los mismos reclamos que las FARC», obviando que esos reclamos de justicia social son los reclamos que llevan años alzando los campesinos colombianos, despojados y empobrecidos por el saqueo multinacional y latifundista. Las acusaciones del estado colombiano buscan obviar que la reivindicación social campesina data de antes del nacimiento de las insurgencias, y que éstas surgen justamente ante la intolerancia y exterminio emprendido de manera sistemática por el estado colombiano contra la población que alza reivindicación social. La ‘coincidencia’ no es entonces ‘extraña o culposa’ sino que se explica porque las condiciones objetivas de saqueo, despojo, empobrecimiento y represión son una realidad que aqueja al conjunto del pueblo colombiano.
Empieza el reportaje en una región campesina de Colombia:
Campesina colombiana, de Santa Rita: «Aquí la población es solidaria, amable, de buen carácter, una gente muy trabajadora.
Este es mi cultivo de café, ya tiene un año, lo trabajo con una agricultura orgánica, libre de contaminantes. Quisiera que Colombia fuera otra… pero lastimosamente nosotros sabemos que es el mismo estado el que no deja que Colombia surja. Como hombres y mujeres estamos en procesos de resistencia y seguiremos haciéndolo, lucharemos por conseguir cosas buenas y favorables para nosotros los campesinos, contra viento y marea.»
Campesino colombiano: «Surgió la idea de Marcha Patriótica como un deber de las comunidades campesinas, negras e indígenas, de salir a decirle al estado colombiano y a las multinacionales que hoy nos están deteriorando el territorio, que ya no aguantamos más.»
Educadora de Río Blanco, Tolima: «Por acá la tierra es muy rica, pero la gente es muy pobre.»
Campesino: «Por acá vienen los helicópteros continuamente a bombardear siempre las cabeceras de los ríos, las quebradas, acabando con todo lo que es la fauna, todos los animalitos, sembrando el terror y el pánico en la población civil.»
Campesino: «Yo soy un campesino que vivo cercano al cañón del Cambril, en una parte donde aterrizan las aeronaves de la fuerza aérea y he sido testigo de la manera en que llega el ejército interrogando a los campesinos… a los niños preguntándoles: ‘¿dónde está su papá?’… y uno siente miedo, temor de llegar a la casa porque esa es la forma que tiene el ejército de llevárselo a uno para las cárceles [con montajes judiciales].»
En reunión de la comunidad: «La Marcha no va a ser un movimiento político electorero , es un movimiento de masas, es un movimiento que lo que busca es fortalecer desde la base, fortalecer este proceso en búsqueda de la toma del poder concretamente, para no andar con tanto rodeo.»
Mientras transcurre la Marcha por trochas y esbozos de carreteras en medio del fango, y sobrevolados por aeronaves de guerra -testimonio de un país sin infraestructuras viales para el campesinado, y con una fuerza militar que concibe a la población como el ‘enemigo interno’- Botero toma multitud de testimonios, dando la voz a los campesinos colombianos que los mass-media nunca escuchan, ni transmiten.»
Campesino: «En este lugar del Davis [río], el señor Manuel Marulanda Vélez se organizó con los trabajadores campesinos para trabajar el agro para el sustento de sus hijos; pero en esa época, hace 50 años, el estado nacional en coordinación con los gringos lo sacaron de estas tierras, y ellos se refugiaron en las montañas. Y ahora como lo pueden ver aquí en este lugar, lo único que hay es desalojo, desolación, abandono por parte del estado: las vías totalmente abandonadas…. Nosotros los campesinos somos los que tenemos que organizarnos para arreglar estas vías.»
Campesino:»Tenemos que llevar muy escasos víveres a nuestras viviendas, nosotros que ya estamos bien lejos del casco urbano, tenemos que estar es aguantando necesidades por el abandono de las vías: nos toca disminuir en los alimentos porque la fuerza pública no nos permite pasar alimentos porque si llevamos bastante nos lo quitan ahí. Todo nos lo quitan, todo lo requisan. Tenemos ese problema con la fuerza pública. Para eso es que el gobierno nos ‘tiene en cuenta’ para montarnos un problema a nosotros como campesinos.»
En el reportaje de Botero se aprecian los retenes militares, los sobrevuelos de los aviones y helicópteros de guerra, el calamitoso estado de las vías, los abismos que sortear gracias al ingenio de los campesinos, la solidaria organización de las comunidades campesinas, y finalmente el encuentro en Bogotá, en el que cada región hacía sus aportes.
Delegada consejo patriótico del Caribe: «Todos los gobiernos, desde el Frente Nacional hasta nuestros días, solo han servido para demostrar que la fórmula para encarar los grandes problemas políticos y socioeconómicos del país no puede ser la guerra infinita, sino por el contrario, la solución política del conflicto: con cambios estructurales a favor de las mayorías.»
Andrés Gil, Junta Patriótica Nacional: «La militarización de Bogotá hace parte de toda la doctrina que tiene el ejército nacional, que tiene el estado, el miedo que le tiene a la movilización popular: el ver a la movilización popular como el ‘enemigo interno’, el ver a la movilización popular como ‘la desestabilización del país’, y no ver a la movilización popular como el escenario directo de la democracia, el escenario directo de la participación popular.»
A los gritos de ‘Alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina’, y de ‘Marcha Patriótica por la segunda y definitiva independencia‘, se saludan y aplauden las intervenciones. La discusión política germina y crece en una plenaria con más de 4000 delegados de la regiones, representantes de sus comunidades.
Piedad Córdoba lee un saludo de las FARC-EP a la Marcha Patriótica: «Vuelve a retomar toda importancia la bandera de la paz, la bandera que izaron los campesinos de Marquetalia antes de ser agredidos, ofreciendo y pidiendo el diálogo para encontrar soluciones pacíficas a la grave situación que afrontaban; la misma que se levantó en La Uribe en los tiempos de Casa Verde; esa bandera que la Coordinadora Simón Bolívar esgrimió en Caracas y Tlaxcala, la misma que desafortunadamente fue arriada después de haber sido izada en el Caguán. Esa bandera que hoy levantan todas y todos ustedes con un coraje digno de aplausos y que nosotros también sostenemos en medio de la confrontación. Las FARC-EP en inamovible fidelidad al pueblo del que provenimos, siempre consideraremos una traición asimilar la paz a la simple entrega y desmovilización de nuestra fuerza: la paz en nuestro entender tiene que tener como presupuesto básico el fin del terrorismo de estado, el fin de la persecución al opositor político, la concepción de un régimen político tolerante y democrático, la erradicación de las causas que produjeron y alimentan la guerra. La reciente conmemoración del crimen contra Jorge Eliécer Gaitán orbita siempre sobre la memoria popular…»
Finaliza el reportaje con tomas de las calles de Bogotá llenas de pueblo colombiano izando banderas de la Marcha Patriótica por la segunda y definitiva independencia, un pueblo animado por la esperanza de un futuro con justicia social y soberanía popular.