Después de años de lucha del colectivo trans, se ha presentado en el Congreso de Diputados en Madrid el proyecto de Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las personas Trans.
De hecho, el borrador de la misma, se presenta en el marco de una huelga de hambre de activistas y familiares ante el Ministerio de Igualdad. Es que Podemos, con Irene Montero al frente, se había comprometido a la presentación de un proyecto de ley pero su socio de gobierno, el PSOE, bloqueó el trámite del mismo en un Consejo de Ministros con argumentos transfóbicos y biologicistas que pretenden contraponer de manera reaccionaria la conquista de esta ley a lucha por los derechos de las mujeres. De hecho, el enero pasado el PSOE presentó una proposición de ley contra “toda forma de discriminación” intentando diluir la opresión a las personas trans y consecuentemente negando la necesidad de un nuevo marco legal estatal específico en este aspecto. En conclusión, es una promesa más que no se cumple por parte de este gobierno supuestamente progresista.
Por eso son otros grupos parlamentarios -entre ellos la CUP-PR- quienes presentan el proyecto de ley elaborado por colectivos como Euforia y la Federación Plataforma Trans. El proyecto es un gran paso adelante y un punto de ruptura con la legislación actual, que todavía reproduce una lógica de patologización imponiendo como requisito para el “cambio de sexo legal” un informe médico de disforia de género o años de tratamiento hormonal. En este sentido, el nuevo proyecto de ley reconoce el derecho a la libre autodeterminación de género con la sola declaración de la persona y con él se avanza también en el reconocimiento de las personas no binarias (es decir, todas aquellas personas que no se reconocen ni como mujeres ni como hombres) ofreciendo opción de no marcarse en ninguno de las respectivas casillas en el registro civil. Pero además es un paso en derechos sociales: en términos de salud, por ejemplo, se incorporan los tratamientos hormonales, terapia de voz, técnicas de reproducción para las personas gestantes, entre otros, en el sistema público. Y en términos laborales se incluye una cuota para la contratación al ámbito público y privado.
La actual situación de falta de reconocimiento de la autodeterminación de género tiene consecuencias en todos los ámbitos de la vida de las personas trans, siendo esta la base de un conjunto de discriminaciones y violencias: acoso, bullying, insultos, negación al acceso a la ocupación o incluso al sistema de salud o educativo. Tal es así que la tasa de desocupación del colectivo ronda el 80% y la tasa de “fracaso escolar” duplica la media.
Desde Lucha Internacionalista exigimos el tratamiento de esta ley y su aprobación inmediata porque entendemos es una necesidad urgente. Advertimos también que en las diversas comunidades autónomas donde se ha avanzado con leyes similares la falta de reglamentación, de presupuestos y de voluntad política de aplicarlas ha hecho que en muchos casos el reconocimiento de derechos quede en papel mojado. Tal es el caso de Cataluña con la Ley 11/2014. Por eso hay que exigir también la asignación de presupuesto y su aplicación de manera efectiva en todo el territorio, evitando cualquier intromisión de sectores conservadores o religiosos que pretendan -en muchos casos utilizando el mismo aparato judicial- poner freno a nuestros derechos. Combatir la ultraderecha, los sectores reaccionarios y los discursos de odio y fascistas es sobre todo luchar contra las políticas y discursos que lo alimentan y avanzar en la conquista de derechos y libertades. Por eso la Ley Trans nos toca a todas y a todos. Y, en el mismo sentido, hace falta también derogar la ley de extranjería y regularizar la situación administrativa de todas las personas, porque cada derecho ganado no deje a nadie fuera.
El próximo 31M, Día de la Visibilidad Trans, y tal como lo hemos hecho a lo largo de la historia, el movimiento LGBT, nos mantendremos movilizadas en las calles. Y es fundamental que el movimiento feminista se posicione y movilice también en defensa de esta ley porque luchamos contra todas las opresiones, porque cualquier conquista en este sentido fortalece la lucha de todas y porque las compañeras trans fueron, son y serán parte del movimiento feminista.
El sistema capitalista es cisheteropatriarcal porque pretende imponer como norma una falsa congruencia, socialmente construida, de nuestro sexo biológico con nuestra identidad de género y orientación sexual, discriminando a quienes no nos identificamos de este modo y pretendiendo así sobre explotarnos y precarizarnos todavía más. En este sentido, rechazamos los discursos transfóbicos que reproducen esta lógica sexo-género impuesta por el sistema: la cisheteronorma. Y por eso mismo somos conscientes que para acabar realmente con las opresiones, hace falta también luchar contra el sistema capitalista.
TRATAMIENTO Y APROBACIÓN YA DE LA LEY TRANS! APLICACIÓN EFECTIVA EN TODO EL TERRITORIO! SUFICIENTE TRANSFOBIA Y DISCURSOS DE ODIO! SEGUIMOS En LAS CALLES!
Lucha Internacionalista
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