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A palo golpearon a dos líderes de tierras en Urabá

Fuentes: IPC

Siendo las tres de la tarde del domingo 1 de octubre, hombres armados llegaron hasta la casa de Fidencio Calle, ubicada en el corregimiento Macondo del municipio de Turbo, lo obligaron a salir de su vivienda, lo metieron a un corral de la finca y comenzaron a golpearlo, primero con la cacha de una pistola […]

Siendo las tres de la tarde del domingo 1 de octubre, hombres armados llegaron hasta la casa de Fidencio Calle, ubicada en el corregimiento Macondo del municipio de Turbo, lo obligaron a salir de su vivienda, lo metieron a un corral de la finca y comenzaron a golpearlo, primero con la cacha de una pistola y luego con dos ramas de roble que cortaron del lugar. Minutos después el mismo grupo atacó al reclamante de tierras Juan Viloria, quien regresaba de una reunión de líderes en la vereda Villa Eugenia, Urabá antioqueño.

«Me pegaron en la espalda, me dañaron la mano derecha, y casi me parten la izquierda. Aquí donde estoy tengo un dolorcito cansón al lado del ombligo», relató Fidencio, quien dijo haber recibido amenazas en su contra dos meses atrás.

Los agresores, dijo el campesino, no quisieron darle ninguna explicación sobre por qué lo estaban atacando, lo único que le advirtieron fue que no denunciara, porque «si denuncia ya sabe lo que le va a pasar».

Minutos después, Juan Viloria fue asaltado cuando regresaba de una reunión en la vereda Villa Eugenia. «Nos reunimos allá varios líderes, como a las diez de la mañana para planificar labores de trabajo en nuestras vías y en nuestra comunidad. En la tarde salimos de regreso. Yo venía con un compañero en una moto, llegando a Macondo nos detuvieron y me obligaron a bajar. Le ordenaron a mi compañero que siguiera y a mí me hicieron tirar al piso», narró el reclamante.

Cuando estaba en el suelo, los agresores empezaron a patear al campesino, uno de los puntapiés le dio en el oído y perdió la consciencia por unos minutos. Luego lo despertaron y lo siguieron golpeando, esta vez en la espalda con la rama de árbol. Aunque preguntó, nunca le quisieron explicar por qué lo estaban atacando. Lo único que le dijeron fue lo mismo que a Fidencio, que no dijera nada porque «si denunciaba ya sabía lo que pasaba».

Noticia completa en Agencia de Prensa IPC: http://wp.me/s6ZuQq-9130