Para este lunes 9 de mayo, la Coordinadora por la Defensa de los Territorios ha convocado a una nueva movilización contra la adhesión del Estado chileno al Acuerdo Transpacífico (TPP), el cual obligaría a toda la nación a un sometimiento colonial, ya no hacia reinos u Estados ocupantes, sino que ante el empresariado multinacional. El […]
Para este lunes 9 de mayo, la Coordinadora por la Defensa de los Territorios ha convocado a una nueva movilización contra la adhesión del Estado chileno al Acuerdo Transpacífico (TPP), el cual obligaría a toda la nación a un sometimiento colonial, ya no hacia reinos u Estados ocupantes, sino que ante el empresariado multinacional.
El TPP, así como sus pares que integran a otros países, como el TTIP [Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones] y el RCEP [Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional], son sofisticados instrumentos jurídicos, impulsados por megaempresas, con el propósito de establecer condiciones de aprovechamiento de recursos y de comercialización absolutamente favorables a sus intereses, a costa del empobrecimiento de las naciones involucradas. Junto a ello, también se establece la legitimidad mecanismos para garantizar la perpetuación de tales imposiciones, como lo son los Sistemas de Arbitraje de Diferencias Estado-Inversor.
Las nefastas consecuencias de estos Acuerdos explican el absoluto secreto con el cual se ha cabildeado, entre representantes de cada país involucrado y de las empresas beneficiadas, para establecer sus cláusulas. En el caso del TPP, durante -por lo menos- cinco años se realizaron reuniones sin que la población chilena, ni los legisladores [de ninguna nación involucrada], tuvieran acceso al contenido de las tratativas. La sociedad chilena, junto a los legisladores, pudieron tener acceso a los contenidos de este Acuerdo semanas después de la aprobación de sus condiciones por parte de los diplomáticos en ejercicio. Antes, sólo se conocían parcialmente sus textos gracias a su publicación por parte de WikiLeaks.
Los convocantes afirman que «entendemos que la firma de dicho tratado significaría profundizar aún más los conflictos en ríos, mares y bosques, atentando además contra derechos fundamentales, como lo son la salud, la interculturalidad, la libre expresión, entre otros… Nuestro deber entonces, deberá ser concientizar e informar(nos), para hacer frente activamente desde la unidad a este «acuerdo» que la ya conocidamente corrupta clase política chilena, intenta firmar antes de que salgan a la luz pública sus verdaderas implicancias».
La convocatoria es el lunes, 9 de mayo a las 18:30 en la esquina penquista de las calles Anibal Pinto con Barros Arana.