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Abortaremos vuestra mano de obra barata

Fuentes: Rebelión

Como insólita fiesta de carnaval se celebra en Bilbao la cumbre económica global. Por la misma desfilarán personajes bien conocidos, todos ellos lobos disfrazados de ovejitas con títulos eufemísticos para sus ponencias: estabilidad, crecimiento, economía… Un sinfín de palabras biensonantes que pretenden disfrazar la cruda realidad: su imposición ilegítima de pobreza y precariedad a nuestras […]


Como insólita fiesta de carnaval se celebra en Bilbao la cumbre económica global. Por la misma desfilarán personajes bien conocidos, todos ellos lobos disfrazados de ovejitas con títulos eufemísticos para sus ponencias: estabilidad, crecimiento, economía… Un sinfín de palabras biensonantes que pretenden disfrazar la cruda realidad: su imposición ilegítima de pobreza y precariedad a nuestras vidas, a la vida.

Y entre los títulos de sus ponencias hay una palabra que se escucha más que el resto: sostenibilidad. Sabemos bien que de la única sostenibilidad de que se hablará en esta cumbre será la sostenibilidad del sistema capitalista y patriarcal. Un sistema cruel y asesino que viene esquilmando al planeta y a las vidas humanas y su dignidad desde tiempos inmemoriales.

Porque el capitalismo siempre ha necesitado del patriarcado como sistema de dominación de las mujeres. El patriarcado es la práctica que le permite al capitalismo explotar su base: la fuerza de trabajo. Y todos estos inmundos personajes van a reunirse aquí escondiendo de nuevo debajo de la alfombra, invisibilizando, el trabajo reproductivo llevado a cabo por las mujeres. Lo que estos ladrones de cuello blanco quieren es que el coste de esta reproducción se aproxime a cero, para seguir lucrándose y engordando su acumulación repugnante de capital.

¿Y qué necesitan para conseguir el anterior objetivo? ¿Qué necesita el capitalismo para seguir devorando mano de obra barata? La respuesta es que necesita mujeres sumisas y dominadas, necesita una vuelta de tuerca del patriarcado que nos mantenga en casa con la pata quebrada pariendo hijos e hijas que vivan en la precariedad y se vean abocados a aceptar condiciones deplorables de trabajo remunerado.

Bien sabemos también que la iglesia y su santa inquisición siempre han estado muy de acuerdo con promover este sometimiento milenario de las mujeres. La iglesia y la moral católica le vienen desde siempre muy bien al sistema porque si en algo son expertos son en poner en práctica todo tipo de métodos de control social, desde los más brutales como quemarnos en las hogueras, hasta los más sutiles como la imposición de vergüenza y culpa sobre nuestros cuerpos y nuestra sexualidad.

Y aquí vienen el FMI, la Comisión Europea de la Competencia, el Banco Central Europeo, un desfile de empresas transnacionales y por supuesto el Gobierno Español, bien recibidos por el ilustre excelentísimo alcalde devoto de la amatxu de Begoña, a seguir orquestando su terrorífico plan sustentado en la sentencia de la iglesia católica sobre nuestros cuerpos: «parirás con dolor».

Porque nos quieren sumisas, nos quieren devotas, nos quieren calladas, nos quieren pobres, nos quieren malnutridas, nos quieren culpables, nos quieren ignorantes… Nos quieren dominadas, pariendo y cuidando para seguir reproduciendo su fuerza de trabajo. Por eso nos quieren negar el derecho más fundamental a decidir sobre nuestro cuerpo, el derecho fundamental a existir plenamente porque decidimos sobre nosotras mismas, porque están hablando de nuestros cuerpos y de nuestras vidas.

Pues bien carnaval del terror, las auténticas brujas del siglo XXI, feministas de todo tipo y condición, vamos a gritaros bien fuerte a la puerta de vuestro monumento de hipocresía que, como siempre, desobedeceremos y seguiremos abortando: ¡Abortaremos vuestra mano de obra barata!

Ana Etxarte y Carmen García. Mesa Feminista de Alternatiba

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de las autoras mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.