Recientemente se ha conocido la sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo 1 de Pamplona/Iruñea que ratifica la resolución del Tribunal Administrativo de Navarra, mediante la cual se debe hacer una nueva valoración de todas las propuestas presentadas al concurso internacional para la transformación del Monumento de los Caídos y su entorno, que cumplan las bases del concurso.
La sentencia
literalmente dice: «El fallo del jurado no respetó, ni en el fondo
ni en la forma, los requisitos de motivación que establecían las
propias bases del concurso y conforme a los criterios de valoración
previstos».
Los objetivos que las propuestas presentadas,
según las bases del concurso, deben cumplir, entre otras
condiciones, son: «En caso de optar en la propuesta por el
mantenimiento, total o parcial, del actual monumento, se le deberá
dotar de nuevos significados cívicos, compatibles con el
mantenimiento de una memoria histórica crítica, eliminando la
apología del bando vencedor en la Guerra Civil Española».
«Propuesta de nuevos usos para el monumento actual u
otros edificios que se puedan proponer en su transformación o
sustitución: Libertad de propuesta, dentro de aquellos usos
relacionados o compatibles con el mantenimiento de una memoria
histórica crítica. Se valorarán especialmente aquellos que
favorezcan un uso continuo y efectivo del edificio y su entorno
urbano».
Las bases del concurso no pueden ser más
claras, lo que están exigiendo es que los proyectos planteen un uso
relacionado o compatible con el mantenimiento de una memoria
histórica crítica con su condición de memorial franquista,
eliminando la apología del bando golpista que resultó vencedor en
la posterior Guerra Civil Española.
La mayoría de los
proyectos que fueron seleccionados por el jurado, transformaban el
monumento en un simple lugar de paso a diferentes edificios
dotacionales, que no tenían nada que ver con el mantenimiento de una
memoria histórica crítica con la dictadura, solo alguno incluía,
de forma testimonial, algún tipo de homenaje a las víctimas del
franquismo. Tal vez tenga algo que ver en esta selección con la nula
presencia en el jurado de organizaciones memorialistas.
Cumplir las bases solo se puede hacer con la
transformación del edificio, o con la construcción de otro que lo
sustituya para ser un centro de interpretación de la violencia
franquista que desde el golpe de Estado hasta la muerte del dictador
padeció Navarra, donde no hubo frente de guerra.
El
mantenimiento de una memoria histórica crítica con la violencia
fascista no solo tiene que hablar de las víctimas, también tiene
que representar con pruebas la ideología y forma de actuar
exterminadora de los victimarios para que sirva de pedagogía y la
historia, en su esencia, no se repita.
A los miembros del
jurado les debió resultar difícil comprender las bases del
concurso, pero basta con mirar a Europa para comprobar como existen
numerosos centros memorialistas contra el nazismo y el fascismo, de
los cuales se podría tomar nota.
Lo que resulta muy
difícil para las víctimas de la dictadura, no parece que sea tan
complicado cuando se trata de otro tipo de víctimas. Así, a cien
kilómetros de Pamplona/Iruñea, en Vitoria-Gasteiz, el Gobierno
Vasco está rehabilitando el edificio del Banco de España para hacer
de él un memorial contra la violencia de ETA.
El
alzamiento militar de 1936 es responsable de más de 3.000 asesinatos
en Navarra, y 140.000 en el Estado Español, fuera de los frentes de
guerra; del robo de miles de bebés; de la violación de mujeres; de
cientos de miles de personas exiliadas; de la expoliación de bienes;
de prisiones exterminadoras; de campos de trabajo; de cuarenta años
de dictadura; de la persecución política y moral al conjunto de la
sociedad…
En el año 2002, cuando la derecha cambió el
uso del edificio como sala de exposiciones, lo único que intentó
hacer es aplicar las reglas de la falsa transición, manteniendo el
monumento como tal, con su significado profundo, pero envuelto en el
celofán de la desmemoria impuesta; la mendaz conciliación; la
culpabilidad generalizada; no remover el pasado…
Ahora,
debido sobre todo a los esfuerzos y tenacidad de las asociaciones
memorialistas, estamos en otra fase, superando las limitaciones que
quieren imponer los defensores de la impunidad y del olvido de los
crímenes cometidos por el franquismo, como se recoge en un conjunto
de leyes forales y esperemos que este año en una nueva Ley estatal
de Memoria Democrática.
El Ayuntamiento debe adoptar las
medidas oportunas para que la nueva valoración del concurso se
realice respetando estrictamente las bases aprobadas. Que, ya sea
resignificando o derribando el edificio y construyendo otro nuevo,
Navarra tenga un memorial de las víctimas del franquismo; un
memorial crítico con lo que fue y significó tanto el golpe militar
como los cuarenta años de dictadura que le siguieron. Y en este
sentido también el Gobierno de Navarra está interpelado y algo
tendría que decir y hacer.
Así mismo, el Ayuntamiento
debe poner en pie un proceso participativo y transparente sobre todas
las propuestas presentadas al concurso, para que la ciudadanía tenga
el protagonismo negado hasta ahora.
Artículo firmado por Josune Ilundain, Itziar Munarriz, Carlos Otxoa y Ramón Contreras, activistas de los colectivos memorialistas Caídos Irauli, Amapola del Camino, Autobús de la Memoria.
Fuente: https://www.naiz.eus/es/iritzia/articulos/acabar-con-el-enaltecimiento-del-franquismo