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Acerca del foro sobre el fascismo colombiano

Fuentes: Rebelión

El 17 de septiembre pasado (2020), la parlamentaria del partido de la Rosa y ex guerrillera de la alta dirección de las Farc-EP Victoria Sandino, a través de su cuenta de Facebook y con la participación del profesor y filósofo Sergio de Zubiría, el Jurista y parlamentario español Enrique Santiago y la periodista Sara Tufano, realizó un muy interesante foro virtual titulado ¿Fascismo a la colombiana? , el que a pesar del tiempo utilizado y los muchos temas tocados resultó insuficiente para tratar tan complejo y contradictorio fenómeno histórico general, que ha sido abundantemente analizado desde la mayoría de los aspectos de la sociedad capitalista moderna actual como la economía, la  política, la supraestructura jurídica, la ideología, la filosofía, el arte, la literatura y la moral, ect ( ver https://www.facebook.com/VictoriaSandinoPaz/videos/436096884017638/)

Desde mi modesta opinión como ciudadano del común que llega al foro para escuchar su reproducción, es pertinente señalar algunos elementos complementarios a lo planteado en conjunto: Si bien es cierto, el fascismo abarca una totalidad contradictoria de aspectos de la sociedad capitalista moderna, y según la visión que se adopte (si burguesa, socialdemócrata, o proletaria)  si es posible hacer un condensado de elementos esenciales que superen las listas de chequeo “cheking list” (incluso a las que yo mismo he contribuido, ver nota 10), que permitan fundamentalmente entenderlo como un proceso socio histórico global actual y más aún, como un proceso generado y determinado por un desarrollo de una contradicción histórica y social superior cual es la lucha de clases moderna. Sin esta consideración esencial no es posible captar dicho fenómeno.

Desde el punto de vista económico de clase; el fascismo surge y se desarrolla como una respuesta dictatorial desesperada y de extrema violencia de la clase capitalista dominante (Dimitrov en su clásica definición la identifica como la dictadura sanguinaria y terrorista de la fracción financiera del bloque de clases dominante en la Alemania de la I posguerra mundial, y, Gramsci como la dictadura despótica  y violenta de la alianza de financieros, agrarios ricos, nobleza y el “papado” vaticano en Italia de esas fechas). Respuesta autoritaria y terrorista en todos los órdenes de la sociedad a la crisis global y de Hegemonía del capitalismo mundial, al reparto territorial del mundo por las grandes potencias que se venía madurando desde comienzos del siglo XX y se intentó resolver mediante la I guerra mundial y que como consecuencia trajo la revolución bolchevique en Rusia; crisis general que se presentó en 1929, desarrollándose en los años posteriores de la posguerra con todo su poder destructivo en las grandes potencias capitalistas. Hay pues un continuo de crisis económica, crisis de Hegemonía, guerras interimperialistas por el reparto del mundo, ascenso de masas proletarias -revolución, y surgimiento y maduración del fascismo, lo que debe constituir el punto de arranque de cualquier análisis.

Desde el punto de vista de la política y talvez el aspecto más analizado, es según Gramsci una “revolución pasiva”, dictatorial y violenta para prevenir el cambio social progresista (utilizando todos los recursos de la tecnología y la técnica existentes en ese momento como la sociología, la estadística y la psicología de masas, la comunicación de masas o “mass media” y la alienación de masas) hecha desde las alturas del Poder hegemónico y hacia abajo para cambiar radicalmente el modo de vida y pensamiento de las clases subordinadas y explotadas en ascenso peligroso hacia una revolución social semejante a la bolchevique rusa, y desde este punto de vista es anticomunista de base, reaccionaria, conservativa y regresiva.

Así pues, la clase dominante hegemónica, recurriendo a la violencia política extrema mediante organizaciones de matones fanatizados provenientes del lumpen y sectores desclasados, como freikorps o camisas pardas, camisas negras, camisas azules en España y Portugal y demás grupos paramilitares, fuertemente apoyadas con dinero y amparadas (impunidad) por el Poder central, buscaron no solo aplastar a porrazos y con sangre la movilización social, sino también con incendios de hospedajes y centros de solidaridad con el fin de destruir el tejido social  y la solidaridad en los barrios populares y llamados “sociales”. A la par que le disputaban a las organizaciones políticas proletarias, socialdemócratas, marxistas y comunistas la poca y posible “influencia” que pudieran tener dentro de las clases medias.

 Es decir, sin el papel jugado por las clases medias y el lumpen, dos clases sociales no proletarias: el lumpen de los Freikorps, camisas negras y paramilitares, la violencia extrema contra la movilización social, los incendios en las barriadas, y, sin la propaganda hecha con sofisticados medios de masas y de alienación para ganarse el apoyo definitivo de las clases medias, no se hubiera logrado lo que lograron. Cuando Hitler reclama el Poder ya había ganado las elecciones con una abrumadora mayoría de votos. Y cuando Mussolini hace la payasada de la marcha sobre Roma, él mismo dice que el Poder le cayó a las manos como una manzana madura. Este es un segundo aspecto general que se debe tener en cuenta en dicho análisis.

Desde el punto de la supraestructura, queda claro que el objetivo del fascismo no es el gobierno. Es el Estado como un todo del que se apodera: Uno, en la esfera de la Coerción; la creación de un ejército numeroso super especializado y magníficamente armado con los últimos desarrollos de la ciencia y la industria del acero y la aviación, con su correlato social del “militarismo”; la creación de múltiples sistemas estrictamente controlados desde la cúpula del Poder para la vigilancia masiva de la sociedad, así como la conformación de diversas estructuras de Policía específica, una  para cada caso, fuertemente centralizadas controladas y amparadas con toda clase de fueros judiciales e impunidades ante el aparato Legal , también fuertemente centralizado y controlado; en especial la Policía Política (popol) hasta llegar a constituir uno de los elementos centrales del Estado fascista como es el Estado policíaco.     

Las otras dos esferas del Estado burgués moderno que el fascismo captura y transforma aboliendo de tajo las demás instituciones demo liberales existentes son: La función interventora del Estado en la economía que se torna “corporativa”, tecnocrática según Benjamin. Y la Hegemonía (en sentido Gramsciano amplio) es decir de los Aparatos ideológicos del Estado, junto con las demás supraestructuras de la sociedad como la política, el sistema ideológico, la filosofía, el arte, la literatura, lo ético moral y lo religioso; todo con el fin  de llevar a cabo el supremo objetivo de preparar a la sociedad y a sus aparatos militares para la Guerra (con mayúscula) en el caso alemán por el “espacio vital” (lebensraum) y capturar “obreros esclavos de las razas inferiores” que requería su creciente industria general y armamentística, y que no podían ser otros que los habitantes de la Europa oriental, Rusia o los Balcanes, pues los demás continentes ya están repartidos y apropiados por las demás potencias imperialistas.

 ¿Para donde iba el poderoso y triunfante ejército alemán cuando fue detenido fatalmente en Stalingrado por el ejército rojo soviético y cuando fue detenido en El Alamein a las puertas del canal de Suez por el ejército inglés?  Estaba cumpliendo los planes del Estado Mayor Alemán de hacer una pinza militar para llegar a los campos petrolíferos de Siria, Irak e Irán cruzando el Cáucaso ruso, y por Egipto, cruzar Suez para llegar a encontrarse en los campos petroleros árabes, porque para la cúpula fascista ya era claro que el petróleo era el centro de la industria y el desarrollo de la sociedad alemana. ¿Qué buscaba Mussolini al apoderarse militarmente de Libia y Abisinia sino era de su riqueza petrolera y humana en manos de los ingleses?  Este es el tercer elemento a considerar en un análisis clasista tanto local como internacional.

El  sobrecogedor holocausto judío, tema central por su horror y repercusiones inhumanas de la muerte concentrada e industrializada en los miles de “Lagers” diseminados por Alemania, Polonia, Ucrania, Bielorrusia y demás países de la Europa oriental y que ha sido priorizado en múltiples análisis sobre el fascismo, tiene dos orígenes aclarados históricamente: Uno, la tradición antigua antisemita muy arraigada y fuerte tanto en el Imperio Astro Húngaro como en los imperios alemán y en el Imperio Zarista (Europa central y Rusia) y dos, el hecho de que en las regiones más ricas como Austria, Bavaria, el Rhin, Prusia, Chequia, el Báltico, etc, los banqueros judíos y ricos eran los prestamistas de dinero más usureros y agentes más reconocidos del capital usurero, lo que les generaba dentro de esas sociedades un gran rechazo, que el partido nazi empezó a capitalizar y luego, dado el hecho de que la mayoría de dirigentes bolcheviques y de los partidos comunistas de Alemania o Austria eran de ascendencia judía, logró juntar ideológicamente estos dos hechos presentarla inicialmente como la “amenaza judío bolchevique” y  propiciar el odio más feroz contra ellos y luego construir la noción de “enemigo interno a exterminar”. Fusión que, por ejemplo, sirvió en Colombia para acuñar la moneda falsa de los “narco terroristas”.

 Y para finalizar y poder hacerse un cuadro amplio de tan complejo y contradictorio fenómeno como el fascismo, es imprescindible considerar con un criterio de clase, todas las demás supraestructuras sociales antes mencionadas, una por una: la ideología, la filosofía, el arte, la literatura, lo ético moral, como por ejemplo en la creación y teatralización de la figura fuerte del Führer providencial, duce, caudillo o jefe de Estado con teflón al que nada se le pega; todos sus rituales, shows, y espectáculos de masas majestuosos e impresionantes; el irracionalismo; el anti liberalismo; el anticomunismo más feroz (Besser Tot als Rot= mejor muerto que rojo); la legitimación de la violencia y la muerte desde el punto de vista filosófico y moral, la esclavización de las razas inferiores; la creación falsa de una raza superior inexistente, la justificación bilógica para la eliminación de los más débiles y enfermos como si se estuviera en la selva; la utilización del nacionalismo de vieja tradición en Europa para crear la noción de “Nación” predestinada; la mentira repetida mil veces, la neo lengua de que habla Humberto Eco de eufemismos, medias verdades y medias mentiras, etc; el profundo cambio ideológico cotidiano en los comportamientos rutinarios hasta lograr su más completa interiorización y mecanización, como el saludo con el brazo en alto acompañado de la fórmula verbal Heil que significa en castellano algo así como “salvación”; cambios en la practicas y actitudes vitales, el culto a la acción y al activismo  “ vivir peligrosamente hasta el final”; el relativismo ético y moral, la utilización de las creencias religiosas, la manipulación de la alienación (el ambiente envenenado de Mariategui, o los aportes de la crítica ético moral y artística de Walter Benjamín) la instrumentalización del fanatismo, del sectarismo y la intransigencia para satanizar a sus adversarios con fines políticos, “los rojos son el diablo”,  ect.

Y, para terminar, sí es indispensable continuar leyendo a los clásicos de la tradición marxista y de la ciencia política más recientes como Poulantzas, o Christine Buci-Glucksman que han profundizado en el estudio de este fenómeno para aclararse en la teoría y en la práctica, cuál es la diferencia o similitud entre régimen de excepción, dictadura, bonapartismo, autoritarismo o fascismo propiamente dicho, poder desarmar la ficción socialdemócrata de “totalitarismo” y de “populismo”. También, para conocer y tener bien claros cuáles son los ropajes particulares diferentes y similares que ha ido tomando a lo largo de la historia en los diferentes países en donde ha triunfado, en Europa, en Nuestramérica, por ejemplo, en Colombia (notas 9 y 10) como ha sido la evolución del falangismo pro español de los “leopardos” en los años 30, al “laureanismo” de los años 50, hasta llegar a la “contrainsurgencia neoliberal actual”.

Me atrevo a sugerir una pequeña bibliografía básica centrada en el tema:

1. Poulantzas Nicos. Fascismo y dictadura. Ed Siglo XXI, 1° edición México. 1971.

2. Christine Buci-Glucksman. Gramsci y el Estado. Ed Siglo XXI, 1° edición España 1978.

3. Antonio Gramsci. EL fascismo. La sombra negra de cien años de barbarie. Textos escogidos por Luciano Cánfora. Ed Altamarea España. 2019.

4.Dimitrov. Frente al fascismo. Ed Sare Antifaxista. 2018.

5. Palmiro Togliatti Lecciones sobre el fascismo. Ed Cultura Popular SA.  1977

6. Ernest Mandel. El Fascismo. Editorial Akal. España. 1976

7. Walter Benjamin. Tesis sobre el concepto de historia, en Iluminaciones. Ed Taurus. Madrid. 2018. Pag 307 y siguientes.     

Para el caso chileno

8.  Altamirano Carlos Dialéctica de una derrota. Ed Siglo XXI 1° edición. México 1977

Para Colombia

9. Duque Horacio. La Jerarquía católica y el fascismo en Colombia. Bogotá 2018. Junto a la serie de textos sobre el fascismo en Colombia publicado en diversos portales de Internet.

10 Pinzón Sánchez Alberto  https://rebelion.org/lecciones-sobre-el-fascismo-colombiano-actual-marzo-2020/

Fuente Imagen:  Internet. El presidente de Colombia se disfraza de Policía para solidarizarse con sus recientes crímenes de guerra contra la población civil desarmada.