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Acorralados por las salmoneras

Fuentes: Azkintuwe

Sorteado el tenebroso paisaje que representan las mega industrias emplazadas a escasos metros de su vivienda, los hermanos Manuel, Francisco y Carlos Vera Millaquén relataron la historia de lucha de su comunidad ante la atenta mirada de doña Clementina Millaquén Guerrero, su madre, y de sus familias. La historia de quienes se niegan a «dejarle […]



Sorteado el tenebroso paisaje que representan las mega industrias emplazadas a escasos metros de su vivienda, los hermanos Manuel, Francisco y Carlos Vera Millaquén relataron la historia de lucha de su comunidad ante la atenta mirada de doña Clementina Millaquén Guerrero, su madre, y de sus familias. La historia de quienes se niegan a «dejarle el campo libre a las puras salmoneras» y ver como mueren sus tierras a orilla del canal de Chacao.


 

 

 


 – Francisco Vera Millaquén, vocero. Foto de Hernán Scandizzo.

 

(+) Fotografías de la zona de conflicto


La población establecida de Pargua bordea las 6 mil personas pero con la población flotante supera las 10 mil personas en verano.


«Las primeras salmoneras empezaron a llegar a fines de los ’80 a Ensenada Codihué, que es a la vuelta del lugar donde estamos», señala Millaquen.


El pasado 6 de febrero, la comunidad mapuche-williche Pepiükelen denunció al Estado chileno ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por no frenar el avance de la industria salmonera sobre su territorio y los impactos socioambientales que la actividad genera. La presentación fue realizada por el abogado Diego Carrasco y patrocinada por el Observatorio de derechos de los Pueblos Indígenas, con sede en Temuko. Azkintuwe viajó a Pargua, comuna de Calbuco, X Región de Chile, para conocer la situación en profundidad.

Para llegar al lofche fue necesario bordear las altas cercas coronadas con alambres de púa con que las empresas salmoneras, que acorralan día tras día a las familias, delimitan el perímetro de sus gigantescas plantas. Este es el caso de la empresa Los Fiordos, que en agosto agosto del año 2006 inició la construcción de su futura planta de alimentos en Pargua a escasos metros de la viviendas de la comunidad Pepiukelen. Encargada a la empresa Besalco (que construyó la central Ralko de Endesa), se espera comience sus operaciones en septiembre de 2007, produciendo 185 mil toneladas de alimento para salmones por año.

Sorteado el tenebroso paisaje los hermanos Manuel, Francisco y Carlos Vera Millaquén relataron el historia ante la atenta mirada de doña Clementina Millaquén Guerrero, su madre, y de sus familias. La historia de quienes se niegan a «dejarle el campo libre a las puras salmoneras» y ver como mueren sus tierras a orillas del Canal de Chacao.

– ¿Cuántas familias integran la comunidad?

Manuel Vera Millaquén, presidente de la comunidad: Somos una familia grande de donde salimos todos los descendientes que formamos parte, somos 8 familias del mismo tronco. Y en todo el sector [Los Calafates] somos unas 20 familias.

– ¿Cuántos habitantes tiene Pargua?

Francisco Vera Millaquén, werken: En este momento la población establecida de Pargua bordea las 6 mil personas pero con la población flotante en este momento yo creo que pasa las 10 mil personas, producto justamente de las personas que están trabajando en este proyecto. Pargua en sí es un lugar pequeño. Somos, en definitiva, todos descendientes del tronco principal que era Maricahuín. Nuestro tatarabuelo, por ejemplo, era Maricahuín. De hecho todo este terreno era parte de un Título de Merced que existió en el año 1790 aproximadamente, en el tiempo que el pueblo williche hizo alianza con la corona española. El Estado chileno lo ha desconocido, a pesar de un pacto que hubo en el año 1823, el Tratado de Tantauco [que validaba esos títulos]. Por eso nuestras tierras hoy día en su mayoría o son fiscales o están en poder de winkas, de todo el territorio mapuche que existía, que era una propiedad de 44 mil has, ni el 20% está en poder de los herederos de esa familia. Está todo en manos de chilenos y el resto está en manos de empresas.

– ¿Básicamente cuál es el sustento de la gente del sector?

FVM: La agricultura.

MVM: Acá se vivió siempre de la agricultura y la pesca. Cuando empiezan a llegar estas famosas empresas de crianza de salmones la gente vio como más fácil esa pega. Porque antes de trabajar un año para recibir la recompensa, que es la siembre de papas, es más fácil ir a trabajar un mes y tener algunos pesos ahí en la mano. La gente se cambió de rubro y empezó a dejar la parte de la agricultura, primero, y posterior la pesca ya no estaba dando tanto resultado, por lo mismo, por los salmoneros. Al ir colocando las jaulas el otro pescado natural empieza a desaparecer y la gente que trabajábamos en la pesca también.

FVM: Ya no era tan rentable la pesca pero seguimos con la agricultura, cuando llega el alimento para los que ya habían tomado el mar se empieza a perder la segunda alternativa. Hoy día está quedando atrás el boom de las jaulas en el mar pero sí se está instalando el producto aquí en la tierra. Acá llegaron muchas balsas, muchos criaderos de salmón, y hoy día ya está tan contaminado que se están retirando de acá. Estamos sabiendo que todo lo que es balsa, jaula, se está tirando para el lado de Aysén, ya la gente está notificada: si quiere seguir su pega se va a ir a Aysén a trabajar sino hasta ahí llega su pega. A la larga, si la gente se queda tendrá que trabajar en las empresas de alimentos, que en este caso, la gente de acá sería para barrer, porque especialidades aquí la gente no tiene. La gente que ha llegado a un 4º medio le sirve simplemente para barrer, universitarios, técnicos en la especialidad que están pidiendo estas empresas aquí no hay.

En cualquier empresa uno se para a las 8 mañana en la puerta y ve cómo empiezan a llegar las micros de gente, desde Osorno pasando por Puerto Varas, Puerto Montt, donde hoy día está la gran mayoría de la gente y esa gente viene a trabajar acá. En todas las empresas mínimo tres buses están entrando a cada planta. Los ejecutivos generalmente viven en esos lugares y viajan diariamente 60 o 70 km para llegar a sus lugares de trabajo. La gente de acá sigue en sus casas, esperando que alguien le de pega. Yo siempre he sido independiente, estuve en la pesca, hoy día ya no. Él [Manuel] sigue en la pesca, pero no aquí mismo, más lejos, para trabajarle a otros. Y acá nosotros con esto [la empresa Los Fiordos], para mí tiene fecha de vencimiento la agricultura. Es nuestra realidad.

Lo que está generándose hoy día con el tema de las salmoneras en sus diferentes ámbitos – ya sea en la piscicultura, procesadora o las mismas plantas de alimentos para estos salmones – es que de aquí a 10 o 15 años más va a haber un desequilibrio ecológico enorme, un daño ambiental que va a ser irreparable y, además de eso, la gente va a quedar sin fuentes de laborales. Porque nosotros sabemos que la industria salmonera, si bien hoy está en un auge bastante grande, no va a ser eterna, de hecho todos sus proyectos tienen un período de vida útil de máximo 30 años. Nosotros la pregunta que le hemos hecho a las autoridades regionales es si ellos se han puesto a pensar qué va a pasar en 15 o 20 años, de qué va a vivir la gente. Porque las tierras colindantes con estas industrias quedan prácticamente estériles, no aptas para el cultivo. De hecho todos los vegetales que están a los lados poco a poco comienzan a secarse. Eso es lo que a nosotros nos preocupa enormemente, qué va a pasar de aquí a un tiempo que no es muy largo.

La instalación de este parque industrial en Pargua afecta a toda la gente que vive aquí. Algunos no lo quieren reconocer porque de alguna u otra manera tienen un beneficio económico, como en el caso de la gente que tiene hosterías, restaurantes o simplemente una posada donde dan pensión o alojamiento, pero la instalación de este proyecto afecta a toda la gente que vive aquí.

El arribo de las salmoneras

 

 

 


 – Vista de Planta Industrial Danisco. Foto de Hernán Scandizzo.

 

– ¿En qué año comenzaron a instalarse las empresas?

MVM: Primero llegan las jaulas y después quienes alimentan a las jaulas.

FMV: Las primeras salmoneras empezaron a llegar a fines de los ’80 a Ensenada Codihué, que es a la vuelta del lugar donde estamos. Y la segunda, que está acá, la Danisco, se instaló en el ’92 y hacia fines del ’90, en el ’99 más o menos, empezamos a ver las primeras plantas, una es la BioMar [Dinamarca], la azul. Cuando empezaron a aparecer en los ’90 no teníamos idea de qué se trataba, porque empezamos a ver los trabajos, empezamos a ver unas máquinas y nadie sabía qué pasaba. Preguntamos a las autoridades y no había ningún tipo de información de lo que estaba ocurriendo, y cuando supimos ya era tarde porque la empresa ya estaba construyéndose.

– Los Fiordos cuándo comenzó aquí los trabajos.

FVM: Esta gente empieza a trabajar el 27 de marzo [2006]. Nosotros en mayo presentamos un recurso de protección y el 8 de mayo una orden de no innovar dictada por la Corte de Apelaciones paralizó las obras por casi 5 meses. El 25 de octubre reanudaron la faena, una vez que la Corte de Apelaciones rechazó el recurso definitivamente. Estando pendientes las apelaciones a la Corte Suprema ellos empezaron a trabajar y eso es una cosa que incluso hoy día es cuestionable, porque se entiende que en todo recurso judicial no esta ejecutoriada la sentencia mientras haya una apelación pendiente, por lo tanto se entendía claramente que la orden de no innovar estaba vigente al momento que empezaron a trabajar. De hecho la apelación se presentó y el 18 de octubre se envió a la Corte Suprema, por lo tanto en ese momento estaba la apelación en la Corte Suprema

La Corte Suprema ni se pronunció por ese tema, no dijo absolutamente nada, simplemente después rechazó el recurso por extemporáneo y la empresa pudo continuar sus trabajos más libremente todavía. Nosotros tenemos claro que ahí hubo claras irregularidades tanto en la Corte de Apelaciones como también en Santiago. Eso nos demuestra que detrás de este proyecto hay una cantidad de recursos enormes que han estado moviéndose permanentemente desde que compró el terreno la empresa Los Fiordos en el 2005 hasta ahora.

Cuando se produce la Ley de Propiedad Austral, en los años ’30, todos estos terrenos que pertenecían a indígenas fueron declarados fiscales. Después se los entregaron a los mismos titulares a título gratuito, como una donación del Fisco, pero en la mayoría de los casos fueron dejando pedazos que no se traspasaron. En este caso quedó como fiscal ese pedazo, que son 4,6 has, y luego el Estado en el año ’54 lo entregó a título gratuito a un winka. Ese winka vivió pacíficamente con nuestros antepasados, no hubo ningún problema, cuando él murió los hijos fueron los que empezaron a hacer negocios con la empresa. En el año ’94 comienzan los primeros litigios por el terreno, primero con ese winka; después, en el 2001, apareció la empresa salmonera Long Beach, filial de Qurbosa, que está en Talcahuano, y ellos le compran ese terreno para producir harina y aceite de pescado.

Pero era un terreno que no tenía comunicación con el camino porque estaba encerrado por los tres costados por la comunidad y por el otro lado daba a la playa, a donde tampoco tenía acceso por camino público. Ahí ellos empiezan a demandar a las familias Millaquén Guerrero y Millaquén Care para la servidumbre de tránsito. Como la servidumbre de tránsito no pudieron lograrla en esa demanda finalmente empiezan a negociar con la familia de Jorge Millaquén, el que fuera Jefe de Gabinete de Jaime Andrade [ex subsecretario de Mideplan] y actual Jefe de Gabinete de Alberto Parra, director Nacional de la CONADI.

– Ellos permitieron la servidumbre.

FVM: La familia de Jorge Millaquén fue de las primeras que negoció con la empresa. Por el lado de la familia Millaquén Care fue por donde empezaron a ingresar, primero Long Beach, y ahora esta gente de Los Fiordos. De hecho la servidumbre de tránsito que en su momento Haroldo Cayún (ex Director de CONADI) autorizó pasa dentro del terreno que quedó en posesión de ellos. En una demanda habían solicitado una servidumbre de 0.4 has y don Haroldo Cayún autorizó, en 2002, una servidumbre de casi 3 has, son 2, 965 has.

Después, cuando Los Fiordos compra el terreno de 4,6 has con la servidumbre incluida, compra también un terreno a los Millaquén Care. En este momento la familia Millaquén Care está viviendo en una esquina, están quedando dos personas de esa familia ahí, los otros viven en Carelmapu y en otros lugares, vendieron casi todo el terreno. Y tenemos antecedentes claros que en agosto ellos iniciaron trámite en CONADI para la permuta de esos terrenos, terrenos indígenas, por terrenos que ellos [Los Fiordos] compraron. Nosotros no hemos tenido ninguna respuesta de CONADI [respecto a] en qué estado está el traspaso que están haciendo a la empresa, porque estaban haciendo una permuta. Un abogado de CONADI dijo que esa permuta no debiera permitirse de acuerdo a los términos en que está dado, pero sabemos cómo opera el asunto.

– La tierra indígena no puede ser traspasada.

MVM: No pueden negociar la tierra porque hay un antecedente a la vista, ellos fueron dueños del terreno, es tierra indígena y mas encima los dos hermanos trabajan en la CONADI, Jorge en Temuco y Alberto en Chiloé, que es el ente de gobierno que debiera regular estos temas. Sin embargo siguen cediendo las tierras en perjuicio de los demás comuneros del sector, que en este caso somos nosotros.

 

 

 


 – Planta de alimentos para salmón en Pargua. Foto de Pedro Cayuqueo.

 

FVM: La Long Beach fue la primera empresa que intentó instalarse pero nosotros logramos expulsar después de 4 años de lucha, a ellos los sacamos de acá a pesar de que pasó todas las aprobaciones de la COREMA. Ellos presentaron unos estudios sumamente truchos y aun así la COREMA aprobó ese proyecto, una irregularidad enorme. En ese tiempo igual recurrimos a la Corte de Apelaciones. La Corte de Apelaciones igual falló a favor de la COREMA y en definitiva la empresa tuvo el proyecto aprobado y nosotros ahí nos contactamos con gente de Oceana, de Santiago, y ellos nos ayudaron a preparar una demanda que se iba a presentar a la Corte Interamericana.

– Se podría pensar que la permuta es una pantalla para que parezca legal el asunto.

FVM: Ese es uno de los temas, pero el otro tema que a nosotros nos preocupa y nos inquieta mucho es que aquí Long Beach compró en $66 millones ese terreno de 4.6 has, más lo que pagaron por la servidumbre de tránsito, que fueron alrededor de $30 millones más, llevamos sumados $90 millones más o menos. Los Fiordos le compra a la empresa a Long Beach por $ 428 millones de pesos. Nosotros habíamos ingresado en CONADI de Osorno una carta reivindicando esos terrenos en junio de 2005. Esos terrenos fueron de nuestro abuelo y los reivindicamos de acuerdo a lo que establece el artículo 20 de la Ley Indígena. CONADI simplemente dejó esos documentos fondeados, ahí se produjo el cambio de director, el otro director que estuvo actuando casi un año favoreció a la instalación de la empresa, por lo tanto a todos esos papeles que había de reivindicación nunca se les dio curso.

Y después aparece la empresa a los dos o tres meses comprando ese terreno por una cantidad que si CONADI hoy día tuviera la voluntad de comprar ese terreno, está a un precio que es inalcanzable, porque son casi $450 por 4,6 has. Es prácticamente imposible que CONADI pague esa cantidad de dinero por esa cantidad de terreno. Nosotros hemos visto ahí un afán de especulación de la empresa para evitar que finalmente CONADI pueda comprar ese terreno. Para nosotros hoy día cobra importancia la propuesta que se presentó al Estado chileno para que tenga la facultad de expropiar, porque en este caso particular no habría otra forma. Aún cuando nosotros lográramos echar a la empresa de ahí, por la cantidad de millones que pagaron es imposible que el Estado, de acuerdo a lo que hoy existe, pudiera comprar esos terrenos a la comunidad.

– En el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa Long Beach ustedes no aparecían.

FVM: Cuando se hizo el estudio, en 2003, nosotros aparecimos pero como personas naturales, porque no teníamos la comunidad constituida. Entonces ese era el argumento que ellos utilizaban para decir que aquí no había una comunidad, nosotros nos constituimos en noviembre y el proyecto lo aprobaron en enero de 2004, pero el argumento de ellos es que a junio y julio, cuando se llevó a cabo el estudio, no éramos comunidad indígena. Por lo tanto no eran válidos nuestros reclamos. Participamos sí como personas naturales, presentamos todas las observaciones, incluso la CONAMA nacional hizo una resolución donde en cierta medida modificó el proyecto, pero era en cosas mínimas.

Si hubo una pequeña modificación es producto que estuvo en ese entonces el senador de la zona, Rodolfo Stange, de la UDI, que fue uno de los pocos parlamentarios que vinieron como autoridad y que finalmente hicieron un informe favorable a nosotros. También Alejandro Navarro estuvo en ese tiempo, en febrero de 2004, también él hizo innumerables oficios a los distintos organismos públicos y con eso logramos un poco presionar a nivel nacional. Pero como digo, lo único que se logró con eso fue que CONAMA exigiera la modificación en términos muy pequeños de lo que era el proyecto de la empresa de harina de pescado.

Lo que finalmente hizo que ellos desistieran fue, primero, el hecho de que nosotros hicimos una amenaza pública de que íbamos a llevar esto a la Corte Interamericana, y segundo, coincidió también con que el negocio de la harina de pescado bajó, entonces eso los hizo también desistir a ellos. Además aquí hay otras empresas de harina de pescado que hicieron una fuerte campaña contra ellos, entonces todo eso en cierta manera jugó para que finalmente Long Beach no se instalara. De todas maneras la empresa Los Fiordos compró ese proyecto completamente. Incluso el director de CONAMA el año pasado decía que Los Fiordos iba a hacer la parte de harina de pescado. Nosotros hoy día tenemos la seria inquietud, porque no sabemos si lo que ellos están haciendo es la parte harina de pescado o la parte de alimento para pescados, porque tienen los dos proyectos aprobados.

CVM: Danisco se ha instalado antes de que existiera la Ley de Medio Ambiente en Chile, por lo tanto ellos no cumplieron ninguna norma, no había ninguna norma que exigirles. Después le han ido exigiendo algunas cosas, pero ellos hoy día están evacuando riles hacia el mar, riles que contienen potasa cáustica, soda cáustica y ácido sulfúrico, que son componentes altamente corrosivos.

MVM: Todas las empresas que se ven desde la ventana desaguan al mar.

FVM: Esa es la razón por la que ellos buscaron este lugar para instalarse, porque acá pueden tirar libremente al mar, en definitiva ese es el cuento acá. Este lugar tiene esa ventaja – en relación a otros como Talcahuano -, acá las corrientes son sumamente fuertes y en cierta manera ayudan a limpiar, pero no evita que produzca todo el daño ambiental que hay. En esta parte antiguamente salía toda clase de mariscos, hoy día con suerte puedes encontrar erizos a casi 70 metros de profundidad, los buzos todos los días tienen que arriesgar su vida. De hecho nosotros tenemos un hermano que es buzo que cada cierto tiempo va a bucear y cuando le toca bajar a mucha profundidad viene con problemas porque le toma la presión.

 

 

 


 – Construcción de Planta Los Fiordos. Foto de Hernán Scandizzo.

 

Nosotros recurrimos en su momento a la Contraloría, que emitió una resolución favorable a nosotros: debía hacerse un Estudio de Impacto Ambiental. La COREMA simplemente desconoció esa decisión. Producto de eso recurrimos nuevamente a la Corte de Apelaciones, pero en definitiva los tribunales ya estaban en una predisposición de rechazar cualquier recurso nuestro y fue así que finalmente, de dos recursos que se presentaron, ambos recursos fueron rechazados. En uno de los casos fue rechazado por extemporáneo, el que se presentó contra la COREMA, y el otro simplemente porque la Corte de Apelaciones falló únicamente considerando los informes «técnicos» de los servicios públicos que conforman la COREMA: la Dirección General de Aguas, el SAG, CONAF, el Servicio de Salud. Informes que nosotros tenemos conciencia completa que fueron hechos a la medida la empresa.

– ¿Han tenido conversaciones con el nuevo director de CONADI?

FVM: Si, hemos tenido. Incluso nos estaba sacando como excusa que él no conocía el tema porque llevaba dos meses como director. No tiene excusa, la información ha estado en CONADI desde hace muchísimo tiempo. Nosotros no podemos entender que un director nacional de CONADI se excuse que él no tiene toda la información, que por eso no puede tener una opinión completa del tema. No podemos aceptar ese tipo de cosas como tampoco podemos aceptar los descargos que hace la dirección regional, en el sentido que ellos han manejado este tema con mucho cuidado, que han tenido mucha preocupación por lo que está pasando. El director nacional lo que trató de decirnos es que CONADI de la X Región había hecho todos los informes que se le habían pedido. Es lamentable que CONADI muchas veces emita informes solamente para cumplir un requisito, la ley tiene un mandato claro: CONADI es el organismo por ley facultado para proteger las comunidades, a sus integrantes y a los territorios. Esto CONADI no lo ha hecho.

Condiciones de trabajo e impactos

– ¿En la comuna de Pargua hay algún Sindicato de Pescadores?

MVM: Sí, pero es bien bajo el número, comparado con lo que es Carelmapu, Ancud.

– En muchas empresas salmoneras hay gente mapuche williche que está trabajando en condiciones de esclavitud casi.

FVM: Esa es una de las realidades que se viven, incluso en Pargua. Son empresas que trabajan las 24 horas y prácticamente los 365 días del año, producto de eso la gente tiene que trabajar en distintos turnos pero simplemente hay ocasiones en que los turnos no se respetan, porque para tener empresas trabajando las 24 hs tenés que tener 4 turnos y no 3 solamente, porque tiene que haber uno de relevo. Donde no hay ese 4º turno de relevo – que es casi en la mayoría de las empresas – obviamente la gente tiene que trabajar muchas más horas, se viola la jornada laboral, porque ahora son 45 hs. La legislación laboral chilena establece que no se pueden trabajar más de 6 días de corrido, hay casos especiales en que sí se permite, pero las salmoneras no son consideradas casos especiales en los cuales se pueda permitir, sin embargo esto ocurre habitualmente.

Lamentablemente las autoridades que deben fiscalizar hacen vista gorda o caso omiso a las denuncias, el Estado de esa forma muestra su complicidad con los atropellos que ocurren. Si bien en algunos casos hay fiscalización muchas veces las sanciones que se aplican son irrisorias, para una empresa que gana millones mensualmente no significa gran cosa pagar 7 millones de pesos en una multa.

– ¿Qué producen las empresas instaladas en el sector?

FVM: Excepto la Danisco todas las demás que ustedes ven son plantas para alimento para salmones. Cada una de estas plantas tiene una producción anual de alrededor de 30 mil toneladas de productos. Ellos procesan un alga que se llama luga, de esa alga sacan un producto que se llama carregenina, que se utiliza como aditivo natural en productos como el queso, jamón, la leche, los yogures, etc. Es un producto que lo exportan hacia Europa y Estados Unidos.

– ¿Qué materia prima utilizan las empresas de alimentos para salmones? Porque habló de riles contaminantes

FVM: Principalmente harina y aceite de pescado, porque estos animales son carnívoros, se alimentan con su propia especie. Lo que hacen las plantas de harina y aceite de pescado es tomar toda esa mortalidad… las empresas no pierden nada. Por ejemplo, ellos incuban 100 salmones, los 100 salmones los aprovechan al 100%. El pescado que filetean, todos los desechos: vísceras, cabeza, cola, esquilones, va a las fábricas de harina de pescado. Aquí tenemos dos grandes fábricas, una está en Panitao, que es la Pacific Star, y la otra está en La Campana, que se llama Salmonoil. Y antes de llegar a Castro, en Piruquina, Pacific Star tiene sucursal, y hay otra más en Corcovado.

 

 

 


 – Francisco Vera y Clementina, su madre. Foto de Hernán Scandizzo.

 

Esas fábricas se dedican a reducir toda esta mugre del salmón, pero además de eso, todo el salmón que se muere en las jaulas también va a dar a esta fábrica de harina de pescado, que es en el fondo la materia prima base del alimento que después le dan al salmón. Hoy día le están agregando harina panadera, harina de pluma, harina de soya y hay otros productos a la alimentación porque al salmón se le estaba alimentando solamente con harina de pescado y se le estaba echando a perder el producto. Ahora le están agregando otros productos más para mejorar un poco la alimentación y en definitiva mejorar la calidad del salmón. Pero la base de la alimentación que tienen los salmones es harina y aceite de pescado, por eso todas estas fábricas emanan esa hediondez.

El aceite es lo más hediondo, yo trabajé en la planta que está en Panitao, en la Pacific Star. El salmón podrido que procesan emana amoníaco, yo le digo gas demoníaco porque producto de eso sufrí una intoxicación más o menos severa que fui a parar al hospital y el médico me dijo que la única posibilidad de que me sanara era saliéndome de ahí. «Si tú vas a trabajar ahí vas a estar todas las semanas viniendo a desintoxicarte».

El temor que tenemos nosotros es que finalmente la planta que tenemos al lado se convierta en una planta de harina de pescado y no de alimentos, porque ellos tienen los dos proyectos aprobados. Uno de los temores acá es ese, porque la planta de harina de pescado no es solamente mal olor sino que aparte de ese mal olor son gases tóxicos. El amoníaco es un gas tóxico que si se fuera directo a la sangre uno se muere en un par de horas. Estar respirando permanentemente eso nos va a crear un daño que va a ser irreversible y eso nosotros se lo planteamos a todas las autoridades acá, incluyendo al Seremi de Salud. Pero las autoridades no están preocupadas de administrar la región sino que están preocupados de hacer negocios con los salmoneros y, en definitiva, le importan más que la salud de una comunidad indígena como la nuestra, le importa más que un pueblo como este.

– Las empresas que producen harinas, aceites o alimentos para salmones ¿tienen relación directa con las que tienen las jaulas? ¿Son todas partes del mismo grupo?

FVM: Si, incluso Los Fiordos [del grupo noruego Agrosuper, que elabora productos a base de salmón – Super Salmón – y tiene una fuerte presencia en la industria alimenticia: Super Cerdo, Super Pollo, Sopraval, Super Fruit, La Crianza y Ventisquero] tienen empresas en Quellón y en Aysen. En Quellón tienen una planta procesadora y fileteadora donde en el año 2004 se llevó a cabo una de las huelgas más renombradas que hubo en la región en los últimos años. El en ese momento intendente y hoy día diputado Patricio Vallespín [acusado por el legislador democristiano Fidel Espinoza de ser lobbysta de SalmonChile] y gente allegada al Partido Socialista – uno incluso era abogado de los trabajadores y hoy concejal en Castro [Julio Álvarez Pinto] – hicieron un trabajo subterráneo para que la empresa saliera adelante con su idea.

– ¿Usted conoce casos de autoridades que hayan pasado a formar parte de las empresas salmoneras?

Hay casos que para nosotros son vergonzosos. Uno de los casos puntuales es el del director regional de CONAMA Raúl Arteaga Montecinos, que llegó a ser incluso el segundo de abordo a nivel nacional de la CONAMA. A mediados del año pasado fue nombrado uno de los máximos ejecutivos de SalmonChile, que agrupa a todos los empresarios del salmón a nivel nacional. Nosotros hemos visto ejemplos puntuales y claros de, yo no sé si eso es corrupción o no, pero sí uno ve abiertamente una influencia que existe. El poder económico finalmente se impone y el poder político se ha subordinado a estos grandes poderes económicos que existen hoy día en la región.