Colombia y Estados Unidos alcanzaron hoy un acuerdo dirigido a liberalizar el intercambio de bienes y servicios entre los dos países, como resultado de un proceso que comenzó hace 21 meses. En declaraciones a la prensa, el ministro colombiano de Comercio, Jorge Humberto Botero, indicó que el cierre de las negociaciones ocurrió en la madrugada […]
Colombia y Estados Unidos alcanzaron hoy un acuerdo dirigido a liberalizar el intercambio de bienes y servicios entre los dos países, como resultado de un proceso que comenzó hace 21 meses.
En declaraciones a la prensa, el ministro colombiano de Comercio, Jorge Humberto Botero, indicó que el cierre de las negociaciones ocurrió en la madrugada de este lunes tras una extensa jornada final de debates.
Según expertos, funcionarios de los dos países optaron el miércoles pasado por ampliar el plazo de discusiones tras considerar que en la mesa de negociaciones estaban ausentes los problemas sin solución.
Sin embargo, para los analistas el hecho de que las pláticas se extendieran mas allá de lo previsto -su conclusión se esperaba el viernes- reveló la existencia de puntos de fricción a pesar de las numerosas rondas de conversaciones realizadas.
Como parte de los esfuerzos a favor del Tratado de Libre Comercio, el presidente colombiano, Alvaro Uribe, viajo recientemente a Washington en un intento por desbloquear las tratativas.
Botero afirmó que el sector agropecuario se verá sometido a determinado grado de competencia con el pacto, si bien indicó que productos como azúcar, lácteos, frutas y cárnicos contarán con libre acceso al mercado norteamericano.
Asimismo, manifestó el funcionario, toda la producción industrial de la nación sudamericana tendrá ingreso preferencial y sin restricciones a los consumidores estadounidenses.
No obstante, para los especialistas es importante conocer los detalles del acuerdo y los cupos establecidos en determinados rubros, como el azúcar, unido a temas vinculados a la propiedad intelectual y medicamentos.
Tras el anuncio, la atención se concentra en las reacciones que podría generar el pacto en los sectores de la economía colombiana, pues existe preocupación acerca de los efectos negativos de una iniciativa de ese tipo.
Desde el comienzo del proceso, gremios vinculados a la actividad agropecuaria del país sudamericano manifestaron su cuestionamiento y rechazo al acuerdo, por considerar la posibilidad de una pérdida de posiciones frente a la competencia estadounidense.