Los indígenas del departamento colombiano de Guajira (norte) acusaron hoy a uniformados de asesinar con tiros de gracia a dos comuneros de la etnia Wayuú, detenidos en un retén militar sin justificación el pasado 18 de junio. La Organización Nacional de Indígenas de Colombia (ONIC), denunció que Eusebio Gil Pushaina de 39 años, y Sergio […]
Los indígenas del departamento colombiano de Guajira (norte) acusaron hoy a uniformados de asesinar con tiros de gracia a dos comuneros de la etnia Wayuú, detenidos en un retén militar sin justificación el pasado 18 de junio.
La Organización Nacional de Indígenas de Colombia (ONIC), denunció que Eusebio Gil Pushaina de 39 años, y Sergio Solano de 21, fueron señalados como miembros de grupos ultraderechistas emergentes tras ser asesinados.
Unidades del ejército adscritos al batallón Grupo de Caballería Mecanizado Rondón, ejecutaron extrajudicialmente a los Wayuú reportándolos como miembros de las Aguilas Negras dados de baja en combates, revelaron los nativos en un comunicado.
Los grupos indígenas en Colombia son frecuentemente relacionados con los grupos izquierdistas y protagonizan disputas con la fuerza pública al reclamar la propiedad de la tierra en manos de hacendados.
En múltiples ocasiones el ejército y la policía señalan a los indígenas de ser colaboradores de la guerrilla poniendo en riesgo la vida e integridad de los miembros de las comunidades, agregaron los nativos.
Los indígenas sostuvieron que los comuneros fueron vistos vivos por última vez en un vehículo aparcado en un retén militar y horas después aparecieron muertos con tiros de gracia en la cabeza.
Familiares de las víctimas que presenciaron las labores de identificación de los cadáveres aseguraron que los investigadores del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) fueron permisivos con la manipulación de las evidencias de los uniformados.
El ejército hizo un montaje en la escena del crimen colocando granadas y armas de fuego cerca de las victimas, luego fueron disparadas por un soldado que colocó las vainas vacías junto a los cadáveres, denunciaron los afectados.
Las fuerzas militares de Colombia son cuestionadas por entidades que defienden los derechos humanos en el país y el extranjero y que las acusan de operar en conjunto con grupos ultraderechistas.
Los indígenas en Colombia, los campesinos y las comunidades de afrocolombianos son las víctimas principales del conflicto armado protagonizado por grupos armados que se disputan el control de los territorios y de los cultivos ilícitos.