Millones de santiaguinos y santiaguinas están seriamente amenazados(as) por la construcción de la central hidroeléctrica Alto Maipo. Riesgo inminente para el abastecimiento de agua potable de toda la Región Metropolitana. Negocio redondo para el grupo Luksic y la transnacional norteamericana AES Gener, puesto que la energía producida por la hidroeléctrica irá a parar a una […]
Millones de santiaguinos y santiaguinas están seriamente amenazados(as) por la construcción de la central hidroeléctrica Alto Maipo. Riesgo inminente para el abastecimiento de agua potable de toda la Región Metropolitana. Negocio redondo para el grupo Luksic y la transnacional norteamericana AES Gener, puesto que la energía producida por la hidroeléctrica irá a parar a una expansión de la minera «Los Pelambres», propiedad de la familia que encabezan Andrónico y Jean Paul Luksic. Sin embargo, pese a la notoriedad pública que generan los Luksic, la relación que existe entre Gener y la Nueva Mayoría es igual de preocupante, ya que adquiere rasgos de verdadera corrupción política y prácticas sistemáticas de violación de la soberanía de los pueblos.
Todo esto en el contexto de la Tercera Marcha Nacional contra Alto Maipo convocada por diversas organizaciones sociales para este 5 de diciembre a las 11:00 hrs. en Plaza Italia.
¿En qué consiste la relación AES Gener-Nueva Mayoría?
La Nueva Mayoría -pero también la Concertación, su continuidad natural- legitimó su posición política y social en virtud de un resultado económico: crecimiento, inversión extranjera, modernización y sustentabilidad, entre otros rasgos económicos y sociales. Es cierto, aunque sólo crecían unos pocos. La inversión extranjera responde al proceso de «transnacionalización de la economía» cuyas nefastas secuelas para la vida social son brillantemente descritas por Hugo Fazio. La sustentabilidad en realidad fue un discurso para el extranjero o los tribunales ambientales, ya que los cientos de conflictos ambientales y la degradación de gran cantidad de ecosistemas en Chile lo desmienten tajantemente.
Es que todo parecía bullir y crecer para siempre. La llamada «década dorada del cobre» alimentó las ilusiones. Pero también su ciclo expansivo demandaba los resortes materiales necesarios para impulsarse. Es así que a partir de la década del 90 en adelante se consolidan las grandes transnacionales que monopolizan actualmente la producción de energía: (ENDESA, Gener, Colbún y E-CL) al alero de la demanda energética de la Gran Minería del cobre. De esta manera, se concertaban algunos de los responsables de hacer carne el ideario neoliberal de crecimiento, inversión, sustentabilidad, etc.
Pero todo lo que sube tiene que bajar. La «década de oro» llega a su fin y se comienzan a descalabrar y debilitar quienes se beneficiaron de ella. Cuando el bote se hunde o tambalea, siempre hay quienes quedan mejor ubicados que otros para sortear el movimiento. En la actual coyuntura económica, social y política, AES Gener es uno de ellos.
En ese sentido, para la transnacional norteamericana, presente en distintos lugares del globo, fue, es y será vital asegurar el apoyo de la concertación-Nueva Mayoría, pues ésta ha permitido y facilitado distintas operaciones políticas para aprobar sus proyectos, es decir, generar las condiciones para la actividad de apropiación y destrucción de los bienes naturales del país con el propósito de asegurar los beneficios económicos de AES Gener. Allí hay una relación indisoluble; una alianza, la cual, en términos de financiamiento político, todavía está por esclarecerse, producto de todas las trabas y opacidades que existen para saber quién, cómo y para qué se financia la política.
Al respecto, hay al menos tres casos que son ilustrativos. La central termoeléctrica Campiche, Alto Maipo y la autorización para vender energía a Argentina que otorgó el Gobierno a Gener.
El primer caso (2009) consiste en una presión realizada de manera conjunta entre las altas esferas del primer gobierno de Michelle Bachelet, la embajada de Estados Unidos y Aes Gener, quienes, mediante modificaciones a la legalidad, habilitaran la construcción de la central Campiche, a pesar de que había sido la propia Corte Suprema quien paralizara las obras [1] .
Un segundo caso es la autorización del segundo gobierno de Michelle Bachelet para que AES Gener pueda vender energía a Argentina (2015). A pesar de que la mayoría de los proyectos energéticos que aprueban los servicios públicos (SEA) se efectúan en razón de una supuesta carencía y disponibilidad de energía en el país [2] .
El tercer caso, el proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo, es todavía más esclarecedor al respecto de la relación Nueva Mayoría-Gener. El PHAM obtiene su Resolución de Calificación Ambiental en 2009. Un informe de una Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados, establece que la aprobación del proyecto posee vicios, como presentarse en calidad de abastecedora del consumo público de energía, cuando, en realidad, lo es para la minería privada. El informe sostiene además que el PHAM pondrá en riesgo el abastecimiento de agua potable de la Región Metropolitana y que posee una gran cantidad de impactos ambientales no declarados [3] .
En resumidas cuentas, es posible observar cómo la empresa transnacional AES Gener, con la asistencia directa de la Concertación-Nueva Mayoría ha demostrado estar por sobre los poderes del Estado, subordinando el poder ejecutivo, anulando el poder Judicial y desconociendo el poder Legislativo y de instituciones públicas como el Servicio de Evaluación Ambiental.
Esta situación se vuelve todavía más grave en tanto que consideramos que el vínculo Gener- Nueva Mayoría no es reciente y lleva al menos una década, fortaleciéndose durante la ‘década dorada del cobre’ y manteniéndose, por conveniencia mutua, en el actual ciclo político, donde vemos un gobierno completamente cuadrado en la defensa irrestricta de Alto Maipo, aun cuando los riesgos son evidentes, el rechazo social cada vez más amplio y su inviabilidad técnica profundamente cuestionada.
En definitiva, sólo es la voluntad política del gobierno, que no quiere soltar la mano de las grandes transnacionales, lo que mantiene el proyecto en pie.
Todavía es tiempo de actuar
Es un escenario difícil, pero que puede cambiar. Es ahora cuando se necesita de la voluntad, el ánimo de transformación, de impugnar las redes de poder y corrupción político-empresarial. Los distintos movimientos populares tienen una responsabilidad y una posibilidad histórica: el descrédito de los grupos políticos dirigentes y la crisis económica, social y política de las clases dominantes, hacen posible y necesaria la emergencia de una alternativa emanada desde los sectores populares. Sin embargo, ello no se producirá espontáneamente y requiere, por lo mismo, de todo nuestro esfuerzo.
Por este motivo, sostenemos que no es factible ni probable la superación de decenas de problemáticas ambientales, Alto Maipo entre ellas, en el marco del actual modelo económico, político y social que impera en Chile y, en gran medida, en América Latina. AES Gener, y las grandes transnacionales de energía y minería del cobre, requieren gobiernos funcionales y estados orientados a la realización de sus intereses. Es decir, Alto Maipo y el grueso de los problemas ambientales del país, no podrán ser resueltos por gobiernos beneficiados directos de la actividad rentista ni estados orientados en perspectiva rentista.
Bajo esta óptica, lo que se necesita en términos de construcción de alternativas es instalar en los movimientos populares visiones estratégicas y propuestas programáticas que se planteen la transformación de la matriz productiva del país. Chile, Latinoamérica y todo el mundo se encuentran asediados por la actividad extractiva y destructiva de las grandes corporaciones transnacionales, movidas únicamente por la sed de beneficios asociados a la renta proveniente de los bienes naturales.
En términos concretos, tácticos, el llamado es a movilizarnos este 5 de diciembre a las 11:00 hrs. en Plaza Italia contra Alto Maipo y contra el diseño empresarial promovido en materia energética y ambiental por la Nueva Mayoría. Debemos romper la inercia que pretende instalar el gobierno, promover las concentraciones-movilizaciones masivas y en señal de protesta, concitar apoyos de distintos sectores sociales en lucha y responder unitariamente a la serie de modificaciones restauradoras de lo más rancio del modelo neoliberal promovidas desde el gobierno y el Parlamento.
El río Maipo está en peligro. Las redes de poder político-empresarial forjadas por Gener y la Nueva Mayoría lo acechan. Depende de ti contribuir a detenerlo y avanzar hacia una sociedad en donde la naturaleza potencie nuestra vida social y, por el contrario, no se tenga que destruir irreversiblemente para el beneficio de unos pocos.
La historia está en nuestras manos.
[1] Para más información del caso revisar la siguiente nota: http://ciperchile.cl/2011/03/
[2] http://www.portalminero.com/
[3] http://www.eldesconcierto.
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