La pesquería del jurel, la principal de Chile, atraviesa un momento crítico por la caída de esta especie en el océano Pacífico a causa de la sobreexplotación. Los científicos recomiendan disminuir a la mitad las capturas en 2011. Chile esperaba extraer este año 1,3 millones de toneladas de jurel (Trachurus murphyi) de sus 200 millas […]
La pesquería del jurel, la principal de Chile, atraviesa un momento crítico por la caída de esta especie en el océano Pacífico a causa de la sobreexplotación. Los científicos recomiendan disminuir a la mitad las capturas en 2011.
Chile esperaba extraer este año 1,3 millones de toneladas de jurel (Trachurus murphyi) de sus 200 millas de zona económica exclusiva. Pero hasta este mes no ha capturado más de 450.000 toneladas, según la Subsecretaría de Pesca del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.
Más aún, los países de la Organización Regional de Administración de Pesca (ORP) del Pacífico Sur han desembarcado apenas 712.000 toneladas en lo que va del año.
La ORP del Pacífico Sur, en proceso de constitución desde 2006, busca administrar los recursos pesqueros de la zona para asegurar su preservación.
Sus delegaciones científicas, reunidas a fines de octubre en el balneario chileno de Viña del Mar, «determinaron que la situación es bastante crítica, casi al borde del colapso», lo que significa que hay que tomar medidas administrativas para preservar el jurel, explicó a IPS el subsecretario de Pesca de Chile, Pablo Galilea.
La Convención sobre la Conservación y Ordenación de los Recursos Pesqueros de Alta Mar del Pacífico Sur, que regula a la ORP, fue firmada por Chile, China, Colombia, Nueva Zelanda, Islas Cook, Islas Feroe, Perú y la Unión Europea. Pero sólo ha sido ratificada por las Islas Feroe, así que sus resoluciones aún no son vinculantes.
El jurel abunda en las regiones costeras y oceánicas del Pacífico Sur. En aguas sudamericanas se lo encuentra desde Ecuador y especialmente en Chile y Perú.
La biomasa total de jurel cayó 79 por ciento desde 2001. En 1995 los desembarques en Chile alcanzaron el récord de 4,4 millones de toneladas.
Los técnicos estiman tres escenarios. El más grave es una declinación continua si se mantienen los volúmenes de captura de este pez.
«Si se reduce 75 por ciento el volumen extraído, existe más de 50 por ciento de posibilidades de que el recurso continúe a la baja», explicó Galilea. En cambio, «si se reduce 50 por ciento el actual nivel de captura, la biomasa podría comenzar a recuperarse», acotó.
En agosto, la organización no gubernamental internacional Oceana denunció que desde 2003 el Consejo Nacional de Pesca de Chile, integrado por autoridades y representantes de la industria, asignó cuotas globales de captura de jurel superiores a lo recomendado por los científicos del Instituto de Fomento Pesquero.
Esto se suma «al incremento importante de la flota extranjera, que pesca más allá de las 200 millas (…), principalmente China y la Unión Europea», dijo a IPS el activista Samuel Leiva, del capítulo chileno de Greenpeace, la organización ecologista que participa como observadora en la ORP.
Tampoco se descarta que el cambio climático haya afectado las corrientes marinas y tenga alguna responsabilidad en el alejamiento del jurel desde las costas hacia alta mar.
«Para Greenpeace la solución es la ratificación de la Convención de la ORP» para que se respeten las recomendaciones científicas sobre las cuotas, planteó Leiva.
En Chile, la principal zona de extracción va desde la central región de Valparaíso a la sureña de Los Lagos, y se concentra en la del Bíobío, más de 500 kilómetros al sur de Santiago. Un segundo polo se ubica en el extremo norte.
Un alto porcentaje de jurel se emplea en hacer harina y aceite de pescado, alimento del salmón cultivado, del que Chile es segundo productor mundial. También se exporta congelado y en conserva.
«Tenemos un desafío grande y es que todos los países que participan de esta pesquería puedan adoptar medidas de conservación», dijo Galilea. Chile propondrá adoptar «cuotas sustancialmente más bajas» en la próxima reunión de la ORP en la ciudad colombiana de Cali, entre el 24 y el 28 de enero.
Aunque la cuota de 2011 la determinará el Consejo Nacional de Pesca en diciembre, Galilea enfatizó que «llegó el momento de la verdad», porque «de las 22 pesquerías más importantes del país, nueve están sobreexplotadas y cuatro en riesgo de sobreexplotación».
Al reducirse las cuotas, «va a producirse un ajuste económico y social importante, sobre todo en la región del Bíobío», una de las más zonas más afectadas por el terremoto y tsunami del 27 de febrero, admitió.
Las embarcaciones industriales poseen 95 por ciento de la cuota de captura que se fija desde 1999, mientras los pescadores artesanales el cinco por ciento restante. Entre las flotas y las plantas de proceso, la industria genera más de 10.000 empleos directos.
El gobierno del derechista Sebastián Piñera cree que el crecimiento económico absorberá parte de la mano de obra que quede desocupada, y paralelamente se propone incentivar el consumo humano del jurel para que se agregue valor al producto.
«El impacto de la baja del jurel nos afecta, pero no pone a la pesca artesanal en crisis porque no es nuestra pesquería principal», comentó a IPS la presidenta de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales, Zoila Bustamante, aunque reconoció que en el norte el impacto será «notable».
A su juicio, «no basta con decir bajamos las cuotas. Debemos discutir cómo en períodos extraordinarios como el que vivimos aseguramos que el costo sea lo más justo, porque nosotros no sobreexplotamos esta pesquería. Creemos que debe discutirse el aseguramiento de un piso en toneladas para la pesca artesanal».
«Hace muchos años que el jurel dejó de estar en la dieta básica de los chilenos, producto de su destino a la harina de pescado, por tanto no estamos ante un problema de seguridad alimentaria, sino ante el fin de un negocio desarrollado por 15 empresas pesqueras», agregó Bustamante.
El Senado aprobó el 2 de este mes en primer trámite un proyecto que modifica la fijación de cuotas de captura, y establece la realización de un estudio sobre la talla del jurel.
En el período enero-julio las exportaciones chilenas del sector pesquero y acuícola generaron 2.045 millones de dólares, 13,4 por ciento menos que en igual período del año anterior.