Un autor cubano original y carismático obtiene el Premio Casa de las Américas 2019 de literatura para niños y jóvenes con un singular libro
Quizás más conocido como el deslumbrante repentista que es, el cubano Alexis Díaz Pimienta es un escritor versátil y original con casi 40 libros publicados entre novelas, cuentos, ensayos, y literatura infantil y juvenil.
Un poco quejoso de que el «mundillo literario» de su país no lo reconozca como lo que es, ha logrado sin embargo alzarse con el Premio Literario Casa de las Américas en la categoría de literatura para niños con un texto sobre el racismo, fundamentalmente, que rompe todos los esquemas en cuanto a lo que muchos piensan no debe ser «tema» para los más pequeños.
Piel de noche -que así se titula la obra- es un poemario inusual pues, desde la voz de un pequeño, se realizan serios cuestionamientos al racismo, la intolerancia, la xenofobia y la inequidad de géneros. La obra puede ser leída también por los adultos (padres y profesores) como reveladora visión de estos tratamientos que, sin cortapisas, son abordados por Díaz Pimienta.
Al respecto el escritor ha declarado a medios de prensa que es consciente que este es un tema delicado para tratarlo con niños, sin embargo, no puede dejarse de tocar y hay que abordarlo con suma honestidad, con humor incluso, para que tanto los pequeños como los adultos interioricen el problema.
La costumbre idiomática de calificar de «negro» a todo lo malo e ilegal, los cliché que se utilizan para esta raza contenidos en expresiones como «pelo malo» o «adelantar la raza» así como la inequidad de géneros, la xenofobia, el racismo y la intolerancia forman parte de unos textos juguetones, en ocasiones; y otras veces, de tono sutilmente doloroso pero siempre afincados en el orgullo de las personas que tienen raíces africanas.
La aspiración a crear un mundo en el que convivan todos los colores sin discriminatorias divisiones o segregación está viva en Piel de Noche, un cuaderno que, como su autor, se destaca por el tratamiento hasta ahora casi o nada explorado por los que escriben para niños en Cuba.
En él coinciden poemas de varias formas métricas y estrofas que tienen un tono narrativo sin abandonar el lenguaje de la poesía. De tal manera que, como ha confesado Díaz Pimienta, a veces parecen microrrelatos, pequeños cuentos con personajes, tema y desenlace.
Como ha sucedido con Chamiquili, una obra también para niños altamente apreciada por los lectores cubanos, estoy segura que Piel de Noche se convertirá en un éxito editorial.
Lo agradecerán los muchísimos admiradores con que cuenta Díaz Pimienta entre los lectores que -al contrario de la crítica especializada y sus contemporáneos escritores- no han sabido valorar en toda su dimensión a un hombre cuyo carisma cautiva a las multitudes, especialmente cuando se presenta ante el público interpretando décimas y seguidillas con una facilidad casi imposible de superar.
Ojalá críticos e intelectuales sepan apreciar esta entrega literaria de Díaz Pimienta y su nueva obra alcance el reconocimiento público que merece un autor bien conocido por todos, en su faceta de brillante repentista.
Con toda razón este libro llamó la atención de jurado del Premio Casa, ya que Piel de Noche inaugura una forma de abordar temas difíciles con una gran cuota de ternura, que solo el talento puede conjugar.