Sandra Chindoy nació en la vereda Machindoy, ubicada en el municipio de Sibundoy, Putumayo, al sur de Colombia. Es miembro del pueblo indígena Kamëntšá y hablante de su lengua originaria. En su comunidad es ampliamente reconocida, no solo por su compromiso social, sino también por sus raíces familiares: hija de una madre artesana y un […]
Sandra Chindoy nació en la vereda Machindoy, ubicada en el municipio de Sibundoy, Putumayo, al sur de Colombia. Es miembro del pueblo indígena Kamëntšá y hablante de su lengua originaria. En su comunidad es ampliamente reconocida, no solo por su compromiso social, sino también por sus raíces familiares: hija de una madre artesana y un padre agricultor, creció en un entorno profundamente conectado con la tierra y la tradición.
Cursó estudios en la Universidad Distrital, donde obtuvo el título de licenciada en Ciencias Sociales. Posteriormente, se especializó en Gestión Pública en la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) y también se formó como tecnóloga en Comunidades Étnicas para Proyectos Ambientales Sostenibles en el SENA.
PRIMERA MUJER INDÍGENA EN EL PERIODISMO
Sandra Chindoy es la primera mujer indígena en la historia de Colombia en desempeñarse como presentadora de noticias en RTVC, el Sistema de Medios Públicos que incluye a Canal Institucional y Señal Colombia, entidad estatal encargada de la gestión de la radio y la televisión pública en el país.
En Bogotá, se ha destacado por su liderazgo y compromiso con los derechos de los pueblos indígenas. Fue gobernadora del cabildo urbano Kamëntšá, desde donde fortaleció procesos organizativos y comunitarios. A lo largo de su trayectoria profesional ha sido reconocida por su labor en la visibilización de temas culturales, así como por su acompañamiento a procesos territoriales y de comunicación propia de su comunidad.
En 2017 brindó apoyo técnico y pedagógico en la implementación de la Escuela de Formación Política para Mujeres Indígenas, un espacio clave para el fortalecimiento del liderazgo femenino en contextos étnicos.
Amenazas a Sandra Chindoy
La presentadora del canal público RTVC, Sandra Chindoy, ha sido objeto de amenazas y agresiones sistemáticas a lo largo del año 2025, expresadas mediante lenguaje abiertamente etno-racista y diversas formas de violencia. Estas agresiones no solo se dirigen contra su identidad como mujer indígena del pueblo Kamëntšá, sino también contra su labor periodística crítica, particularmente en relación con temas de tierras, denuncias sociales y análisis cultural desde una perspectiva territorial.
Los medios alternativos como RTVC, que han abierto espacios para la pluralidad de voces y miradas, también han sido blanco de violencia, con ataques dirigidos a sus periodistas y presentadores, quienes han enfrentado graves riesgos a su integridad.
En el caso de Sandra Chindoy, la violencia ha trascendido hacia un racismo estructural y se ha materializado en amenazas directas contra su vida. Frases como “tiro de gracia en la frente” o expresiones denigrantes como “lástima lo de doña Sandra ‘Chanda’” —una burla etno-racista a su apellido de origen étnico— evidencian un patrón de odio y persecución que debe ser urgentemente atendido por las autoridades competentes.
Este tipo de violencia no solo representa una amenaza individual, sino que refleja un ataque al periodismo con enfoque étnico y territorial, así como al derecho a la libre expresión en un país que aún lucha por construir una democracia pluralista. Instamos a los organismos del Estado, así como a las instancias internacionales de derechos humanos, a tomar medidas urgentes de protección y a condenar públicamente estos hechos. (Registro de amenazas: mayo de 2025 / CNTIndígena)
Se trata de amenazas públicas, de carácter político e ideológico, con basamento colonialista, dirigidas contra la labor periodística de la presentadora, debido a los temas que aborda en sus contenidos. Su vida corre un grave peligro. Responsabilizamos de esta situación a fuerzas oscuras vinculadas con sectores de extrema derecha que, mediante intimidaciones, amenazas directas y discursos de odio, buscan imponer una visión ideológica hegemónica que ha prevalecido en Colombia desde el siglo XX y que aún persiste.
Estas amenazas no solo constituyen un atentado directo contra su integridad personal, sino que la colocan en una situación de alta vulnerabilidad que debe ser atendida con urgencia por el Estado colombiano y por organismos internacionales de derechos humanos. No se trata únicamente de una cuestión de seguridad o de rechazo frente a la violencia etno-racista: es también el reconocimiento de que el periodismo crítico en Colombia está en riesgo. Defenderlo es defender la democracia.
Es imperativo proteger la vida de las y los periodistas de RCTV, quienes, desde el periodismo alternativo, continúan firmes en su compromiso con la libertad de expresión, la justicia social y la construcción democrática del país. Atentar contra ellos es atentar contra el derecho de toda la sociedad a estar informada.
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