América Latina, el Caribe y la Unión Europea (Alcue) deben fortalecer una alianza estratégica más allá de las cuestiones económicas y comerciales, dijo a IPS Miguel Angel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de España, antes de partir hacia Guadalajara, México, donde se celebrará la conferencia de mandatarios de esas dos regiones. En […]
América Latina, el Caribe y la Unión Europea (Alcue) deben fortalecer una alianza estratégica más allá de las cuestiones económicas y comerciales, dijo a IPS Miguel Angel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de España, antes de partir hacia Guadalajara, México, donde se celebrará la conferencia de mandatarios de esas dos regiones.
En el diálogo con IPS Moratinos sostuvo que Israel debe retirarse de Gaza para poder reiniciar las negociaciones palestino-israelíes, que la resolución que se está discutiendo en la ONU sobre Irak «debe mejorarse» y que es urgente establecer un calendario político que permita la realización de elecciones democráticas y libres para restituir la soberanía a su pueblo. También señaló que en Guadalajara, se tendrá que fijar octubre como fecha definitiva para la firma del Tratado de Libre Comercio UE-Mercosur.
-¿Con qué espíritu y objetivos asiste España a la Cumbre de Guadalajara?
-Uno de los objetivos fundamentales es que todos los gobiernos allí representados envíen a los pueblos del espacio geopolítico euro-americano su compromiso de actuar coordinados para impulsar una globalización positiva.
Compartimos mucho más que intereses económicos y financieros, ya que por algo coincidimos en la condena a la pena de muerte y a las minas antipersonales, en el apoyo a la Corte Penal Internacional, la defensa del multilateralismo y la democratización de las Naciones Unidas, entre otras cosas.
-En algunos sectores latinoamericanos se ha dicho que la ampliación de la UE a 25 miembros hará que se preste menos atención a la América Latina…
-… De ninguna manera. El 20 por ciento de la asistencia económica de la UE se dirige a esa región, tenemos tratados de libre comercio con Chile y México y estamos por concretarlos a corto plazo con el Mercosur, sin olvidar que también está en la agenda hacerlo con la Comunidad Andina y Centroamérica.
-¿A corto plazo con el Mercosur?
-Sí, porque se avanzó mucho en los últimos meses. Falta todavía ajustar una serie de matizaciones en los sectores agroganadero, de servicios, mercados públicos e inversiones, pero estoy seguro de que en Guadalajara podremos anunciar que las negociaciones concluirán en octubre.
El comisario Pascal Lamy está trabajando en forma constructiva con sus interlocutores del Mercosur y las dos partes han mejorado sus propuestas y han comprendido el valor estratégico y político que tiene el encuentro de Guadalajara. Esta ocasión histórica no será desaprovechada.
-España es miembro de la UE y de la Comunidad Iberoamericana, a cuyas Cumbres asiste desde 1991. ¿No hay contradicciones entre los intereses de una y otra parte?
-No solamente no hay contradicciones, sino que para España es un valor añadido la relación privilegiada que tiene con América Latina, situación que muchas veces no se entiende.
En Europa te respetan si aportas algo y España aporta esa relación privilegiada, de gran valor siempre y cuando sepamos arbitrar como socios una relación de respeto y equilibrio.
No se trata de imponer ni forzar sino de construir juntos una relación positiva. España, sin ser portavoz de nadie, puede trasladar a Europa con mayor conocimiento, capacidad e influencia, las preocupaciones y aspiraciones de América Latina. Y viceversa. Esa es sin duda una ventaja de la doble pertenencia.
-¿Cree que existen posibilidades reales de que haya paz en Oriente Medio?
-Este es un monotema sobre el que se nos interpela diariamente. España ha desempeñado siempre un papel esencial, tiene buenas relaciones con todos los actores de la región y en mi caso particular mucha experiencia y años dedicados a conocer la agenda y problemas de la zona. Por eso puedo decir que si queremos enfrentar los grandes desafíos del siglo XXI, –que España ha sufrido de manera trágica el 11 de marzo–, hoy más que nunca hay que prestar atención a esa región. No podemos escondernos y esperar a que otros intenten resolver problemas que nos afectan directamente.
-Usted habla de enfrentar, pero en Gaza sigue la cascada de sangre un día sí y otro también…
-… Es fundamental decir basta a las agresiones. Así se lo hemos transmitido a Javier Solana (español, Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Defensa), quien tomó cartas en el asunto ante la UE, lo estamos apoyando a él y al Cuarteto (Unión Europea, Estados Unidos, Rusia y la ONU).
Modestamente, sin hacer ruido, pero con nuestra relación bilateral muy intensa, he tenido conversaciones con el Ministro israelí y representantes palestinos, tratando de perfilar lo que sería el inicio de la retirada de Gaza. También para apoyar un plan de choque y ayudar a que una vez producida la retirada se abra una seria oportunidad de paz, y sobre ella construir una nueva relación y poner en marcha la famosa y tan deseada Hoja de Ruta (plan de paz para Oriente Medio).
-¿Se puede pensar en una segunda reunión de Madrid, para impulsar el proceso de paz?
-Podría ser, no lo descartamos, pero lo importante es comenzar a caminar por la Hoja de Ruta y ésta debe empezar en Gaza, con la retirada israelí.
Si ese primer paso se da, a partir de ahí España daría la bienvenida a cualquier tipo de reunión, pero hoy ese no es el objetivo prioritario. Para iniciar el camino, insisto, tiene que comenzar ya y de manera efectiva la retirada de Gaza.
-¿Y cuál será el futuro de Irak, hasta cuándo se podrá mantener una situación como la actual?
-Lo que hace falta en Irak es no cometer más errores y encauzar la situación. Estamos discutiendo una nueva resolución de la ONU cuyo borrador es una buena base de negociación y tiene elementos positivos, aunque puede y debe mejorarse.
-¿En qué lo mejoraría?
-En la definición de la presencia futura de la fuerza multinacional. Hay que ponerle fecha límite España es y será un socio constructivo, por eso esperamos que la resolución que se apruebe permita transferir la soberanía al pueblo iraquí y poner punto final a la ocupación. A partir de eso se establecería un calendario político, complicado y difícil, pero con la esperanza de que en un año se puedan celebrar elecciones democráticas y seguras para legitimar de manera más firme y contundente lo que es la transferencia total de la soberanía y la liberación de la sociedad iraquí. *
* Tito Drago es director de IPS España y de Comunica y presidente honorario del Club Internacional de Prensa