El Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria presentó su reporte semestral titulado «Dinámicas del asesinato de líderes rurales». Allí concluyen que «este fenómeno SÍ es sistemático» y piden que esa sistematicidad sea reconocida como condición para diseñar «medidas urgentes». En el Observatorio que elabora el reporte confluyen unidades académicas de importantes […]
El Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria presentó su reporte semestral titulado «Dinámicas del asesinato de líderes rurales». Allí concluyen que «este fenómeno SÍ es sistemático» y piden que esa sistematicidad sea reconocida como condición para diseñar «medidas urgentes».
En el Observatorio que elabora el reporte confluyen unidades académicas de importantes universidades, como la Nacional, Rosario, Norte, Sinú y Sergio Arboleda.
El informe, de 86 páginas, centra el análisis en la violencia «letal o presumiblemente letal» -asesinatos y desapariciones- contra «reclamantes de tierras y líderes agrarios», definidos éstos como líderes de organizaciones rurales victimizados en razón de su actividad.
«A pesar de que el país ha entrado a un proceso de paz, cientos de sus líderes sociales han sido asesinados o desaparecidos en los últimos años». Con esa tajante afirmación inicia el resumen ejecutivo que introduce el reporte. En sus conclusiones señalan que «hay un fenómeno muy importante y poco visibilizado aún de asesinato de presidentes y dignatarios de las Juntas de Acción Comunal (JAC)», y que en los casos en que se tiene información el escalafón de perpetradores tiene en primer lugar a grupos que denomina «herederos del paramilitarismo», seguido por paramilitares y en tercer orden la fuerza pública.
Además de la presencia de los grupos perpetradores de la violencia contra campesinos, el informe señala como causas «la desigualdad en la tenencia de la tierra y Necesidades Básicas Insatisfechas, así como economías políticas legales e ilegales».
El informe concluye que el fenómeno de asesinatos y desapariciones «SÍ es sistemático, apabullantemente sistemático; mirando desde tres perspectivas -semántica, jurídica y estadística- llegamos a la conclusión de que simplemente no es verosímil escamotearle su sistematicidad», afirman los analistas.
Por último, sugieren el diseño de políticas públicas que «partan del reconocimiento de la sistematicidad del fenómeno y que incluya, entre otras cosas, la construcción de un conteo de líderes asesinados, campañas de denuncia y visibilización con el apoyo de medios de comunicación, en contra de la estigmatización de los liderazgos sociales». Así mismo sugieren «políticas vigorosas de acceso a tierras, fortalecimiento institucional asociadas a los acuerdos de paz».
La salida política al conflicto requiere mayores compromisos del Estado
El Estado -es decir: las clases dominantes que lo gestionan desde siempre- debería reconocer, de una vez, su responsabilidad (por acción u omisión) en la matanza de líderes sociales que ya cobró una sistematicidad «apabullante». Funcionarios, medios y candidatos desconocen los planteos de la guerrilla, estigmatizan los reclamos del movimiento social… ¿Rechazarán también informes de rigurosidad académica como éste? ¿Seguirán negando que el asesinato sistemático de líderes populares es la más seria amenaza a la paz?
El ELN insistirá, en la Mesa de Quito, en que los acuerdos humanitarios que acompañen el cese al fuego deben contemplar el reconocimiento del Estado de la sistematicidad de los crímenes contra el movimiento social, y de la connivencia del paramilitarismo con sectores de la fuerza pública y las instituciones. Solo a partir de ese reconocimiento y de los cambios estructurales consecuentes, la sociedad colombiana podrá confiar en que haya garantías reales para hacer política sin violencia en Colombia.
[El informe completo se puede consultar aquí: https://goo.gl/AMcK6y].