Me dirijo a ustedes, compañeros, pues las circunstancias históricas -más de veinte años de un duopolio neoliberal cuyos gobiernos han precarizado permanentemente nuestras condiciones de vida- nos exigen asumir un real compromiso de unidad. Solo forjando un camino de convergencia, podremos articular las fuerzas dispersas de nuestro pueblo para luchar, en un único gran frente, […]
Me dirijo a ustedes, compañeros, pues las circunstancias históricas -más de veinte años de un duopolio neoliberal cuyos gobiernos han precarizado permanentemente nuestras condiciones de vida- nos exigen asumir un real compromiso de unidad. Solo forjando un camino de convergencia, podremos articular las fuerzas dispersas de nuestro pueblo para luchar, en un único gran frente, contra el régimen capitalista entronizado en nuestro país, avalado y defendido por el duopolio Alianza-Concertación, que se hizo cargo de la administración civil del sistema político, económico y social diseñado por la dictadura.
Todos nosotros somos mujeres y hombres que hemos resuelto asumir el desafío de representar en las elecciones presidenciales a los ciudadanos y organizaciones populares que en los últimos años se han constituido en la única y verdadera oposición al capitalismo neoliberal. Sabemos que nada podemos esperar ni de la Alianza ni de la Concertación, a la que hoy se suma el PC. Sus candidatos, Bachelet, Golborne y Allamand, son todos candidatos de la derecha y de los grandes empresarios nacionales y transnacionales. Marco Enríquez Ominami, que en su oportunidad planteó la privatización de parte CODELCO, sumándose así a las políticas desnacionalizadoras de nuestras riquezas, tampoco es solución real a los problemas de nuestro pueblo. Nosotr@s nos debemos al movimiento social que con sus luchas ha abierto un nuevo escenario político en Chile.
La lucha del pueblo mapuche, de los pobladores por una vivienda digna, de los estudiantes por educación gratuita y de calidad, de los habitantes de Freirina y Punta Alcalde contra los atentados medioambientales de las grandes empresas, de los pobladores de Aysén y Magallanes contra la extrema centralización y el abandono por parte del Estado, de los subcontratistas y otros sectores de trabajadores por mejores condiciones de trabajo, mejores salarios y contra una legislación laboral que defiende a los empresarios, de las mujeres por la igualdad salarial y el pleno reconocimiento de sus derechos y el fin de la tutela estatal sobre sus cuerpos, son las que han creado esta nueva situación donde se abren y ensanchan grietas en el edificio de la dominación capitalista neoliberal.
Estas circunstancias, nos exigen asumir un compromiso de unidad, expresado en una única candidatura presidencial, que levante un programa de transformaciones radicales que permita levantar una alternativa anticapitalista para los pueblos del territorio. Si aspiramos a representar a los movimientos sociales, no podemos reproducir las formas políticas del duopolio neoliberal y debemos buscar que sean precisamente estos movimientos sociales quiénes definan cuál de nuestras candidaturas representa mejor sus anhelos de cambios y transformación estructural de este Chile profundamente injusto.
Por esto los invito en forma abierta, a que con voluntad, consensuemos un mecanismo democrático y participativo para que sean precisamente las bases del pueblo quienes definan esta candidatura presidencial unitaria. Esperando su buena acogida
Roxana Miranda,
Candidata presidencial de Igualdad, herramienta de los pueblos ¡¡Arriba l@s que luchan!!
¡¡Que el pueblo mande!!