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¡Atenas, Vía Sur!

Fuentes: Rebelión

Recuerdo un artículo del compañero Pedro Montes, cuestionando nuestra pertenencia al euro. Lo comenté con mi amigo Juan Torres, y ambos economistas militantes de la izquierda social, con diferentes sensibilidades, coincidían en el diagnóstico. Han pasado desde entonces varios años y si se hiciera una encuesta sin trampas, la mayoría de los ciudadanos estaría en […]

Recuerdo un artículo del compañero Pedro Montes, cuestionando nuestra pertenencia al euro. Lo comenté con mi amigo Juan Torres, y ambos economistas militantes de la izquierda social, con diferentes sensibilidades, coincidían en el diagnóstico. Han pasado desde entonces varios años y si se hiciera una encuesta sin trampas, la mayoría de los ciudadanos estaría en contra de nuestra permanencia en el euro. Pero a estas alturas del partido, y a la vista de los hechos, eso ya es insuficiente. La UE ha demostrado ser un camino antidemocrático, utilizado por las élites para la expropiación en beneficio propio de los recursos públicos y comunes, materiales e inmateriales, de los ciudadanos/as.

Hoy, la salida de la Unión Europea es una condición indispensable para la toma de medidas socialmente vitales para la mayoría social. Esa posición que planteo, aunque suene traumática, es liberadora de la agresión que estamos sufriendo, especialmente los países del Sur o de la periferia alemana: Grecia, Chipre, Italia, España, Portugal, Irlanda, Hungría, Rumanía…Los países llamados «PIIGS» por Bruselas o Berlín. Millones de parados, cierre de hospitales públicos y escuelas, malnutrición, aumento de los suicidios, cientos de miles de desahucios, precariedad laboral y ecológica… es la expresión de la Europa de los mercados.

En estas circunstancias, y tras las movilizaciones sostenidas en los últimos tres años por millones de ciudadanas/os europeas/os, plantear una estrategia común de los pueblos y países de Europa agredidos por las élites, es una responsabilidad de todos/as los que estábamos indignados y hemos madurado en el camino.

Llueve, sobre el desierto llueve, y cada gota del líquido preciado, es una palabra en las semillas que, debajo de las piedras esperan despertar su ADN.

Mañana, cuando salga el Sol, este paisaje plomizo se convertirá en una pradera verde llena de matices y tonalidades. Así somos nosotros/as, cuando ya nada esperábamos, una lluvia de primavera nos ofreció la oportunidad de ser una brizna de hierba.

La Vía Sur, no como concepto geográfico sino político, basada en las experiencias sudamericana contra el neoliberalismo, en las respuestas de los ciudadanos/as del norte de África a sus gobernantes, y en el Sur de Europa a partir del 15M contra el desmantelamiento del estado de bienestar, nos han dado respuestas para abrir una puerta de esperanza a los de abajo.

La Vía Sur, es algo que ya estamos construyendo, y hemos sentado las bases sobre las que levantar el edificio que queramos. Si las élites han internacionalizado el despojo de la ciudadanía europea y de la periferia, nosotros/as los de abajo, estamos en condiciones de globalizar nuestras aspiraciones. Ponerlas en común, en la línea de una sociedad basada en la solidaridad, la justicia social, la igualdad y una democracia plena. La salida de la UE y del Euro, la eliminación unilateral de la deuda, la apertura desde abajo de procesos constituyentes, la toma de la democracia en manos de los ciudadanos/as, unas relaciones justas Norte/Sur…podrían ser algunas de las propuestas inmediatas de esa Vía Sur. En todo caso los amigos/as griegos han convocado un encuentro internacional para los próximos días 25 y 26 de mayo en Atenas y habrá que ver qué es lo que nace de ahí (por si os interesa asistir, este es el contacto de Flora Papadede; Tel.: 0030 6980 211 411, e-mail: [email protected]; o bien http://stopeuroee.wordpress.com, e-mail: [email protected]).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.