Traducido por Paloma Valverde
AT&T ha pedido perdón por la censura de las letras de la banda de rock Pearl Jam contra el presidente de EEUU, George W. Bush, durante una actuación a través de la web con motivo del reciente festival de Lollapalooza.
El domingo en Chicago, durante una interpretación de la canción «Daugther», la banda derivó en una improvisada versión de «Another Brick in the Wall» de Pink Floyd y el líder, Eddie Vedder, pronunció las frases: «George Bush deja en paz al mundo» y «George Bush búscate otro lugar para vivir».
Ni siquiera los pobres inocentes que vieron las imágenes granuladas en la Blue Room de la web de AT&T se enteraron. Esas imágenes las cortaron de la emisión. El resultado, según informó AT&T a Reuters, fue «un error del emisor de la web», ya que es «contrario a nuestra política». La compañía dijo que estaba trabajando con la banda para emitir el tema en su totalidad.
Sin embargo, la metedura de pata recuerda lo remilgados que hemos llegado a ser en EEUU, una nación a la que, irónicamente, le gusta pensar de sí misma que es tolerante y un bastión de la libertad de expresión.
Hasta ahora, la mayoría de la gente estaba acostumbrada a las complicaciones de las Dixie Chicks, a quienes prohibieron de las emisoras de radio después de que confesaran públicamente que estaban avergonzadas de pertenecer al mismo Estado que Bush.
Nadie tampoco se olvidará de la batería de preguntas que el Congreso envió a los ejecutivos de la CBS después de que su cadena sacara el pecho de Janet Jackson, un segundo, durante la Super Bowl de 2004.
AT&T en realidad nunca explicó la lógica que siguió la emisora de Internet sin identificar a la hora de ejercer su oposición política, pero suponemos que estaba relacionado con hacer pagar a sus compañeros por sus comentarios y letras explícitas o subidas de tono y por decir: «cuando las barbas de tu vecino veas pelar… pon las tuyas a remojar».
Pearl Jam ha hecho carrera a base de ir contra lo establecido, un artilugio de la escena grunge cuya postura anti-autoritaria es más atractiva que la mayor parte de su música. A mediados de los 90 boicotearon a Ticketmaster [1] debido a que la empresa elevaba el precio de las entradas de los conciertos. Por ello no resulta sorprendente que la banda utilizara esta semana su web para denunciar la censura.
«Lo que ha hecho AT&T toca de lleno las preocupaciones del público sobre el poder que tienen esas empresas cuando se trata de decidir lo que el público ve y escucha a través de los medios de comunicación», afirma en su blog.
En una época en la que el rock and roll se ha convertido en sinónimo de venta de automóviles y de candidatos políticos, tales preocupaciones se hacen eco. Pero tras ver la emisión en footage on YouTube de la cursi actuación de Eddie, en una temporada no volveremos a entrar en la Blue Room de la web para ver una versión sin censurar.
Nota:
1. Empresa dedicada a la venta anticipada de entradas.
Fuente: http://www.theregister.co.uk/2007/08/10/pearl_jam_censorship/
Paloma Valverde es miembro de Cubadebate, IraqSolidaridad y Rebelión.