Consolidado el giro conservador de la Nueva Mayoría en agosto, septiembre fue el mes de la contrarreforma. Ya no se trata de avances exiguos o nulos, sino derechamente de graves retrocesos, como la propuesta del Senado, con aval del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, -bajo la excusa de dar un tratamiento especial a las Pymes- […]
Consolidado el giro conservador de la Nueva Mayoría en agosto, septiembre fue el mes de la contrarreforma. Ya no se trata de avances exiguos o nulos, sino derechamente de graves retrocesos, como la propuesta del Senado, con aval del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, -bajo la excusa de dar un tratamiento especial a las Pymes- que eleva a 25 la cantidad mínima de trabajadores para formar un sindicato en el sector, lo que deja a más de un millón de trabajadores sin derecho a sindicalizarse.
Auto victimización, refugio del progresismo
La designación de Rodrigo Valdés el 11 de mayo pasado fue una clara concesión de Michelle Bachelet a la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), en un momento en que su capital político se había derrumbado y necesitaba aliados. Desde ese momento, Valdés ha ido de menos a más desplegando la agenda pro empresarial que su nombramiento traía aparejada.
En agosto, Bachelet fue claramente derrotada en su intento de mantener un relato «progresista» en paralelo al giro derechista que imprimió a su gobierno con el nombramiento de Burgos y Valdés en el gabinete. La «vieja guardia» golpeó duramente a la mandataria, exigiendo un relato político acorde a la corrección de timón. Bachelet y el progresismo nuevomayorista quedaron entonces con dos problemas políticos. El primero, que la DC y la «vieja guardia» habían logrado tomar distancia del gobierno y les había logrado endosar a ellos la baja aprobación de Bachelet, un claro peligro de cara a las próximas elecciones municipales. Frente a ello, en agosto lanzaron un nuevo artificio retórico, el «sello progresista del realismo sin renuncia», en el que la autocrítica de Eyzaguirre a El Mercurio fue una fuerte señal de que el propio gobierno se desmarcaba de su obra reformista.
El segundo problema era el del ala más a la izquierda de la Nueva Mayoría, la gran damnificada política del triunfo de la vieja guardia. La respuesta a este problema ha sido un viejo truco de la chistera mágica de Bachelet, la auto-victimización. Surgió así la «sedición» como el fantasma en torno del cual agrupar a las golpeadas huestes progresistas, que se lanzaron a la lucha contra esta supuesta campaña de la derecha por derrocar al gobierno de Bachelet, en una comedia política que remeda la tragedia de la Unidad Popular.
Por supuesto, no existe ninguna sedición. Lo que existe es, de un lado, un empresariado que ha movilizado todos sus recursos para oponerse a ajustes mínimos, inofensivos, al capitalismo neoliberal, temeroso de que, aunque exiguas, estas reformas abran la caja de Pandora de los cambios, y de otro un «progresismo» pusilánime y estéril, cuya falta de ligazón orgánica con el movimiento social, unida a su dependencia económica respecto del empresariado -fondos de campaña, cargos directivos y otros recursos-, le impiden constituir una fuerza seria que impulse cambios sustantivos.
Las indicaciones a la reforma laboral
En este clima político de renuncia y fantasmas por parte de su propio sector, el progresismo, el ministro Rodrigo Valdés ha visto cada vez más despejado el camino para impulsar la agenda proempresarial.
El sábado 12 de septiembre, el ejecutivo finalmente presentó las indicaciones a la reforma laboral 1 . Sin piso político para eliminar abiertamente la letra de la prohibición de reemplazo en huelga, Valdés se la jugó por diluir su espíritu e introdujo nuevas atribuciones administrativas para los empleadores en caso de huelga, estirando al máximo la distinción entre cargo y función, permitiendo el reemplazo de funciones pero no el de cargos.
Sin embargo, el principal golpe del gobierno contra la reforma laboral, en conjunto con senadores de la Nueva Mayoría, fue el acuerdo logrado con la Conapyme (Confederación Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa) para, en la práctica, excluir a las pequeñas empresas de la reforma. El acuerdo se negoció en paralelo con la preparación de las indicaciones presentadas el día 12 2 y recogió demandas que el gremio había exigido desde hacía meses 3 . El día 15 de septiembre, el acuerdo se dio a conocer en conferencia de prensa, con dirigentes gremiales encabezados por , senadores de la Nueva Mayoría y la Alianza y los ministros de Hacienda y Economía. El acuerdo considera, entre otras medidas, no hacer extensiva a las Pymes la prohibición de reemplazo en huelga y aumentar el quórum para formar sindicatos en empresas de menos de 50 trabajadores de 8 a 25.
Conclusiones de la Comisión Bravo
El 14 de septiembre, finalmente la llamada Comisión Bravo (Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema Previsional) entregó sus propuestas a la primera mandataria. Como se había informado profusamente, la comisión acordó, por una mayoría de sólo un voto, proponer el perfeccionamiento del actual sistema de AFP. En un contexto político y social en el que el sistema de AFP se encuentra abiertamente cuestionado y deslegitimado, esta estrecha victoria de la opción de mantenerlo fue sin duda producto de la cuidadosa constitución de la comisión por parte de Bachelet, que excluyó a destacados actores del campo de la investigación y reflexión sobre el sistema de pensiones, como el CENDA.
Con la entrega de las propuestas, Bachelet dio inicio al estudio de éstas por parte de un comité de ministros ad hoc. Como es el espíritu de las reformas del gobierno, tampoco en materia previsional se van a realizar cambios estructurales.
La preparación del Presupuesto 2016
El día 30 de septiembre, por cadena nacional, Michelle Bachelet anunció la presentación del proyecto de ley de presupuesto de la nación. Enfatizó en su mensaje el crecimiento del 4,4% del gasto público, sin introducir novedades en una cifra que ya se manejaba. Entre sus grandes omisiones, estuvo el mecanismo a través del cual pretende entregar gratuidad al 50% de estudiantes de menores ingresos.
En días anteriores, el ministro Valdés ya había comunicado a las bancadas de la Nueva Mayoría que se iba a reducir el presupuesto para gratuidad de la educación superior desde US$ 500 millones a US$ 300 millones 4 . Se continúa así el desarme de las reformas y la supeditación de los compromisos programáticos a las metas de crecimiento y a la agenda pro empresarial.
Un progresismo de utilería
Este giro «contrarreformista» nos obliga a un esfuerzo de interpretación más profundo. El segundo gobierno de Bachelet ha puesto de manifiesto, sin ninguna duda, la impotencia histórica del «progresismo» ante el capitalismo neoliberal. Durante la campaña presidencial de 2013, el progresismo levantó un relato centrado en la idea de que «Chile cambió» y que ese cambio permitía hoy hacer los cambios que no se pudieron hacer antes del año 2010. Sin embargo, en las condiciones políticas más favorables posibles desde 1990 – amplias mayorías en el Congreso y una derecha jibarizada y desintegrada- el progresismo tampoco produjo cambios sustantivos.
Ante esta evidencia, las causas no pueden ser accidentales. Se trata, por el contrario, de una tendencia internacional que se explica por la fusión entre la capa superior de los dirigentes progresistas y los cuadros de mando del gran capital, que ha dado origen a una comunidad de intereses. En nuestro país, estos intereses comunes han sido develados nítidamente por la crisis política detonada por la corrupción.
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1. La Tercera, «Reforma laboral: Gobierno presentó indicaciones y mantiene prohibición de reemplazo en huelga», 12 de septiembre de 2015, disponible en: http://www.latercera.com/ noticia/negocios/2015/09/655-646991-9-reforma-laboral-gobierno-presento-indicaciones-y-mantiene-prohibicion-de.shtml
2. Qué Pasa, «La pequeña gran jugada», 25 de septiembre de 2015, disponible en: http://www. quepasa.cl/articulo/negocios/2015/09/la-pequena-gran-jugada.shtml
3. Estrategia, «Pymes Piden Subir Quorum de Sindicatos a 25 Trabajadores para Evitar Reforma Laboral», 16 de junio de 2015, disponible en: http://www.estrategia.cl/noticias/detalle/ultimo-minuto-portada/113800/pymes-piden-subir-quorum-de-sindicatos-a-25-trabajadores-para-evitar-reforma-laboral
4. La Tercera, «Gobierno reduce presupuesto para la gratuidad 2016», 26 de septiembre de 2015, disponible en http://www.latercera.com/noticia/nacional/2015/09/680-648793-9-gobierno-reduce-presupuesto-para-la-gratuidad-2016.shtml
*Texto perteneciente a la Tendencia Nacional N°15 de Fundación Crea