Lo ocurrido es tan raro como la ratificación parlamentaria del tratado que levanta las restricciones para explotar las reservas, lo que permite la realización de proyectos como Pascua Lama. Durante enero pasado, en tres oportunidades se votó en la Cámara de Diputados para que se formara una comisión investigadora sobre el proyecto minero Pascua Lama, […]
Lo ocurrido es tan raro como la ratificación parlamentaria del tratado que levanta las restricciones para explotar las reservas, lo que permite la realización de proyectos como Pascua Lama.
Durante enero pasado, en tres oportunidades se votó en la Cámara de Diputados para que se formara una comisión investigadora sobre el proyecto minero Pascua Lama, en respuesta a las denuncias que la comunidad del Valle del Huasco hizo en junio de 2007 ante la comisión de Medio Ambiente de esta misma rama del Legislativo. Pero en esas mismas ocasiones en que se votó, la escandalosa ausencia de honorables ha ido en contra de la iniciativa.
La instalación del proyecto Pascua Lama lleva aparejado siete años de conflictos con la comunidad que reside en la zona afectada. Desde 2000, cuando la gente del Valle del Huasco denunció que Barrick Gold ocultaba la existencia de glaciares en el área donde iba a realizar su proyecto, se han ido acumulando gran cantidad de irregularidades y abusos que han permitido que la transnacional siga avanzando contra la voluntad de los lugareños. Esto llevó a las organizaciones opositoras al proyecto a solicitar, en junio pasado, a la comisión de Medio Ambiente de la Cámara la creación de la mencionada comisión investigadora especial. Hubo que esperar hasta diciembre para que los diputados PPD Enrique Accorsi y Guido Girardi Briere presentaran la moción al pleno, acompañada de las firmas de 53 parlamentarios, un gran apoyo considerando que se requieren 48 votos para crear una comisión. Pero contra toda lógica, al momento de la votación sólo había 39 diputados en el hemiciclo: el res ultado fue 36 votos a favor, tres abstenciones y 81 ausencias. De esta manera la propuesta se rechazó por falta de quórum.
El 8 de enero pasado, por segunda vez se presentó la moción, respaldada con 48 firmas. Eran las 11.21 horas y en la sala había 38 diputados. El resultado fue 37 votos por la comisión, una abstención y 82 ausentes. Cinco minutos más tarde, con 45 diputados, se volvió a votar, obteniéndose 44 votos de apoyo, una abstención y 75 ausentes. En ambas ocasiones, la moción se rechazó por falta de quórum. Lo primero que llama la atención es que una iniciativa respaldada por 53 diputados, que nunca ha tenido un voto en contra cuando se ha votado, no se ejecute porque los parlamentarios están ausentes: todo muestra que la comisión es necesaria pero para no manifestarse contra la empresa ni el sentido común, se abstienen o simplemente se ausentan. ¿Será una práctica habitual?
El mismo 8 de enero a las 13.05 horas, menos de 60 minutos después de haber sometido a consideración la solicitud, la Cámara votó sobre otro tema en torno a la salud y había 100 diputados presentes. O sea, al momento de votar la moción sobre Pascua Lama más de la mitad de los diputados, de seguro ya en Valparaíso, se ausentaron de la votación. Además, uno de los principales promotores de la iniciativa, el diputado Accorsi, presidente de la Comisión de Medio Ambiente, y que había declarado por la prensa la necesidad de investigar los hechos, no se presentó a votar su propia moción, pero sí apareció dos horas más tarde.
Los diputados por la zona donde está Pascua Lama en las tres ocasiones estuvieron ausentes: el ex DC Jaime Mulet y el PRSD Alberto Robles, que había declarado al programa de radio Semillas de Agua que en la próxima presentación votaría a favor de la comisión investigadora. Concordamos con el diputado Girardi Briere cuando dice que «no es posible que al inicio de una sesión formal, informada y que más encima se efectúa en el último día de sesiones, apenas se encuentren 38 diputados al interior de la sala. Esto al menos es un tanto sospechoso, pues tengo la seguridad que durante la jornada legislativa aparecerán muchos otros diputados».
Lo ocurrido es tan raro como la ratificación parlamentaria del Tratado Binacional Minero entre Argentina y Chile, gestionado por Barrick y que ahora levanta las restricciones fronterizas para explotar las reservas con anterioridad intocables, lo que permite la realización de proyectos como Pascua Lama. Al parecer detrás del accionar de empresas como Barrick hay una red tan grande que nuestras autoridades les brindan la posibilidad de constituirse en nuestros países, les conceden el territorio, les crean una legislación, les garantizan un presupuesto y, como podemos ver, les aseguran una bancada transversal.
Lamentablemente, no podemos pedirle a la misma Cámara que cree una comisión investigadora debido a este comportamiento. Es probable que si se llega a pedir, a esa sesión no llegue nadie. Sí podemos exigirle a las autoridades que nos expliquen quién los faculta para regalar nuestro territorio y recursos a una empresa o cómo puede haber más de 80 diputados permitiendo impunidad en los casos probados de irregularidades y abandono de deberes que la comunidad ha denunciado. Cambiar la interpretación a la que obliga este tipo de sucesos sólo se encuentra en manos de los propios parlamentarios, y por la democracia que pregonan esperamos que lo hagan.
Lucio Cuenca, coordinador del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales