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Benedicta en contravía del tricéfalo de acumulación capitalista, terror de Estado y OTAN

Fuentes: Rebelión

La sucesión continua de crímenes de Lesa Humanidad nos convoca al esfuerzo de analizar la realidad colombiana, tergiversada a saciedad. Esta realidad es la expresión por excelencia de la articulación entre la acumulación capitalista y las prácticas del terrorismo de Estado; prácticas del terror destinadas a todo el orbe, máxime en la actual situación del […]

La sucesión continua de crímenes de Lesa Humanidad nos convoca al esfuerzo de analizar la realidad colombiana, tergiversada a saciedad. Esta realidad es la expresión por excelencia de la articulación entre la acumulación capitalista y las prácticas del terrorismo de Estado; prácticas del terror destinadas a todo el orbe, máxime en la actual situación del capitalismo mundial. En Colombia son cometidos semanalmente crímenes de Estado, sin que esto desencadene la repulsa internacional. Esta complicidad tiene lógica en tanto que un Estado que apuntala las estructuras capitalistas y las ganancias de empresas transnacionales es arropado de impunidad por parte de organismos internacionales que hoy están avalando nuevas guerras coloniales, precisamente para facilitarle al Gran Capital un mayor saqueo de los recursos. Colombia es una pieza de primer orden para el capital transnacional, y es piedra angular en la geopolítica regional; el genocidio es desarrollado bajo directriz estadounidense. La ofensiva mediática contra la comprensión de la realidad sirve a perpetuar la impunidad de unas estructuras estatales (y paraestatales) aplicadas en viabilizar el saqueo, mediante la tortura y el exterminio contra los opositores y las poblaciones que habitan los territorios codiciados. Sin embargo la resistencia popular colombiana constituye una barrera de contención ante el avance depredador del imperialismo. La estrategia estatal del terror pretende desbrozar el camino a una mayor «reconquista» de la región. Analizaremos el crimen contra Benedicta Joya en el marco en el que se produce: una estrategia estatal diseñada para disuadir la reivindicación social mediante el miedo.

Crímenes del Terrorismo de Estado al servicio de la acumulación de capitalista

El crimen contra Benedicta Joya constituye un nuevo crimen de Estado: por su sevicia y puesta en escena no es un crimen aislado de un desquiciado, sino un crimen planificado de Lesa Humanidad, pues la tortura y atrocidad son un mensaje de terror hacia la comunidad. La COMOSOC y la Mesa Ecuménica denuncian: «En la noche del 14 de mayo, paramilitares de Los Rastrojos llegaron hasta la humilde vivienda del padre Joya,(…) asesinaron a su hermana, Benedicta Joya Aponte, mujer campesina, de 75 a ños. La señora Benedicta fue desnudada, ultimada con arma corto punzante, posiblemente violentada sexualmente y roseada con alcohol para luego proceder a prender fuego sobre su cuerpo. Con su sangre escribieron en la pared el letrero «fuera guerrillero»(…) Exigimos que se desmantelen totalmente los grupos paramilitares con todos sus vínculos privados y estatales» [1].El Padre Joya, amenazado por su reivindicación contra la depredación multinacional, relató: «El incendio consumió parcialmente la habitación en madera al punto que el cadáver de mi hermana cayó al primer piso»[2]. El terror de Estado busca amordazar a la comunidad y provocar masivos desplazamientos forzados de poblaciones de los territorios codiciados por las multinacionales . Las organizaciones de la región expresan: «El territorio es de quien lo habita, rechazamos el mensaje de desalojo colectivo que se convoca a través del crimen cometido contra Benedicta Joya»[3]. Y relatan que el sacerdote ha sido: «siempre defensor del territorio y de los campesinos que han sido afectados por los intereses explotadores de empresas mineras que han intentado una y otra vez apoderarse de la región del páramo El Almorzadero, en donde se han realizado fuertes e importantes movilizaciones en contra de las explotaciones de carbón y otros minerales(…) Se ha empeñado en la construcción de una escuela para campesinos que enfatiza en la necesidad de la producción de alimentos. (…) Este crimen atroz, por el grado de sevicia practicado(…) es un crimen que busca ser ‘ejemplarizante’ » [Ibíd. ]. El paramilitarismo, que actú a con la coordinación del Estado, constituye la Herramienta de terror del Gran Capital transnacional y del latifundio: sirve para eliminar la oposición al saqueo. En Colombia el capitalismo avanza gracias al Terrorismo de Estado: esa es una articulación clave que hay que desenmascarar de una vez por todas, si realmente se pretende salir de una situación de despojo y genocidio devastadora.

Terror de Estado bajo el gobierno de Santos: Continuidad de un genocidio silenciado

Este crimen no es el primero, ni el último, tristemente. En la misma semana fue asesinado en Nariño un campesino a manos del ejército colombiano, y otros 14 fueron encarcelados mediante montajes judiciales[4]. La semana anterior en el Tolima hubo otro arresto masivo de campesinos bajo los montajes judiciales de un Estado que utiliza el aparato judicial como arma de guerra contra la oposición política[5]. Hay en Colombia más de 9.500 presas y presos políticos[6]. El exterminio de reclamantes de tierras a manos de la estrategia paramilitar continú a ; en menos de dos meses fueron asesinados cuatro líderes campesinos: Ever Antonio Cordero, Hermes Enrique Vidal Osorio, Darío Restrepo, y Heriberto Rivera Catalán, desaparecido y encontrado el 29 de mayo, «muerto con señales de tortura y decapitado» [7] . Van más de 70 reclamantes de tierras asesinados: «Empresarios, políticos, terratenientes, ganaderos, palmicultores y transnacionales, entre otros, despojaron por intermedio de la estrategia paramilitar más de siete millones de hectáreas de tierras a campesinos. Estos poderosos bandidos a quienes la justicia no ha tocado, siguen utilizando el terror militar-paramilitar para desplazar campesinos y apoderarse de las tierras o para asesinar a los legítimos dueños que las reclaman» [8]. El Terror de Estado se expresa a través del asesinato de los opositores, a través de la desaparición forzada, la tortura, la violación sexual, el encarcelamiento. Los asesinatos de sindicalistas a manos de la herramienta paramilitar de las multinacionales, siguen haciendo de Colombia el país en el que son asesinados el 60% de todos los sindicalistas asesinados en el mundo [9] .

El informe del CINEP arroja que: «Sobre violaciones a los derechos humanos persiste una línea fija (…) El a ño que pasó se cometieron 2198 violaciones a los derechos humanos, seis casos por dí a . En 2012 fueron asesinados por la violencia política diez colombianos por semana. Tal vez no hay parangón en el mundo (…) De estas violaciones 565 atañen a paramilitares, 268 a la policí a y 187 al ejército. (…) El Padre Giraldo llamó la atención sobre el caso de los «falsos positivos» denunciando que al contrario de lo que dice el gobierno de Santos, estos no han desaparecido (…) 118 «falsos positivos» cada a ño, una víctima cada tercer dí a . La presentación de este cuadro apunta inevitablemente a Juan Manuel Santos» [10].
 


Crímenes de Estado «ejemplarizantes»: la lógica de «disuadir la reivindicación mediante el terror»

Los niveles de sevicia que presenta el crimen contra Benedicta Joya, se inscriben en la lógica de que a mayor tortura y degradación de las víctimas, mayor alcance del «mensaje disuasivo» en las comunidades. La estrategia de la disuasión mediante el terror está teorizada en los manuales del ejército: se concibe a la población como «el enemigo interno», y se preconiza claramente el empleo de una herramienta paramilitar para realizar las masacres y torturas. El paramilitarismo fue preconizado para Colombia desde la misión estadounidense Yarborough [11], y reiteradamente apuntalado hasta nuestros días. La herramienta paramilitar es adiestrada para torturar, y entrenada por (de)formadores de EEUU e Israel, como el mercenario Yair Klein [12]. El crimen de Lesa Humanidad contra Benedicta no es un crimen aislado, ni fortuito. Es un crimen planificado, cuyos efectos han sido fríamente evaluados. Un crimen de Estado como el crimen contra la niñ a Alida Teresa Arzuaga, de 9 a ños, violada y asesinada para torturar a su padre, preso político, a la par que inyectar miedo en la oposición política[13]. Es un crimen de Estado como la masacre de la familia del militante comunista y de la UP Julián Vélez, cuyo hijo fue torturado y castrado [14].


La masacre de Mapiripán, cometida por militares y paramilitares, evidencia la planificación del terror. Los paramilitares fueron trasladados en aviones y camiones del ejército al sitio de la masacre [15]. Estuvieron amputando y violando durante 10 días, mientras el ejército impedí a que entrara o saliera nadie: debido al cerco del ejército nadie pudo darle auxilio a la población. Unas 60 personas fueron asesinadas: sometidas a toda clase de torturas. Hasta hoy hay dificultad para identificar a las víctimas dada la barbarie con que la herramienta paramilitar procedió a descuartizarlas y lanzarlas al río. Según lo confesó el General Uzcátegui en una grabación: «¿sabe qué hizo la Brigada militar Móvil 2? Colocó un colchón de seguridad para que salieran los paramilitares. Esto es gravísimo y es un secreto. El ejército no sólo tiene vínculos con los paramilitares, no sólo no los combatió, sino que combatió a las FARC para que las FARC no golpearan a los paramilitares» [Ibíd.]. Mientras los paramilitares torturaban, el ejército les garantizaba la labor combatiendo a las FARC que intentaron romper el cerco militar para auxiliar a la población; pero el cerco era una operación con planchones sobre el río, retenes, y aviación. El ejército garantizó que la masacre durara y comprendiera las torturas más aberrantes: no era «una bala perdida», era una operación de Terrorismo de Estado dentro de la estrategia de tierra arrasada en los Llanos Orientales, en la que estuvo envuelta la asesorí a estadounidense. El Obispo del Guaviare testimonió: «Pasaron varios camiones con alrededor de 120 hombres de civil sin armas, después de pasar por el batallón salieron con uniformes y armados, continuaron su rumbo por tierra(…) otro grupo de paramilitares también se desplazó hasta «Charras» pero lo hizo por el río Guaviare, pasando por el punto de control militar sobre el río» [Ibíd.] .

El testimonio de Marinelly Hernández, presa política, es ilustrativo de las aberrantes torturas que el Estado colombiano comete contra los familiares de los opositores políticos, máxime si estos son insurgentes, una realidad silenciada: » A nuestro padre el Ejército colombiano, en unión con los paramilitares lo colgó vivo de sus manos introduciendo ganchos en sus extremidades como si fuera carne de carnicerí a , luego le chuzaron el estómago y todo su cuerpo con una navaja, después arrollaron sus labios como se les taja a los pescados, por último, le dieron un tiro de gracia; según medicina legal a nuestro padre lo torturaron vivo. Tení a 70 a ños, ¿Cómo es posible que hagan eso con un anciano, tildándolo de guerrillero? Acaso por yo ser revolucionaria ¿Tenían que cobrarlo con la vida de mi padre?» [16]. Aquí la tortura aberrante claramente tiene por objetivo enviar un mensaje de terror a los que piensen ingresar en la insurgencia. Estas prácticas genocidas son recurrentes en Colombia, bajo la complicidad absoluta de quiénes las silencian. Marinelly expresa la correlación entre el saqueo de los recursos y las masacres perpetradas por el ejército y la herramienta paramilitar contra la población de las zonas codiciadas por el gran capital. Aquí se refiere a la masacre del Río Nare: «El Capitán Martínez con sus tropas ingresaron a unas minas de oro donde se encontraban los campesinos sacando el mineral: un dí a antes, lanzaron panfletos diciéndoles que desalojaran, y al otro dí a entraron con motosierras y hachas: amarraron a los trabajadores en cadena… los iban soltando de uno en uno, sin asesinarlos, les quitaban los brazos, las piernas y luego de cada persona recogían un solo brazo, una sola pierna, hacían un montón y lo tiraban al río y otros a los huecos de las minas y otros los dejaban para que las aves se los comieran» [ Ibíd. ]. Marinelly, de una familia campesina, vivió en carne propia las agresiones del ejército colombiano contra el campesinado; fue testigo de múltiples asesinatos de amigos y familiares, cuyos cuerpos fueron abandonados torturados y desmembrados: «parte de la guerra sucia y psicológica que implementan para asustar a los luchadores populares». La prisionera explica que las violaciones del Estado colombiano la empujaron a la insurgencia, como su: «única forma de preservar la vida, luchar por ella y reclamar nuestros derechos», y evitar «terminar masacrada, torturada o discapacitada por ser ejemplarizada como quedan muchos campesinos, o terminar siendo desplazada y viviendo de las limosnas en las ciudades»[Ibíd. ].

Sin duda la dupla del saqueo de los recursos y el Terror de Estado ejercido contra quiénes se oponen al despojo y al saqueo, explica la existencia de las insurgencias colombianas. Esta es una comprensión indispensable para quiénes deseamos la paz en Colombia. La paz significa justicia social, cese de la entrega del país en concesiones a multinacionales, reforma agraria, soberaní a alimentaria, y cese del Terror de Estado que hoy facilita la aberrante acumulación capitalista en desmedro de las mayorías empobrecidas. Los problemas deben ser resueltos desde sus causas, no desde sus consecuencias.
Otro crimen de Estado «ejemplarizante» es aquel cometido por militares y paramilitares contra la comunidad del Cacarica, cuando «jugaron fútbol con la cabeza» del líder campesino afrodescendiente Marino López. Esa Operación militar se llamó ‘Génesis’ y consistió en aterrorizar a la población para forzarla a un masivo desplazamiento poblacional: «Nuevamente los bombardeos(…) Los paramiltares y también militares rodearon todo el caserío. Nos juntaron a todos, nos amenazaron. (…) Y nosotros diciéndoles, ‘ya nos vamos’. Marino López les decí a : ‘si fueron tres días los que nos dieron’, y dijo uno ‘ustedes se van hoy’. Dos de los doce militares tomaron a Marino(…) él les pidió sus documentos. Uno de ellos dice: ‘ahora sí quiere el documento de identidad, guerrillero’. Y él les dice: ‘ustedes saben que yo no soy’. Lo insultan, lo golpean. Uno de los criminales coge un machete y lo corta en el cuerpo, Marino intenta huir, se arroja al río, pero los paramilitares lo amenazan, ‘si huye, le va peor’. Marino regresa, extiende su brazo izquierdo para salir del agua. Uno de los paramilitares le mocha la cabeza con la macheta. Luego le cortan los brazos en dos, las dos piernas… Y empiezan a jugar fútbol con su cabeza. Todas y todos lo vimos(…) Todo fue terror. El bombardeo del cuerpo, el bombardeo del alma»[17]. Los habitantes denunciaron el accionar de la Brigada XVII. Varios paramilitares del bloque Élmer Cárdenas, al mando de Freddy Rendón, alias «El Alemán», señalan al General Rito Alejo del Río como uno de los máximos responsables: «Se trató de una operación conjunta» relataron ante el Fiscal de Justicia y Paz [18]. La lista de crímenes de Lesa Humanidad perpetrados de manera sistemática por el Estado colombiano contra la población, en el marco de una planificada estrategia del terror y desposesión, serí a interminable. El Estado colombiano y su mentor estadounidense pretenden continuar viabilizando el saqueo de los recursos y acabar con un conflicto político aterrorizando a la población cuya reivindicación entra en conflicto con la depredación capitalista. Se pretende eliminar toda oposición, sea esta armada o no, dejando absolutamente intocadas las causas del descontento social.

¿Crímenes resultado de una planificación Estatal, o meras «venganzas»?

El crimen contra Benedicta Joya enví a un mensaje del terror contra la comunidad, que parece decir: ‘Esto les puede pasar, a ustedes o a sus familiares, si persisten en su reivindicación’. Aquí hay un claro intento de paralizar la acción reivindicativa de una comunidad: es inaceptable por lo tanto que se intente endilgar este crimen a una supuesta «venganza» o «crimen pasional«, como reiteradamente lo hacen los mass-media, el aparato militar, e incluso el aparato judicial con los crímenes del Terrorismo de Estado. El mensaje ya fue enviado por los verdugos a través de sus ejecutantes paramilitares, ahora no puede ser aceptable que los maquilladores mediáticos vengan a  garantizar la impunidad total a quienes son los verdaderos comanditarios de estos crímenes: los que se sirven del terror para sojuzgar a un pueblo y para garantizar la acumulación de capital en pocas manos, en desmedro del medio ambiente y de las mayorías. El intentar, mediante el aparato mediático, transformar los reiterados asesinatos políticos en«crímenes pasionales» busca diluir responsabilidades, busca ocultar la planificación terrorífica que de manera sistemática es ejercida desde el propio Estado contra la oposición política. En el caso del planificado exterminio sindical, la mentira mediática con frecuencia intentar atribuir las muertes a «líos de faldas», y pareciera ser que estos «líos» diezman a la oposición política. Esa impostura no cala en los sectores más conscientes del campo popular, sin embargo en parte de la opinión pública sí hace mella.  

Ofensiva mediática contra la comprensión de la realidad: Estrategia de la Confusión

Otra de las imposturas mediáticas, repetida hasta la saciedad, es la Estrategia de la Confusión: por ejemplo el redactar notas sobre crímenes en los que se conoce perfectamente que la autorí a es paramilitar, pero poner «asesinado por grupos armados»: esto con la clara intención de exculpar a la herramienta paramilitar que le sirve al poder económico, y de buscar endilgarle a la resistencia popular parte de los crímenes perpetrados por la estrategia paramilitar. El léxico «grupos armados» es un léxico de la confusión, dado que grupos armados son tanto los paramilitares, como el ejército, como las insurgencias; por lo tanto no hay nada más aberrante que conocer que los victimarios son parte de una Estrategia represiva Estatal y paraestatal, articulada al poder multinacional, y optar por tejer el discurso de la confusión. Esta mediatización es indignante, y constituye una doble victimización de las comunidades que denuncian a los responsables, y que sin embargo ven ignoradas sus voces en las notas mediáticas, de manera a que la herramienta paramilitar-militar del terror no solamente haya cometido las atrocidades, sino que los medios no señalen su responsabilidad, amparándola así de la impunidad que la perpetúa.
 
Parte de la Estrategia de la Confusión es el empleo de la falsa dicotomía «grupos armados legales» versus «grupos armados ilegales»: siendo legales las fuerzas represivas del Estado, mientras que en la ilegalidad se hallan tanto las fuerzas represivas paramilitares -que sin embargo se articulan al mismo Estado, recibiendo logística, armamento e impunidad-, y las guerrillas -éstas últimas de naturaleza opuesta al paramilitarismo-. Esta perfidia mediática busca instaurar un campo conceptual que ignora la realidad del paramilitarismo como estrategia preconizada en manuales militares. También busca instalar un campo conceptual que excluye el carácter político y social del conflicto colombiano, al intentar presentar a las insurgencias en un mismo paquete con el paramilitarismo; intentando quitarle a la guerrilla su carácter político, inherente a su misma génesis y composición actual, de ser una expresión del campo popular colombiano que se alza en protesta política contra el saqueo, protesta política que deviene armada debido a la imposibilidad democrática instaurada desde el Estado mediante la sistemática represión al opositor político. Hay una planificada manipulación semántica, una estrategia diseñada por los tanques de pensamiento. Esta manipulación de la realidad es inoculada por los mass-media; y también es inyectada en el discurso de las ONG a través del condicionamiento que imponen los financistas, logrando paulatinamente que en el campo popular se introduzca esta manipulación semántica que obstaculiza la capacidad de comprensión de la realidad.  

Operación mediática: Legitimar al paramilitarismo, presentarlo desvinculado de sus beneficiarios- comanditarios

Aunado al trabajo cultural de los mass-media que apuntala valores clasistas, racistas y sexistas, hay una legitimación del terror de Estado: los crímenes cometidos por el ejército y el paramilitarismo serían el «mal necesario». El trabajo de los medios en torno al paramilitarismo consiste en bombardear la falsedad de que éste serí a autónomo del ejército. Intentan legitimar al paramilitarismo presentándolo de manera casi romántica, como unos grupos que, según la falsimedia, surgirían por motivaciones de ‘venganza’contra los ‘malvados comunistas y guerrilleros que habrían hecho daño a sus familiares’. El elaborado terror paramilitar deviene, en la fábula mediática, un ‘exceso comprensible’ motivado por el ‘desgarramiento del alma de tal o cual Jefe paramilitar’, y nunca se menciona que hace parte de una planificación de gobernar mediante el miedo. No se menciona que el paramilitarismo es diseñado para provocar desplazamiento poblacional y desarticular procesos reivindicativos. Así la telenovela «Los 3 Caínes» busca presentar a los Jefes paramilitares como unos ‘muchachos de buenos sentimientos que por loable fidelidad familiar y venganza cometen acciones algo reprobables’. Los hornos crematorios para desaparecer seres humanos, la violación sexual, la tortura y las masacres, serían meros «detalles». El paramilitarismo es una herramienta al servicio del Gran capital que actú a con la plena coordinación del ejército colombiano; pero los medios trabajan en su aceptación cultural y en la desvinculación de esta herramienta con los que la crean y emplean. Lamentablemente este trabajo sistemático de los medios logra colonizar a parte importante de la población, dejando incluso huellas residuales que sorprende encontrar en las mentes de las mismas víctimas. El bombardeo mediático es una ofensiva sin tregua contra la capacidad de comprensión de la realidad, y por lo tanto, contra la posibilidad de acción efectiva sobre la misma.

Guerra sicológica: Degradación mediática del opositor

Hay una mediatización constante de cadáveres de jóvenes campesinos insurgentes que se hace de manera a que los cuerpos sean degradados, filmados en el suelo, a los pies de la tropa militar, en bolsas negras, y en reiteradas ocasiones con la exhibición descarnada de mutilaciones, para intentar deshumanizar al opositor político en el subconsciente colectivo: la degradación ética de los medios en su guerra sicológica llega al punto de que el presidente Santos exhibiera la mano cortada de un líder estudiantil devenido insurgente (Iván Ríos) [19]; como si el exhibir pedazos amputados de los opositores constituyera motivo de júbilo. El pago de recompensas por cadáveres busca involucrar a la población en la estrategia contrainsurgente del Estado, ampliando las prácticas del terror y la degradación ética. Los cadáveres son exhibidos con la intencionalidad macabra de generar la disuación por el terror preconizada en los manuales militares. En el marco de esta perversidad, el ejército colombiano ha llegado hasta el punto de secuestrar a niños y jóvenes de las zonas pauperizadas para luego asesinarlos en indefensión y aducir que son «guerrilleros abatidos en combate»: estas son practicas masivas, y se conocen con el macabro nombre de «falsos positivos»,derivado la jerga militar [20]. Hay al menos 4.716 casos documentados de estos asesinatos [21], y el reciente informe de DDHH del CINEP revela que estos crímenes siguen aumentando bajo el mandato de Santos, contrariamente a lo que la propaganda intenta hacer creer. El ejército tiene la estrategia de elegir a sus víctimas entre las familias que carecen de recursos económicos para investigar la desaparición de sus hijos; no obstante, varios familiares luchan por la justicia en medio del terror estatal que intenta forzarlos a abandonar las denuncias: hay familiares desplazados, algunos asesinados. La ampliación del Fuero Militar del gobierno Santos blinda la impunidad para los crímenes de Estado, haciendo aun más cruenta la indefensión de la población.  

Guerra Sucia contra la participación política, Drones, OTAN y Modelo Económico

El Estado colombiano favorece la depredación multinacional: ejerce una Guerra Sucia prolongada que utiliza el terror militar-paramilitar, los bombardeos, las fumigaciones, para callar las reivindicaciones políticas, sociales y ecológicas. La injusticia social, doblada de la represión sistemática contra la participación política es la médula del conflicto. Colombia es el tercer país más desigual del mundo[22]. Pese a los malabarismos del gobierno Santos con las metodologías de medición de la pobreza, truco para reducirla en el papel [23], la miseria es aberrante: anualmente mueren más de 20 mil niños menores de 5 a ños por desnutrición[24]. «Más de 30 millones de colombianos viven en la pobreza, 12 millones en la indigencia, el 50% de la población económicamente activa agoniza entre el desempleo y el subempleo; casi 6 millones de campesinos deambulan por las calles víctimas del desplazamiento forzado. De 114 millones de hectáreas que tiene Colombia 38 están asignadas a la exploración petrolera, 11 millones a la minerí a ; de las 750.000 hectáreas de la explotación forestal, se proyecta pasar a 12 millones; la ganaderí a extensiva ocupa 39,2 millones; el área cultivable es de 21,5 millones de hectáreas pero solamente 4,7 millones están dedicadas a la agricultura, en decadencia, porque ya el país importa 10 millones de toneladas de alimentos al a ño. Más de la mitad del territorio está en función de los intereses de una economí a de enclave«[25], expresó Iván Márquez, parlamentario de la Unión Patriótica empujado por la persecución política a ingresar a la insurgencia, hoy miembro de la Delegación de Paz de las FARC. De la lucha popular para cambiar las condiciones de miseria a las que se ve sometido el pueblo colombiano, nacen las insurgencias tras la imposibilidad de adelantar la reivindicación política de manera civil sin padecer exterminio por los aparatos estatales. En los diálogos entre las FARC y el gobierno colombiano, se ha estado debatiendo la cuestión de la Tierra: «La geofagia de los latifundistas acentuó la injusta estructura de la tenencia de la tierra. El coeficiente Gini en el campo alcanza el 0,89: espantosa desigualdad. Los mismos datos oficiales dan cuenta de que las fincas de más de 500 hectáreas corresponden al 0,4% de los propietarios que controlan el 61,2 % de la superficie agrícola: se trata de una acumulación por desposesión, cuya más reciente referencia habla de 8 millones de hectáreas arrebatadas a sangre y fuego a través de masacres paramilitares, fosas comunes, desapariciones y desplazamiento forzado, crímenes de lesa humanidad, todos ellos componentes del terrorismo de estado en Colombia»[Ibíd. ]. La acumulación capitalista se desarrolla en base al despojo: Colombia es el país del mundo con más desplazados internos[26].  En el centro del debate sobre la cuestión de la Tierra se halla el Modelo Económico; se oponen dos visiones antagónicas: por un lado está la visión capitalista que agencia la monopolización y extranjerización de la tierra para su uso en agro-industria, agro-combustibles y saqueo minero energético; y por otro lado está la visión de las comunidades campesinas que busca una reforma agraria integral, el desarrollo de la soberaní a alimentaria, y el respeto por los ecosistemas.

El tema de la Participación Política es el siguiente en los Diálogos. Es toda la población colombiana la que requiere un espacio para la Participación Política, no se trata solamente de debatir la «inserción de la insurgencia» como lo viene anunciando la propaganda mediática: se trata de un debate de fondo sobre la posibilidad de ejercer la reivindicación política y el pensamiento crítico sin ser asesinado, desaparecido o encarcelado. Las garantías de no exterminio ofertadas por el Estado colombiano a sus opositores, han sido burladas en más de una ocasión: basta recordar el exterminio de la Unión Patriótica (5000 asesinados)[27], entre tantos otros. El genocidio practicado de manera sistemática desde el Estado contra la oposición política tiene una articulación a las directrices de EEUU, y a los intereses del Gran Capital transnacional: la paz con justicia social tiene grandes impedimentos.

La guerra mediática arrecia cada dí a con más ‘falsos positivos mediáticos’ contra la insurgencia, montajes que no tienen otra finalidad que preparar la posible ruptura de los Diálogos de Paz que podrí a en cualquier momento provocar el Estado colombiano, siguiendo el mismo guión que el aplicado contra los diálogos del Caguán. Mientras en la Habana se dialoga, el gobierno Santos adquiere 50 Drones, anuncia cooperación con la OTAN, recibe al golpista Capriles, y EEUU continú a aposentándose cada dí a más en las bases militares cedidas [28], a pesar del fallo de la Corte Constitucional[29]. La opción de las potencias imperialistas es un mayor saqueo de los recursos planetarios, y a ese fin articulan el accionar militar. La región andino amazónica no escapa a esas intenciones coloniales, que además revitalizan al complejo militar industrial. El colosal ejército colombiano y los estadounidenses que operan desde Colombia, son también un peligro para Venezuela y la región, además de continuar profundizando el genocidio contra el pueblo colombiano. Un tricéfalo de acumulación capitalista, Terrorismo de Estado y OTAN avanza en desmedro de poblaciones y medio-ambiente. Pero en cada rincón del planeta también parece florecer la resistencia: en Colombia el recuerdo de Benedicta, y de las miles de víctimas de crímenes de Estado, forja fortaleza para luchar por la justicia social. Ante la codicia de las multinacionales y su dupla de violencia Estatal, se alza en digna contradicción la voz de las comunidades:  «El territorio es de quien lo habita, rechazamos el mensaje de desalojo colectivo.»

NOTAS:


[4]En Nariño el Ejército asesinó a líder campesino y retuvo ilegalmente a 14 campesinos integrantes de Asominuma, y Marcha Patriótica http://www.notimundo2.blogspot.com.es/2013/05/tumaco-narino-el-ejercito-asesino-lider_18.html
[6] «En Colombia existen 9.500 presos políticos» Informe Situación Carcelaria http://www.traspasalosmuros.net/node/727
[8] Continúa el exterminio de reclamantes de tierras a manos de la estrategia paramilitar   http://www.notimundo2.blogspot.com.es/2013/05/parauribismo-continua-el-exterminio-de.html
[9] Mayo 2012: Por homicidios, torturas y atentados contra la libertad sindical, El Tribunal Mundial de Libertad Sindical condena al Estado colombianohttp://www.parentesiscali.blogspot.com.es/2012/05/sentencia-condena-al-estado-por.html
 «El TSM resuelve: Condenar al Estado de la República de Colombia por ser responsable de los hechos sistemáticos de violación del principio de Libertad Sindical, en calidad de autor directo, coautor, cómplice o encubridor de homicidios, lesiones, torturas, privaciones ilegítimas de la libertad, atentados, amenazas, despidos y represalias con motivo del ejercicio de la actividad sindical.»http://www.rebelion.org/noticia.php?id=150464&titular=el-tribunal-mundial-de-libertad-sindical-condena-al-estado-colombiano-
TSM demanda contra Estado colombiano:
TSM condena al Estado colombiano: La libertad sindical en Colombia, una farsa http://parentesiscali.blogspot.com.es/2012/05/informe-especial-tribunal-mundial.html
«En Colombia se cometen el 60% de los asesinatos de sindicalistas que se presentan en todo el mundo, por una violencia histórica, estructural, sistemática y selectiva que se convirtió en pauta de comportamiento del Estado colombiano: un genocidio contra el movimiento sindical colombiano.» CUT, 2011: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=120921
Informe febrero 2012, CUT:«las estadísticas no dejan de agregar muertos al triste y deshonroso récord que ocupa el país en la materia de más de 3.000 asesinatos de sindicalistas desde la creación de la CUT en el año 1986.»  http://cut.org.co/pdf/subdirectivas/valle/reaccionessindsuizos2012/informeddhh.pdf
2012, Vanegas, CUT: «Colombia es el país más peligroso para el ejercicio sindical. También lo es para los líderes desplazados que exigen restitución de tierras, para defensores de derechos humanos y los líderes estudiantiles. Persisten las masacres, el año anterior se aumentó el 30% la incidencia de masacres en Colombia». http://www.anthoc.org/index.php?option=com_content&view=article&id=3700&catid=6&Itemid=21
Informe PNUD 2011- 2012: 2.800 sindicalistas han sido asesinados desde 1984 en Colombia, la Escuela Sindical Mundial advierte que esta cifra estaría incluso sub-evaluada, y presenta otros datos.http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article34980
Hoja de ruta de asesinatos, gobierno Santos: ‘1 activista asesinado cada 3 días, los hechos pesan más que las palabras’ Justice For Colombia: http://www.justiceforcolombia.org/downloads/killing-sheet-June-2011.pdf
Encuentro Nacional del Departamento De Derechos Humanos de la CUT, 2012:
Workers Uniting rechaza asesinatos a sindicalistas colombianos
[10] Informe anual del CINEP sobre DDHH en Colombia, publicado en mayo 2013: En 2012 se cometieron 2198 violaciones a los derechos humanos: 10 asesinatos políticos por semana, aumentaron los «falsos positivos» http://www.rebelion.org/noticia.php?id=168691&titular=en-2012-se-cometieron-2198-violaciones-a-los-derechos-humanos:-10-asesinatos-pol%EDticos-por-semana-
[11] A raíz de la visita de la Misión Yarbourough del ejército estadounidense (febrero/62) y de las directrices que dejó consignadas, el Estado colombiano adoptó una estrategia contrainsurgente paramilitar, ya desde antes de que surgieran las guerrillas (1964-65).Tal doctrina estratégica puede estudiarse en los Manuales de Contrainsurgencia que forman parte de la Biblioteca del Ejército y por tanto de los textos de estudio y entrenamiento militar desde 1962. Tomando como fuente 6 manuales (1962, 1963, 1969, 1979, 1982, 1987) se puede rastrear la concepción que hay allí de la población civil y su papel en la guerra, se la define por dos miradas: 1) debe ser vinculada a la guerra (paramilitarismo); 2) debe ser el blanco principal de la guerra contrainsurgente (guerra contra los movimientos sociales o posiciones inconformes con el statu quo).
Cronología, hechos reveladores del Paramilitarismo como política de Estado, J. Giraldo: http://www.javiergiraldo.org/spip.php?article75
El verdadero origen del paramilitarismo en Colombia: http://www.dhcolombia.info/spip.php?article529
Brig. Gen. William P. Yarborough, «U.S. Special Warfare Center,» in U.S. Department of the Army, Office of the Chief of Information, Special Warfare U.S. Army: An Army Specialty (Washington, D.C., 1963), p. 61. A Psychological Operations Course covering all aspects of psychological warfare was also offered at Fort Bragg, in consonance with the center’s Psychological Warfare origins. .Headquarters, U.S. Army Special Warfare School, Subject: Visit to Colombia by a Team from Special Warfare Center, Fort Bragg, North Carolina, 26 February 1962. Kennedy Library, Box 319, National Security Files, Special Group; Fort Bragg Team; Visit to Colombia; 3/62. Also Carroilton Press, Declassified Documents Reference Series (1976:154D), and McClintock, The American Connection, vol. 1, State Terror and Popular Resistance in El Salvador, pp. 23-24. 26. «Secret Supplement, Colombian Survey Report.»
[12] Mercenario israelí que entrenó a paramilitares confirma la participación del Ejército. Yahir Klein: «El hacendado que se convirtió en presidente pagó por mis servicios»http://www.rebelion.org/noticia.php?id=159161
Yair Klein: el instructor de la muerte  http://elturbion.com/?p=1690
[13] La niña Alida Teresa, hija de preso político, violada y asesinada por paramilitares, crimen en impunidad, 2012. http://www.rebelion.org/noticias/2012/3/145927.pdf
Marzo 2012, Ordenan Libertad a Jefe Paramilitar señalado de desaparición forzada, tortura y homicidio de la niña Alida Teresa  http://derechodelpueblo.blogspot.com.es/2012_02_26_archive.html
[14] Asesinado por ser «hijo de comunista». Asesinato de Carlos Julián Vélez Rodríguez, Diputado UP; su esposa, su hijo, y su hermano, en el Meta.http://www.cidh.org/countryrep/colombia93sp/cap.7a.htm
Asesinato del niño Luis Carlos Vélez Garzón http://sandinovive.info/?page=ver_articulo&id=702
Plan de exterminio de la UP «Baile Rojo». Documental: http://www.youtube.com/watch?v=QVL54FcZq5E&feature=gv
[15] Masacre de Mapiripán: los paramilitares fueron trasladados en aviones Antonov y DC3 del ejército. Confesó el General Uzcátegui: «¿sabe qué hizo la Brigada militar Móvil2? Colocó un colchón de aire o de seguridad para que salieran los paramilitaresEsto es gravísimo (…) el ejército no sólo tiene vínculos con los paramilitares, no sólo no los combatió , sino que combatió a las FARC para que no golpearan a los paramilitares» http://vimeo.com/5114407
Negacionismo del estado y criminalización contra el CAJAR http://www.rebelion.org/noticia.php?id=138593
VIDEO: Juez, testigo de la masacre militar y paramilitar de Mapiripán, dice que el Estado oculta la verdad. El día de la masacre sobrevoló: «Un avión espía no de la Fuerza Aérea Colombiana, era de Estados Unidos»
[16] Marinelly Hernández, presa política y de guerra se declara en Ruptura con el Estado colombiano, ante un juez de Quibdó: http://www.traspasalosmuros.net/node/359
[17] Operación militar ‘Génesis’: masacre y ‘juego de fútbol’ perpetrado entre militares y paramilitares con la cabeza de Marino López http://www.ddhh-colombia.org/html/noticias%20ddhh/a%F1osimpunidad31082011.pdf
Tras 14 años de impunidad, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos lleva a la Corte el caso de la Operación Génesis http://www.rebelion.org/noticia.php?id=133265
[18] Los habitantes denunciaron a la Brigada XVII. Las denuncias siempre fueron rechazadas por el gobierno. Sólo diez años después fueron exhumados científicamente los restos de Marino López por la Fiscalía. Cuatro paramilitares y Freddy Rendón, alias «el Alemán», han confirmado la horrorosa muerte del líder chocoano y la complicidad del general Rito Alejo del Río. «Se trató de una operación conjunta» relataron ante el Fiscal de Justicia y Paz.
[19] Santos y pago de recompensa por asesinato de Iván Ríos
[20] «falsos positivos» son asesinatos de civiles perpetrados por el ejército, cuyos cadáveres son presentados como «guerrilleros abatidos en combate». Estos asesinatos son denominados en la jerga militar ‘falsos positivos’, porque los militares reportan como ‘positivo’ al cadáver del opositor insurgente. Guerra sicológica: degradando la humanidad del opositor, y con la permanente exhibición de cadáveres se busca la ‘disuasión por el terror’: La directiva 029 impulsa a los militares a la presentación de cadáveres a través de un mecanismo de recompensa. La Fiscalía reporta 4.716 casos documentados (2012) de estos asesinatos; se siguen produciendo estos crímenes de Estado.  Informe sobre los falsos positivos: La guerra se mide en litros de sangreFIDH y Coordinación Colombia Europa Estados Unidos31-05-2012 http://www.rebelion.org/docs/150547.pdf
‘Falsos positivos- Crímenes verdaderos’ http://www.youtube.com/watch?v=YJvLVm4l8fc&feature=player_embedded
Mayo 2011, Informe especial Falsos Positivos, El Cinep afirma que aumentaron las víctimas de asesinatos de civiles a manos de militares http://www.rebelion.org/docs/128090.pdf

Mayo 2012, CCEEU, ‘Desapariciones forzadas en Colombia’, ‘Falsos positivos’: : http://www.rebelion.org/docs/150986.pdf
«Las ejecuciones extrajudiciales fueron llevadas a cabo a gran escala en todo el territorio siguiendo un patrón específico de acción. Las víctimas fueron en su mayoría personas campesinas sacadas a la fuerza de sus casas por el Ejército, incluso teniendo como testigo a los familiares. Siempre que se acercaron a las bases militares a preguntar por la víctima, el Ejército se negó a entregar información. No obstante, el cuerpo de la persona solía aparecer posteriormente reportado como guerrillero muerto en combate(…) La manera coordinada en que actuaron las fuerzas militares en los casos de falsos positivos, denota el carácter deliberado de los crímenes(…) Se estima que entre 2002 y 2008, se cometieron 3.345 ejecuciones extrajudiciales, siguiendo este patrón. Muchos continúan enterrados como N.N. en diferentes cementerios del país, y se encuentran desaparecidos.»
Directiva ministerial 029  y recompensas por cadáveres:   http://www.viva.org.co/cajavirtual/svc0136/index%20-%20pagina%201.html
Sistema de recompensas. La directiva de la discordia
[21] «Han sido muy pocos los responsables» de este delito de lesa humanidad que han sido retirados del servicio o procesados, destacó Howland. De los 4.716 casos de «falsos positivos» que tiene registrados la Fiscalía, tan sólo un 30 % están en marcha.» Informe anual presentado sobre Colombia por la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU :http://www.hchr.org.co/documentoseinformes/informes/altocomisionado/informe2012.pdf

[22] Colombia: 3er  país con más desigualdad social del mundo  http://www.semana.com/nacion/desigualdad-extrema/153207-3.aspx
Colombia tiene 20 millones de pobres, el 70% de la población colombiana vive en condiciones de pobreza y miseria http://www.elespectador.com/impreso/temadeldia/articuloimpreso200984-colombia-tiene-20-millones-de-pobres
[23] Nuevo truco del Gobierno Santos: en Colombia aquel trabajador que gane $190.000 al mes, ya no es pobre por arte de magia en la nueva medición de la pobreza. El Colectivo de Economía de la Universidad Nacional, se propone recoger las voces de aquellos afectados directamente por esta medida. Nuevo Umbral de Pobreza en Colombia: http://www.youtube.com/watch?v=b5dd5fzkJyM
Crece polémica por fórmula para medir la pobreza en Colombia, septiembre 14 de 2011
‘Con la vieja metodología, el ingreso máximo para ser considerado pobre era 281.384 pesos mensuales; para ser considerado indigente, era de 120.588 pesos’, ahora, por arte de magia de la nueva medición los que ganan menos de 281.384 ya no son considerados pobres, solo quien gana menos de 187.079 mensuales es hoy considerado pobre. ‘Con la nueva medición el gobierno reduce la cifras oficiales: Los 16,4 millones de colombianos clasificados como pobres tuvieron el año pasado (2011)un ingreso individual máximo mensual de 187.079 pesos, cifra que se reduce a 83.581 pesos para los 5,4 millones considerados indigentes. Las líneas de pobreza se redujeron en aproximadamente la tercera parte con respecto a las arrojadas en el 2009 con la metodología previa.’Las nuevas cifras excluyen a millones de colombianos del registro, invisibilizan sus carencias.
2012 Pobreza en Colombia: Cifras y realidades. Cambiar la medición de la pobreza para trucar las estadísticas. Otro ‘Falso positivo’ del Santismo. ¿Combatir la pobreza. o esconderla?http://www.youtube.com/watch?v=7SaExPWWEjA
[24] De cada 100 madres desplazadas gestantes 80 padecen desnutrición crónica. Según el director regional de Unicef, Nils Kastberg, cerca de 20 mil niños mueren anualmente de desnutrición en Colombia http://luchanacionalcontraelhambre.blogspot.com.es/2010/06/desnutricion-infantil-que-no-deja.html
Colombia, pobre entre los pobres: http://alainet.org/active/33960=es
[25] Alocución de Iván Márquez, parlamentario de la Unión Patriótica empujado por la persecución política a ingresar a la insurgencia, miembro de la Delegación de Paz de las FARC, Oslo.http://www.rebelion.org/noticia.php?id=157934
[26] Abril 2012: El número de desplazados en Colombia en el año 2011 llegó a 259.146, la cifra total a 5.445.406, informe de CODHES «Desplazamiento creciente y crisis humanitaria invisibilizada», el cual toma en cuenta los casos presentados en el país desde 1985. Desplazados en Colombia llegan a 5,5 millones,  Codhes http://www.noticiascaracol.com/nacion/articulo-262261-desplazados-colombia-llegan-a-55-millones-dice-codhes
2011, Peor que Sudán, Iraq o Afganistán: Colombia país con más desplazados y refugiados internos http://www.rebelion.org/noticia.php?id=129586&titular=colombia-es-el-pa%EDs-con-m%E1s-desplazados-y-refugiados-internos-
«El 11,42 % de la población colombiana se encuentra desplazada de manera forzada»(20-06-2011) http://www.rebelion.org/docs/130767.pdf
[27] Exterminio del partido político Unión Patriótica: 5.000 asesinados por las herramientas del Estado, genocidio consta ante la CIDH, Plan «Baile Rojo». Documental http://www.youtube.com/watch?v=QVL54FcZq5E&feature=gv
Bases militares de EEUU en Colombia e inmunidad para estadounidenses. Documental «Corriendo Bases», de J. E. Botero. http://www.youtube.com/watch?v=FXBw8LbRsT4&feature=player_embedded
[29] Senador Robledo denuncia la violación de la sentencia de la Corte Constitucional: El gasto multimillonario del Pentágono revela la instalación efectiva de bases del Comando Sur en el país.«contratos por más de 100 millones de dólares asignados por el Departamento de Defensa estadounidense a varias empresas para la ejecución de obras en bases militares colombianas. Según el Gobierno estadounidense, entre los objetivos de los contratos está la instalación de una Base de Operaciones Avanzadas en Tolemaida y una Locación de Seguridad Cooperativa, dos tipos de bases militares que requieren la presencia permanente de personal militar estadounidense. Algo que la Corte Constitucional rechazó en agosto de 2010, al declarar ilegal el acuerdo promovido por el hoy Presidente Santos en su etapa de ministro de Defensa de Uribe, para ceder las operaciones y el control de 7 bases militares a Estados Unidos.» http://www.rebelion.org/noticia.php?id=123813

Pese a que la Corte declaró inconstitucional el Tratado de cesión: El Ejército de Estados Unidos ha firmado 126 contratos para construir en bases colombianas http://www.rebelion.org/noticia.php?id=123295

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