El Colectivo Informativo Mapuexpress www.mapuexpress.net, la Corporación Urracas de Temuco; el Hogar y Centro Cultural Mapuche We Liwen; el Parlamento Mapuche Koz Koz; Koyagtun; la Organización Salvemos Cobquecura, la Casa de Arte Mapuche; el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales OLCA; el Gvbam Logko Pikun Wiji Mapu (Consejo De Logko); la Corporación de Mujeres Mapuche «Aukiñko Zomo», la Coordinación de […]
El Colectivo Informativo Mapuexpress www.mapuexpress.net, la Corporación Urracas de Temuco; el Hogar y Centro Cultural Mapuche We Liwen; el Parlamento Mapuche Koz Koz; Koyagtun; la Organización Salvemos Cobquecura, la Casa de Arte Mapuche; el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales OLCA; el Gvbam Logko Pikun Wiji Mapu (Consejo De Logko); la Corporación de Mujeres Mapuche «Aukiñko Zomo», la Coordinación de Comunidades Mapuches en Conflictos socio Ambientales, Región de la Araucanía y el Grupo de Trabajo Por Derechos Colectivos suscriben un manifiesto donde expresan su postura con un análisis crítico frente a los llamados a festejar el bicentenario estatal, atendiendo hechos históricos que involucran masacres estatales, genocidios, colonialismos. Asimismo hacen referencias a estructuras de poder y sus visiones contrapuestas frente al modelo que ofrece el Estado, entre otros aspectos.
Del mismo modo, hacen un llamado a la ciudadanía en medio de estas fechas de esparcimiento popular a la reflexión y conminan a quienes llevan la conducción pública del Estado a terminar con situaciones de injusticia, atropellos y desigualdades. En la misma línea, hacen un ferviente llamado a los sectores democráticos respetuosos de los Derechos Humanos A NO SER PARTE DE ACTOS PUBLICOS DE FESTEJO DEL BICENTENARIO, por respeto a la situación humanitaria que enfrenta el Pueblo Mapuche.
A continuación el texto completo del manifiesto:
MANIFIESTO FRENTE AL BICENTENARIO ESTATAL CHILENO
En este último tiempo hemos presenciado a diversas instancias de la estructura pública del Estado chileno, como también de sectores privados, entremezclados, haciendo fervientes llamados para festejar con alegría y a ciegas lo que han llamado bicentenario, bajo preceptos ultra nacionalistas, sin un mínimo de consideración y respeto a otras verdades y realidades de estas tierras, que tienen argumentos de sobra para sentirse distantes y disidentes a esta celebración uniforme y homogeneizante que se intenta imponer.
Chile es un País Plural, con diversidad de historias, de orígenes, de aconteceres, de propuestas, de visiones, por ello, que se promueva un festejo sin atender esa diversidad, hacerlo sin ningún tipo de críticas ni observaciones, es empapelar Chile con propaganda barata, engañosa, de un consumismo desechable, exacerbado y aniquilador. Es a su vez, imponer ideologías totalitaristas, absolutistas, fundamentalistas. Es respaldar, promover y reproducir al presente esa violencia estructural e institucionalizada del Estado chileno ejercida en su devenir.
La celebración que desde el poder se promueve de 200 años es para festejar a un estado patriarcal, genocida, explotador, colonialista, unicentrista, etnocentrista, capitalista mercantil, antidemocrático, oligárquico, policial, lo que para nada es el reflejo verdadero de los Pueblos que conviven en este País llamado Chile, quienes en su gran mayoría han tenido que soportar el fomento de las desigualdades sociales, exclusión, avasallamiento, discriminación y racismo.
Llamar a festejar así, estableciendo la relación que Un Estado = Una Nación, la chilena, es anclarse a doctrinas arcaicas y violentistas y es a su vez negar la pre existencia en miles de años de los Pueblos originarios en este País, ocultando las invasiones, los despojos territoriales y las violaciones de derechos cometidos por el estado, con crímenes de lesa humanidad.
Por ello, No podemos olvidar que hay un territorio ancestral transfronterizo llamado WALLMAPU, territorio del Pueblo Mapuche extendido de Mar a Mar (en el cono sur de América), territorio que hasta fines del siglo 19, hace tan solo 129 años, fue libre y soberano, con organización propia, invadido bélicamente de manera simultánea y coordinada por agentes militares del estado chileno y argentino, con masacres y genocidios, causando progresivamente el reduccionismo, el desplazamiento forzado y el empobrecimiento, hechos que en el presente se reclaman por justicia y en vez que se restituyan derechos, el Estado ha optado por reprimir y criminalizar toda demanda y protesta a estas razones, existiendo miles de Mapuches judicializados y cientos de personas violentadas.
Festejar como se promueve, es también olvidarse de los Pueblos australes como el Selkman y kawashkar, víctimas de un atroz genocidio, de exterminio físico casi por completo, acciones promovidas por el estado chileno desde fines del siglo 19 e inicios del siglo 20, causado principalmente por colonos traídos bajo políticas estatales que buscaban la eliminación de la población originaria.
Del mismo modo, consideramos que No es posible dejar de lado la visión y cosmovisión ancestral basada en el Buen vivir, en la relación integral y de respeto entre seres, con los diversos elementos de la naturaleza y con el cosmos, filosofía de vida que toma cada día más sentido y vigencia frente a un modelo instalado en el seno del estado chileno basado en la destrucción, depredación, depravación, bajo los cimientos del capital, la sobre explotación , el materialismo, y que ha traído daños enormes a la salud mental, física, espiritual y social de muchas familias, siendo las más vulnerables mujeres y niños.
En estas fechas, dimensionamos que una gran cantidad de integrantes de los Pueblos que coexisten en Chile, principalmente popular chileno, aprovecharán estos días para desprenderse del yugo explotador, para recrearse fuera de los abusos y los atropellos, para compartir, para reencontrarse con los seres queridos e incluso recrear institucionalidades sociales propias del mundo rural chileno como la chingana, esa de un Chile más profundo que es mucho más que la de un estado controlado por oligarquías violentistas. A ellos, a ellas, les decimos en estos momentos con absoluto respecto, que miren más allá del consumismo y las ofertas que les presentan, que vean por sobre toda esa simbología hueca que les presentan y que aprovechen estos momentos de esparcimiento para reflexionar sobre lo que realmente ocurre en nuestro entorno y preguntarnos ¿Representa realmente este Estado a los Pueblos de Chile? ¿Se respetan nuestros derechos a decidir libremente el cómo queremos vivir? ¿Es esto lo que queremos, necesitamos y pretendemos heredar?
Ciertamente que en estas fechas se instrumentaliza el sentido de los Pueblos, sin ningún criterio sobre lo que realmente hay detrás de este llamado a celebrar, pero también estamos seguros que somos muchas y muchos los que estamos despiertos(as), desde la diversidad de Pueblos conscientes, anhelando, abogando y actuando con decisión para las debidas transformaciones de manera abierta, limpia y transparente. Estamos seguros que somos muchos y muchas quienes construimos cotidianamente un Chile Plural, que respete la diversidad, los derechos, la libre determinación de los Pueblos, el diálogo y la justicia frente a tanto agravio y actos sanguinarios causados y encabezados por ciertas oligarquías, por y a nombre del estado y de falsas patrias.
Hacemos un ferviente llamado a todos los sectores que se asumen como democráticos, a todo aquel que cree en la igualdad y en el respecto y defensa de los Derechos Humanos, a no ser parte de los actos públicos de bicentenario promovidos por ciertos sectores que no creen en el diálogo ni la participación democrática, que buscan embaucar e imponer por la fuerza celebraciones inverosímiles. Este llamado se hace, principalmente en atención y consideración a la crítica situación humanitaria que enfrentan numerosos presos políticos Mapuches en huelga de hambre en diferentes cárceles del centro sur de Chile.
Asimismo, a través de este manifiesto, conminamos a quienes dicen representar los intereses de la ciudadanía en sus diversas expresiones, a poner fin a la negación y exclusión de estas realidades indicadas anteriormente, a asumir el rol que les corresponde para poner fin a la violencia y racismo institucionalizado, terminar con las prácticas de sistemáticas violaciones de Derechos Humanos, como asimismo, para proteger efectivamente el medio ambiente, no avalando actividades industriales neo coloniales, destructivas y contaminantes que tanto daño vienen haciendo.
En este llamado Bicentenario levantamos nuestras voces para seguir avanzando por los caminos que abren a nuevas realidades, a nuevas propuestas de vida y comencemos a celebrar cada acto de justicia que se obtenga. En este llamado Bicentenario decimos: Mucho por cambiar, Todo para Transformar.