El 4 de marzo de 1960 el buque francés La Coubre, con un cargamento de armas belgas destinado al gobierno de Cuba, explota en el puerto de La Habana dejando unos 200 heridos y casi cien muertos, entre ellos seis marinos franceses.
Prólogo de «El enigma de La Coubre» (Dyskolo 2021)
Tuve la gran suerte de haber podido consultar los archivos de la French Lines & Compagnies, radicados en la ciudad francesa de Le Havre. Allí se guarda el patrimonio histórico de la Marina Mercante francesa, sus navieras y puertos, incluido el de la Compagnie Générale Transatlantique (Compañía General Transatlántica), más conocida como la Transat, propietaria del barco La Coubre, que transportaba armamento adquirido en Bélgica destinado al gobierno de Cuba, y que explotó el 4 de marzo de 1960 en un muelle de La Habana, dejando un saldo de unos 200 heridos y casi cien muertos, entre ellos seis marinos franceses.
Desde un primer momento, el gobierno de Cuba responsabilizó a Washington, y el dirigente Fidel Castro explicó en detalle por qué. Hasta el día de hoy Estados Unidos rechaza la imputación, pero a pesar de las décadas transcurridas se niega a desclasificar cualquier documento que se relacione con esa explosión.
Los principales medios de prensa franceses le dieron muy poca importancia a tan horrendo acontecimiento. Incomprensiblemente, el gobierno galo apenas se dio por enterado.
En Francia no se acostumbra a desclasificar informaciones que puedan estar vinculadas con las instituciones de seguridad del Estado. Pero extrañaba que la empresa naviera se negara a mostrar los documentos que poseía. Hasta se llegó a decir en algunos artículos de prensa que solo se harían públicos en el año 2110.
Lo cierto es que una buena parte de ellos estuvo clasificada durante 25 años, a partir de 1960. La última lo estuvo hasta 2010. Luego de esa fecha el acceso a los mismos estuvo restringido mientras los archivos eran transferidos del lugar habitual en que se guardaban, hasta el actual, siempre en Le Havre, debido al nuevo tipo de clasificación para ser consultados.
Gracias a la paciencia que tuvo la archivista de la French Lines & Compagnies, pude tener el privilegio de ser el primero en copiar las más de 1.500 páginas que la Transat archivó como un tesoro sobre La Coubre y su explosión.
Vale la pena anotar que quise estar seguro de haber obtenido la totalidad de los archivos. Ante mi inquietud recibí un correo de ella donde me aseguró: «Le confirmo la transmisión completa de los elementos concernientes a La Coubre».
¿Por qué se habían prohibido al público durante tantos años? La respuesta verbal que obtuve fue: a pesar del tiempo pasado, existían documentos con los cuales algunas aseguradoras o personas hubieran podido entablar demandas contra la compañía naviera, empresa estatal en aquella época.
Eso lo creo. Pero después de haber revisado y analizado cada página copiada, me ha quedado la certeza de que también se quiso esconder información que hubiera ayudado a esclarecer aquel terrible suceso. El lector la encontrará en las siguientes páginas y juzgará por sí mismo.
Por otra parte, me sorprendió ver la reacción tan positiva que tuvieron hijas e hijos, nietos y nietas, ante mi proyecto. Estaban, digamos, desconcertados, pues era raro que alguien se interesara en el «tema» después de casi seis décadas. Es que no pasaron muchas semanas después de aquel 4 de marzo para que el hecho cayera en el silencio y en el olvido total en Francia. Ni qué decir de la reacción de los dos marineros que encontré y entrevisté.
Si en Francia es muy rara la persona que sabe de la explosión de La Coubre, en Cuba sigue presente en su historia y por eso cada año se les hace un homenaje a las víctimas, cubanas y francesas.
Por mi parte, entregaré copia de esos documentos a los familiares de los desaparecidos de ambas naciones. A ellos les pertenecen.
El enigma de La Coubre
Hernando Calvo Ospina
Ediciones Dyskolo
Colección: Crónicas
1ª edición octubre 2021
196 páginas.
ISBN: 978-84-124082-1-8
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