En el contexto actual en el que la guerrilla más antigua del continente, FARC- EP, se reúne con el Gobierno Nacional para llegar a acuerdos de paz que cambiarán la historia del país y que podrán un nuevo componente en la lucha de los movimientos sociales y en general a todos los ciudadanos por conquistar […]
En el contexto actual en el que la guerrilla más antigua del continente, FARC- EP, se reúne con el Gobierno Nacional para llegar a acuerdos de paz que cambiarán la historia del país y que podrán un nuevo componente en la lucha de los movimientos sociales y en general a todos los ciudadanos por conquistar los derechos sociales y políticos que nos lleven a alcanzar una verdadera paz con justicia social, el Nordeste Antioqueño se constituye como territorio de paz.
En días pasados se dieron a conocer públicamente las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN), destinadas para recibir a los guerrilleros en proceso de reincorporación a la vida civil, entre ellas la vereda Carrizal, ubicada en el municipio de Remedios, departamento de Antioquia. Celebramos hacer parte de la construcción de la historia donde ahora más que nunca continuaremos con nuestro trabajo en el territorio, donde la Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño (Cahucopana) y la Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra (ACVC) adelantan una persistente labor de promoción y defensa de los derechos humanos, visibilización y denuncia, además de formación e implementación de proyectos productivos dirigida a las comunidades campesinas y mineras que por tantos años ha sido olvidada por el Estado.
Cahucopana, como organización campesina que ha afrontado la disputa por el territorio por diferentes actores armados y las graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario, apoya y saluda la escogencia de esta vereda. Es de recordar que alrededor de este territorio, el control paramilitar es evidente y revelar esta información sin previamente construir protocolos de protección con los mismos habitantes y gobiernos municipales que no fueron notificados en un momento previo, puede considerarse como un factor de riesgo para la población de estas veredas. Esperamos contar con un acompañamiento nacional e internacional idóneo que garantice la vida, la integridad y la permanencia en nuestros territorios.
Sin duda seguiremos contribuyendo a la construcción de la paz, por lo que solicitamos se den todas las garantías para que las expresiones de organización como las Juntas de Acción Comunal, los Comités de Acción Humanitaria, femeninos y mineros, a los líderes campesinos y a toda la población se le brinden protección debido a los posibles riesgos que pueden correr al estar asentada en la misma zona.
Del mismo modo, en aras de contribuir en la verificación de la implementación de los acuerdos efectuaremos un riguroso control para que ello se lleve a cabo bajo las determinaciones emanadas de la mesa, para lo cual iniciaremos jornadas de socialización de los preacuerdos y específicamente de los alcances e implicaciones de estar en la zona de concentración.
Porque la paz está cerca y se construye desde el territorio. 2016 el año de la Paz, el año de la libertad.
Fuente original: http://prensarural.org/spip/spip.php?article19729