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Cambio de gabinete: Giro más a la derecha

Fuentes: CENDA

La crisis en el Transantiago fue el pretexto utilizado para producir un giro más a la derecha en la conformación del gabinete ministerial. El cambio significó la remoción del ministro de Transporte Sergio Espejo y su reemplazo por René Cortázar, que al momento de su designación era miembro de varios directorios de grandes empresas. Otros […]

La crisis en el Transantiago fue el pretexto utilizado para producir un giro más a la derecha en la conformación del gabinete ministerial. El cambio significó la remoción del ministro de Transporte Sergio Espejo y su reemplazo por René Cortázar, que al momento de su designación era miembro de varios directorios de grandes empresas. Otros ministros con importantes responsabilidades en la crisis producida, como el ministro de Hacienda, salieron, en cambio, fortalecidos. Cuando antes del diez de febrero se discutía al interior del gobierno el inicio o no el Transantiago «fue -señaló la nación- Andrés Velasco quien inclinó la balanza. …proyectó un escenario de crisis -agregó-, basado en la ola de recriminaciones que vendrían hacia el Gobierno y el ‘daño’ al erario si el Transantiago se retrasaba y había que indemnizar a los operadores» (01/04/07). Una vez más fue la opinión de Hacienda la que se impuso.

Desde luego, un cambio en la cúpula sectorial no resuelve la crisis provocada por el Transantiago y que tiene, en diferentes grados, expresiones en otras regiones del país. «Lograr organizar el Transantiago -constató The Economist- será de largo aliento porque está limitado por una escasez de buses y rutas de micros, y el sistema satelital que se suponía controlaría los horarios de los buses no está funcionando» (30/03/07).

Abiertamente con la modificación ministerial se busca un entendimiento con los partidos de la Alianza por Chile, tarea en la cual se propone desempeñar un activo papel el nuevo ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo. Al mismo tiempo, se reforzó la posición dominante de la Corporación Expansiva en el comité económico interministerial, con la incorporación del nuevo ministro de Energía, Marcelo Tokman, quien hasta el momento de asumir era el coordinador general de asesores de Andrés Velasco. «Al grupo de ministros liberales que ya había -constató El Mercurio- que incluye, además de Velasco, a Alejandro Ferreiro (Economía), Karen Poniachik (Minería), Alvaro Rojas (Agricultura) y Eduardo Bitrán (Obras Públicas), Bachelet sumó a René Cortázar (Transporte), Marcelo Tokman (Energía) y Ana Lya Uriarte (Medio Ambiente)». A este listado debe agregarse Alejandro Foxley. Paralelamente, dando una señal marcada de continuismo en el gabinete ministerial se reforzó la posición del «laguismo», al añadirse a Ricardo Lagos Weber, Viera Gallo, Tokman y el amigo personal del ex presidente el ministro de Defensa José Goñi. Viera Gallo ocupaba el cargo de director de la organización ProyectAmérica que reúne a personeros de alta figuración durante el gobierno de Ricardo Lagos. El diario de los Edwards tituló su crónica «Bachelet se inclina por el ‘alma’ liberal de la Concertación y fortalece el liderazgo de Velasco» (31/03/07).

Viera Gallo fue absolutamente enfático en sus primeras declaraciones de prensa al subrayar que pretende «lograr los mayores acuerdos posibles», luego de destacar que importantes leyes han sido «fruto de acuerdos con la oposición», obviamente de derecha. Actuando en esta dirección, sus primeras reuniones luego de asumir fueron con el ex candidato presidencial Sebastián Piñera y el presidente de la UDI, Hernán Larraín, Viera Gallo luego de las entrevistas expresó la «disposición para colaborar en aquellos puntos, que no son pocos, en los que podemos tener acuerdos… El espíritu que me ha encargado la presidenta de transmitir es un espíritu de colaboración, de diálogo y de eficiencia»(29/03/07). Se trata, destacó El Mercurio, de «un socialista con buenas redes hacia el interior de la derecha», al poseer «vínculos de amistad y familiares con la plana mayor de la Alianza»(29/03/07). Precisamente, «tender puentes hacia la derecha» fue una de las conclusiones centrales de la cita anual en el presente año de la Corporación Expansiva efectuada en el Club Hípico de Santiago. Este planteamiento se está materializando. «Algunos esperan -comentó The Economist- que Viera Gallo asuma de facto el rol de primer ministro, luego de subestimar groseramente las capacidades de la presidenta de la República.

Su nominación le significó a Viera Gallo automáticamente dejar el cargo de director de la AFP Provida, institución controlada por el poderosos consorcio financiero español BBVA. En su nueva función uno de los principales proyectos cuyo trámite parlamentario debe impulsar es el de reforma al sistema previsional, lo cual fortalece las posiciones al interior del gabinete de la promulgación de una ley -como la enviada al Congreso- que refuerza el desprestigiado sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones. Hasta el momento de su nominación Viera Gallo era, además, el abogado defensor de las poderosas empresas extranjeras de concesiones viales frente a las demandas de los usuarios por los intereses abusivos cobrados al no cancelarse oportunamente los TAG.

Con las nuevas designaciones, Expansiva pasó a ser absolutamente mayoritaria en el comité económico interministerial al figurar entre sus integrantes los ministros de Hacienda, Economía, Minería y Energía. Luego de nominarse los nuevos integrantes del gabinete, Velasco dejó absolutamente en claro- al igual como lo hizo durante el funcionamiento del comité interministerial que preparó el proyecto de modificación del sistema previsional- que «los financiamientos de todos los programas públicos y el manejo del presupuesto es claramente facultad del ministro de Hacienda» (28/03/07). Por tanto, es de su directa responsabilidad la baja magnitud de los recursos destinados al Transantiago, a pesar de la abundancia de ingresos presupuestarios obtenidos a partir de la elevada cotización del cobre en los últimos años.

El ministerio de Minería y Energía se separa, sin que se haya efectuado ningún balance crítico de la decisión de unirlos sólo hace un año, al inicio del gobierno, mostrándose así improvisación de en la conducción de sectores económicos claves. Hasta ese momento la dirección del sector de Energía estaba en manos de la cartera de Economía. La ministra de Minería, Karen Poniachik, subrayó luego de la división que con Energía enfrentarán «desafíos comunes como la licitación de exploración de hidrocarburos de Enap» (28/03/07), paso que debe entenderse como el inicio en el país de la explotación de yacimientos de petróleo y gas natural por intereses privados. El tema energético presenta una gran relevancia por las decisiones a adoptar sobre la matriz energética, los incrementos de precios y tarifas -que ya afectan a actividades productivas- y las dificultades de suministro que se pueden presentar hacia 2009-2010 de no entrar en funcionamiento nuevas centrales. En sus primeras declaraciones Tokman constató que Chile vive una situación de «estrechez energética», que obliga a adoptar medidas para que «este periodo… sea lo más corto posible» (30/03/07).

En el equipo económico -destacó Andrés Velasco- «tenemos una mirada compartida, enfoques comunes» (29/03/07). En general, se trata de un grupo que viene actuando de conjunto desde hace años. Alejandro Foxley -que desempeña un activo papel en las relaciones económicas internacionales- y el recién designado ministro del Transporte René Cortázar, formaron parte de la Corporación de Estudios para Latinoamérica (Cieplan) que en los años de dictadura cumplió un destacado papel en la crítica del modelo en aplicación para luego asumirlo durante el gobierno de Aylwin como ministros de Hacienda y Trabajo, respectivamente. Andrés Velasco también perteneció a Cieplan y luego fue jefe de gabinete de Foxley al ser nombrado éste ministro de Hacienda. Por su parte, Marcelo Tokman se incorporó como asesor de Foxley. El ministro de Economía, Alejandro Ferreiro, fue, a su vez, asesor de Edgardo Boeninger en la secretaría general de la Presidencia. Ello demuestra claramente la continuidad y el continuismo de las políticas económicas. El gabinete ministerial, por tanto, expresa un reforzamiento de esas mismas políticas y la negativa a escuchar a quienes plantean la necesidad al interior de la propia Concertación de introducirle cambios.

Cortázar, al momento de ser designado era director de varias importantes sociedades anónimas, D&S, Corpbanca, Entel y AES Gener. Es uno de los altos funcionarios de los gobiernos de la Concertación que se incorporó a los directorios de grandes empresas para volver ahora al sector público, lo cual es otro ejemplo de la estrecha interconexión entre unas y otras funciones. Viera Gallo es otro ejemplo, así como el ex ministro Jaime Estévez recientemente nominado en el directorio del Banco de Chile, controlado por el grupo Luksic.

Alejandro Foxley desempeña un activo papel económico. A su cargo se encuentran las importantes relaciones económicas internacionales, donde ha privilegiado suscribir nuevos tratados de libre comercio -como el concordado a fines de marzo con Japón- y propiciar transformar a Chile en una plataforma de conexión entre los países latinoamericanos y la zona de Asia-Pacífico. Idea que entra en contradicción con reforzar el entendimiento de las naciones sudamericanas, para actuar colectivamente hacia otros países y regiones.

Las formulaciones de «libre comercio» como las efectuadas por Foxley se encuentran en retroceso a nivel mundial. Alan Blinder, que fuese vicepresidente de la Reserva Federal norteamericana y que se declaraba «un libremercadista a ultranza» se ha visto obligado a reconocer que «las desventajas del libre comercio son más grandes de lo que pensaba al principio» (28/03/07). Blinder manifestó en particular su preocupación porque «una nueva revolución industrial – tecnologías de la comunicación que permitan que los servicios se entreguen electrónicamente desde cualquier lugar del mundo- podrá llevar a que al menos cuarenta millones de empleos en EEUU se trasladen al extranjero en las próximas décadas. Eso es más que el doble del número total de gente que el sector manufacturero de EEUU emplea hoy» (28/03/07). Desde luego, los efectos negativos son aún mayores en las naciones en desarrollo.

Estos reconocimientos aumentan las voces críticas a las formas adquiridas por los procesos de globalización que Foxley propugna ardorosamente. El economista de la Universidad de Harvad Dani Rodrik sostiene que las negociaciones sobre el comercio global deberían establecer nuevas barreras en contra de las expresiones dominantes actuales de la globalización. «Esto ayudaría -afirmó- a los países pobres a desarrollar sus industrias y les daría más tiempo a las naciones acaudaladas a reentrenar a sus trabajadores», que en cada vez más sectores van siendo desplazados al trasladarse las funciones que cumplían a otras regiones del mundo.

Cuando Michelle Bachelet recién asumió -aunque el conjunto de su política económica fue absolutamente continuista- en sus discursos subrayaba la necesidad de modificar la regresiva distribución de los ingresos, mejorar la deprimida situación de amplios sectores del país y generar una activa participación ciudadana. La designación del gabinete ministerial constituye una virtual renuncia a estas formulaciones y tiende a hacer plenamente coherente toda su gestión con la orientación dominante en su política económica.